Los recientes sondeos confirman que todo se encuentra muy abierto respecto a los resultados de las elecciones generales que se celebrarán el próximo 23 de julio. Que más de una treintena de escaños están en el aire. Que hay un alto porcentaje de personas indecisas que van a votar, pero que tomarán la decisión sobre la papeleta elegida a lo largo de esta campaña que acaba de iniciarse; incluso en los últimos momentos, en los más cercanos a la cita con las urnas. Hay partido.
Se equivocan quienes, tras la relevante pérdida de poder autonómico y local de las izquierdas que se produjo en los comicios del pasado 28 de mayo – donde el PP apenas sacó tres puntos porcentuales al PSOE, pero se vio muy beneficiado por el profundo retroceso de Unidas Podemos en distintas regiones y nacionalidades, entre ellas Canarias- , daban por sentado que estas elecciones del 23J serían un cómodo paseo para las fuerzas conservadoras y ultras, que tendrían garantizada la mayoría absoluta en el Congreso.
No parece, afortunadamente, que sea así. Máxime cuando esas alianzas de la derecha con la extrema derecha ya van enseñando la patita con reaccionarias propuestas y medidas. Así como con la elección para cargos institucionales muy relevantes -como las presidencias de los parlamentos autonómicos- de negacionistas de las vacunas y del cambio climático, homófobos y machistas; radicales e intolerantes que no representan a una sociedad que es mucho más abierta, plural, inclusiva, generosa y sensible ante los problemas que afectan a los demás y, también, ante el incierto futuro del planeta.
Agenda extremista
Mucha gente progresista comienza a movilizarse tras observar con enorme y justificada preocupación la alfombra azul que el PP ha tendido a la extrema derecha para que integre los gobiernos de distintas comunidades autónomas y ayuntamientos. Y el consiguiente plegamiento programático a la agenda nada oculta de los extremistas. Mucha gente canarista también se plantea la relevancia de su voto, por sus profundas convicciones democráticas y porque Canarias se juega mucho en este envite y solo desde la estricta obediencia canaria es posible defenderla consecuentemente en Madrid y evitar dolorosos olvidos y retrocesos. Hay partido.
La llegada de Vox a responsabilidades en los ámbitos autonómicos y locales, propiciada por el PP, tiene, sin duda, enormes consecuencias que apenas han empezado a visualizarse: supresión de los departamentos de igualdad entre mujeres y hombres en las instituciones, eliminación de las referencias a la violencia de género, indisimulado desprecio a las jornadas reivindicativas del Orgullo LGTBI, retroceso en las políticas dirigidas a combatir la crisis climática… Antesala de otras medidas, como los futuros recortes en sanidad, educación, dependencia o vivienda, como ocurre en otros lugares donde gobierna la ultraderecha en Europa. Así como la supresión de las autonomías, que los ultras españoles llevan en su programa a estas elecciones generales.
Actuaciones retrógradas que también incluyen el regreso de la censura en el ámbito cultural -cine, teatro o actuaciones musicales-, lo que ha sido calificado en un manifiesto impulsado por profesionales del mundo cultural como un atentado “contra la libertad de expresión, un derecho consolidado social y democráticamente en nuestra Constitución”; exigiendo en el mismo “la protección de nuestros derechos fundamentales, porque sin cultura no hay democracia”.
Canarista y de progreso
Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-bc) también ha impulsado un manifiesto (Una voz canarista, social y de progreso), en el ámbito de las Islas, que han ratificado una veintena de organizaciones con significativa presencia municipalista: Bloque Nacionalista Rural (BNR), Roque Aguayro (RA), Asociación de Barrios (ASBA) de Valsequillo, Juntos por Guía (JXG), Alternativa por San Mateo (AxSM), Agrupación de Electores por Tejeda (AET), Compromiso por Firgas (Comfir), Forum Drago (FD), Unión Veguera (UV), Alternativa Local por Antigua (ALxAN), Fuerteventura Avanza (FA), Juntos por Pájara (JxP), Asambleas Municipales de Fuerteventura (AMF), Unidos por Betancuria (UPBE), Contigo, Ahora Tegueste, Agrupación Independiente de El Sauzal (AISA), A’Gara de Garachico, Hablemos Ahora y Primero Teguise.
Un documento que confirma nuestro inequívoco compromiso de progreso en las políticas estatales. Desde la defensa de los servicios públicos a la sostenibilidad de las pensiones, pasando por la consolidación de los avances feministas, la necesidad de potentes políticas sociales y la relevancia de los cuidados, así como en todo lo referido a la Crisis Climática y sus consecuencias.
Pero que, además, reitera nuestro prolongado, firme y contrastado empeño en la defensa de los derechos de Canarias en el ámbito estatal. Como señalamos en su texto, desde “el convencimiento de que Canarias debe ser escuchada y tratada con equidad para seguir avanzando económica y socialmente. Desde un inequívoco y firme compromiso con los progresos en materia laboral. Con los derechos y conquistas sociales. Con la expansión de las energías renovables. Con la movilidad sostenible. Con la soberanía energética, alimentaria o hídrica. Con el respeto al medio ambiente y el cuidado de nuestro territorio”.
Recordando que en el ámbito estatal se toman decisiones, en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) o en la financiación autonómica, que resultan determinantes para la sanidad, la educación, las políticas de cuidados o las infraestructuras en las Islas. También respecto al desarrollo del Estatuto y el cumplimiento de nuestro Régimen Económico y Fiscal (REF).
Las organizaciones de obediencia canaria firmantes de este manifiesto consideran que la presencia de voces canarias y progresistas en el Congreso y en el Senado resulta imprescindible “para intentar que no se produzcan incumplimientos que dañen a esta tierra y a su gente; y para saber enfrentarse a los mismos, con determinación y fundados argumentos, cuando estos se produzcan. Para que Canarias no sea silenciada ni borrada del mapa”.
Juventud y experiencia
Eso pretendemos conseguir, y, para ello, en NC-bc nos encontramos inmersos en una dura y difícil campaña electoral en la que disponemos de limitados recursos y de escasas oportunidades mediáticas. Pero contamos, eso sí, con la entusiasta entrega militante, la fortaleza de las ideas y un programa elaborado en Canarias y para Canarias. Así como la determinación de candidatos y candidatas al Congreso y al Senado con profundas convicciones en los que se mezcla juventud y experiencia.
En Canarias se eligen quince diputados y diputadas y once senadores y senadoras. Como en otras ocasiones, los de los partidos estatalistas de derechas o izquierdas van a estar siempre alineados con lo que decidan sus respectivas cúpulas. Coincidiremos con algunos de ellos en planteamientos democráticos y propuestas de progreso, en el frontal rechazo a la extrema derecha y sus intentos de involución. Pero diferiremos en algo también esencial: el absoluto compromiso con Canarias, sin pedir permiso a ningún jefe o jefa en Madrid, sin que nada ni nadie limite nuestra capacidad de intervenir permanentemente a favor de esta tierra y de su gente. Y, además, con contrastables resultados.
Lo que queda de campaña electoral lo dedicaremos a acercar nuestras propuestas programáticas a los ciudadanos y ciudadanas del Archipiélago. Desde el convencimiento de que la presencia del canarismo de progreso en las Cortes Generales es determinante para que esta tierra tenga una voz diferenciada en un complejo ámbito estatal en el que es preciso combatir con firmeza las crecientes tendencias autoritarias, antidemocráticas, negacionistas y, asimismo, profundamente centralistas. El 23 de julio hay partido. Y hemos de pelear porque el resultado está en el aire y Canarias no puede quedarse en fuera de juego.