Espacio de opinión de Canarias Ahora
Henchida de Hispanidad
Después ya nos contaban que no, que Colón pensaba que iba a tiro hecho para la India, por una atajo que todavía nadie había tomado, y que, cuando llegó allí, fue el comienzo de una cadena de despropósitos: él, convencido de estar en las Indias; los falsos indios convencidos de estar recibiendo a los dioses; los falsos dioses, convencidos de que lo mismo daba ya si las Indias eran verdaderas o falsas, porque lo importante era que habían dado con una verdadera mina? y así sucesivamente hasta el mismito día de hoy.
Como la hora patriótica escolar era de 50 minutos, solo nos quedaba tiempo para adjuntar al dictado el dibujo de las tres carabelas, en el que coloreábamos y completábamos los barcos con sus nombres, y repasábamos la inolvidable fecha con los rotuladores Carioca de los colores más feos, ya que de los tonos preferidos no quedaba ni el más mínimo rastro a esas alturas de octubre.
Bastantes añitos después, esta historia de las carabelas se ha quedado vieja y manida, así que supongo que, hoy en día, lo más parecido a ellas que dibujarán los niños canarios serán las pateras que alcanzan nuestras costas casi a diario. Ahora que España es un país tan global, moderno, y pluralista, el relato mitificado de tan heroicas gestas ha dejado paso a discusiones más maduras y serias. La identidad hispana, lejos ya del día de la Raza, queda definida por símbolos llenos de afectividad y significado que nos sobrecogen de emoción de ser quienes somos. ¿La música y el arte? ¿La lengua y su riqueza de acentos? ¿La historia de pueblos plagada de miserias, pero también de personajes excepcionales que nos han hecho crecer y avanzar a ambos lados del Atlántico? No señores, de eso nada, seamos serios. ¡Nuestro símbolo es la bandera! Esa que bajo sus colores acoge a los españoles de bien y que ayuda a dirimir entre los españoles falsos y los verdaderos, entre los indios de Bollywood y los explotables, entre los dioses paganos y los financieros. Así que alegrémonos porque, con la salvedad del himno nacional falto de letra, nunca una identidad estuvo tan atada y bien atada. Que ustedes la disfruten.
Fayna Brito
Después ya nos contaban que no, que Colón pensaba que iba a tiro hecho para la India, por una atajo que todavía nadie había tomado, y que, cuando llegó allí, fue el comienzo de una cadena de despropósitos: él, convencido de estar en las Indias; los falsos indios convencidos de estar recibiendo a los dioses; los falsos dioses, convencidos de que lo mismo daba ya si las Indias eran verdaderas o falsas, porque lo importante era que habían dado con una verdadera mina? y así sucesivamente hasta el mismito día de hoy.
Como la hora patriótica escolar era de 50 minutos, solo nos quedaba tiempo para adjuntar al dictado el dibujo de las tres carabelas, en el que coloreábamos y completábamos los barcos con sus nombres, y repasábamos la inolvidable fecha con los rotuladores Carioca de los colores más feos, ya que de los tonos preferidos no quedaba ni el más mínimo rastro a esas alturas de octubre.