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Hidalgo y sus misterios de Emalsa
Desde que tomó posesión como alcalde de la ciudad en junio de 2015, Augusto Hidalgo ha tenido un comportamiento cuanto menos extraño en las relaciones del Ayuntamiento y Emalsa. Recordar que el alcalde es el presidente del Consejo de Administración de Emalsa.
El mismo día que se cumplía un mes desde su toma de posesión, el alcalde dio una rueda de prensa en la que, además de anunciar que se iba a suprimir en septiembre la intervención administrativa que realizaba Rafael Bolívar en Emalsa, dijo que dicha actuación había sido una farsa (palabras textuales). Lo curioso es que esa inspiración de Hidalgo debió ser divina, porque faltaba un informe de Bolívar y ni siquiera había hablado una vez con él en ese periodo. ¿Cómo sabía que había sido una farsa y que los informes que Bolívar había emitido, respaldados por otros cuatro técnicos municipales, eran por lo tanto también una farsa? Misterio.
Hidalgo anunció también que el grupo de gobierno ejercerá “un control real, exhaustivo y eficiente” a través del Consejo de Administración. Conviene recordar que el Ayuntamiento tiene el 34% de las acciones de Emalsa y que los socios privados tienen el 66%. ¿No sabía él que con un 34% del accionariado de una empresa no se puede controlar nada? Misterio.
En diciembre de ese mismo año, informó en rueda de prensa que el Consejo de Administración de Emalsa había acordado de manera definitiva la rescisión del contrato del servicio de saneamiento y depuración con la empresa Sercanarias, propietaria al 50% de los dos socios privados de Emalsa. Como usted y yo sabemos, el contrato sigue en vigor y lo ejerce Sercanarias en 2020. Misterio.
En la misma rueda de prensa anunció la creación de una comisión de técnicos del Ayuntamiento y Emalsa, con el fin de buscar soluciones a todos los problemas desde la creación de la empresa mixta, y “que ha puesto sobre la mesa la consultora KMPG”. El misterio viene más adelante.
Los miembros del Comité Técnico Asesor – nombrados por el Ayuntamiento – fueron Benito Cabrera y Miguel Padrón. Su nombramiento fue en enero de 2016.
En todo el año 2016 y hasta marzo de 2017, no se supo nada del informe que debía elaborar el Comité. En ese mes de marzo se filtra el mismo, que resultó ser un informe exhaustivo, de 71 páginas, y que coincidía en sus apreciaciones con las que había informado Rafael Bolívar. El informe tiene fecha 11 de octubre de 2016, pero el alcalde no informó sobre él. Ni siquiera cuando se filtró a los medios. Entre otras consideraciones, el informe dice: “Por todo ello, consideramos que el dossier de KMPG no es un documento que satisfaga, en general, las necesidades del Ayuntamiento… y en consecuencia, debe ser rechazado globalmente…”.
En otro apartado se dice: “… parte de los asuntos tratados en el dossier y la forma de tratarlos, ponen en relieve cuál es la única prioridad de los socios privados… que no es otra que incrementar por varias vías los ingresos y consecuentemente sus propios beneficios (de los socios privados)”. Y en referencia al documento de KMPG dice: “… aunque KMPG afirme que su actuación no ha sido como asesor de parte, este Comité Asesor percibe el dossier como un documento propio de los socios privados de Emalsa”. ¿Por qué no hizo público el alcalde el informe de octubre de 2016 cuando se lo entregaron? Misterio. ¿Por qué Hidalgo nunca comentó nada sobre este informe que demostraba que la intervención de Bolívar no había sido una farsa? Misterio. Si no se llega a filtrar el informe, ¿hubiéramos sabido de su existencia? Misterio.
En febrero de este año se conocen dos documentos, uno del día 6 de la Fiscalía, solicitando se abra juicio oral contra los 15 encausados de Emalsa (todos representantes de los socios privados), y un auto del Juez Galván ordenando la apertura del juicio oral. Ambos tienen su origen en la denuncia de la Fiscal Evangelina Ríos en octubre de 2013 contra las mismas personas enjuiciadas ahora.
En el escrito de la fiscalía del 6 de febrero último, se solicita 6 años de prisión y 46 millones de euros de indemnización por administración desleal o apropiación indebida. Casi todos los hechos que se detallan y documentan en la denuncia se refieren a los negocios entre Emalsa y Sercanarias, en los cuales se han beneficiado los socios privados en perjuicio de Emalsa y de los ciudadanos. Quien se lea esta denuncia de la Fiscalía, observará el nivel de detalle de cada operación que investigó la Fiscal Evangelina Ríos.
Lo que ha llamado la atención no son los dos documentos arriba citados, sino que el Ayuntamiento hizo público por esos días de febrero, una denuncia que presentó en enero de 2019 (hace más de un año) contra los socios privados de Emalsa, más o menos por los mismos delitos que la acusación de la Fiscalía, pidiendo penas de menor cuantía en años y en dinero. Los motivos que se indican en la denuncia se refieren al periodo 2007-2011 en Emalsa y dicen textualmente “… tuvieron lugar una serie de acuerdos y contrataciones que son susceptibles de enmarcarse o tipificarse como delitos societarios”. Y se refiere a los trapicheos entre Emalsa y Sercanarias.
La denuncia es al juzgado de lo penal y no al juzgado de lo administrativo. Y ahora vienen las preguntas ¿Por qué ha tardado más de un año en informar que había presentado una denuncia por lo penal contra los socios privados de Emalsa? Misterio.
Algún día se sabrá por qué Hidalgo no ha actuado en los últimos cuatro años con respecto a Emalsa y Sercanarias. Ha tenido información más que suficiente para actuar y activar la rescisión del contrato entre el Ayuntamiento y Emalsa sobre el saneamiento y depuración, y en vez de proceder a una denuncia en el juzgado de lo administrativo para iniciar el trámite de rescisión, presenta una denuncia por lo penal y la mantiene oculta a la opinión pública.
Mientras se acaba sabiendo a qué juega Hidalgo en sus relaciones como presidente de Emalsa y alcalde del Ayuntamiento, y a la vista de los misterios de sus actuaciones (a veces no actuaciones) y declaraciones, cabría pensar que no tiene ni idea de lo que se trata. Pero no olvidemos que Hidalgo es abogado. Y con la información que ha tenido, es difícil no pensar que ha habido motivos (ocultos por ahora) para su actuación, por lo menos misteriosa. ¿No creen ustedes?
Desde que tomó posesión como alcalde de la ciudad en junio de 2015, Augusto Hidalgo ha tenido un comportamiento cuanto menos extraño en las relaciones del Ayuntamiento y Emalsa. Recordar que el alcalde es el presidente del Consejo de Administración de Emalsa.
El mismo día que se cumplía un mes desde su toma de posesión, el alcalde dio una rueda de prensa en la que, además de anunciar que se iba a suprimir en septiembre la intervención administrativa que realizaba Rafael Bolívar en Emalsa, dijo que dicha actuación había sido una farsa (palabras textuales). Lo curioso es que esa inspiración de Hidalgo debió ser divina, porque faltaba un informe de Bolívar y ni siquiera había hablado una vez con él en ese periodo. ¿Cómo sabía que había sido una farsa y que los informes que Bolívar había emitido, respaldados por otros cuatro técnicos municipales, eran por lo tanto también una farsa? Misterio.