Espacio de opinión de Canarias Ahora
Historia del puto dinero
Se trata, no vayan a creer, de un hecho real propiciado por el brusco cambio de actitud de El País respecto a Zapatero que se ganó la voluntad de este su nuevo lector. Después de años de entendimiento con los psocialistas (con Felipe González, propiamente), que permitieron a Prisa convertirse en el primer grupo mediático de España y establecer conexiones latinoamericanas, que explican su apoyo a las opciones conservadoras en los procesos políticos que allí se viven, llegó la ruptura.
Nada de particular tienen, desde luego, los desencuentros y rompimientos tipo devuélveme el rosario de mi madre. Pero sí conviene tener claro que en esta ocasión la razón no es ideológica sino que está relacionada, para decirlo mal y pronto, con el puto dinero. Prisa tiene dificultades financieras que trata de superar mediante la venta de Sogecable, su principal activo, que perdería buena parte de su valor si no dispone en exclusiva de los derechos del fútbol. Por eso no le ha gustado el decreto sobre la TDT al propiciar que Gol TV (que cuenta con los mismos accionistas que el diario Público) se convierta en serio rival al perfilarse como grupo emergente en el sector. De ahí que El País se haya tirado al cuello de Zapatero al que acusa de tratar de ayudar a sus amigos (Gol TV y Público, supongo), lo que viniendo de Prisa manda huevos. De pronto ha pasado a primer plano la soledad de Zapatero, su mal gobierno, sus improvisaciones, sus torpezas varias, su autoritarismo, las disidencias dentro de su partido y cosas por el estilo. No digo que éstas no existan, pero no sé hasta qué punto exagera El País y sospecho que sin el dicho decreto de la TDT esos problemas no le hubieran parecido tan graves ni hubiera proyectado su despecho estrictamente empresarial hasta convertirlo en un nuevo problema político.
Como no me gusta meterme en cosas de personas mayores, lo dejaré aquí.
Sólo insistiré que se trata de una bronca por asuntos de dinero que lleva a una pregunta airada: ¿hay derecho a que estas peleas por la pasta se conviertan en un conflicto de primera magnitud? Yo creo que no, pero como no hay mal que por bien no venga, debe consolarnos el que podamos así enterarnos de la naturaleza de las relaciones de los grupos mediáticos con el poder. Ya vimos en su día las operaciones de Aznar contra Prisa, que se mostró dispuesta a pactar ventajas con el Gobierno pepero, si bien no aceptó por último la plena sumisión, modelo ABC, que se le exigía.
Ahora vemos que a Prisa se le complica su situación financiera, al tiempo que apunta un grupo competidor presuntamente bendecido por Zapatero. Algo de esto se dijo cuando apareció Público.
Si trasladamos al ámbito canario estas trapisondas, se observa que la soriasis se ha ido extendiendo entre los medios isleños, en algunos casos de forma llamativa. Creo que viene a cuento aquel agradecimiento de Franco a los medios informativos por lo que bien que lo trataron durante su largo mandato. No sé si el Caudillo pecó de cinismo, si se trataba de un sarcasmo gallego o qué. Pero es cierto que aquel buen trato le salió más barato que a los actuales políticos. Que, por cierto, no ponen las perras de sus bolsillos.
Se trata, no vayan a creer, de un hecho real propiciado por el brusco cambio de actitud de El País respecto a Zapatero que se ganó la voluntad de este su nuevo lector. Después de años de entendimiento con los psocialistas (con Felipe González, propiamente), que permitieron a Prisa convertirse en el primer grupo mediático de España y establecer conexiones latinoamericanas, que explican su apoyo a las opciones conservadoras en los procesos políticos que allí se viven, llegó la ruptura.
Nada de particular tienen, desde luego, los desencuentros y rompimientos tipo devuélveme el rosario de mi madre. Pero sí conviene tener claro que en esta ocasión la razón no es ideológica sino que está relacionada, para decirlo mal y pronto, con el puto dinero. Prisa tiene dificultades financieras que trata de superar mediante la venta de Sogecable, su principal activo, que perdería buena parte de su valor si no dispone en exclusiva de los derechos del fútbol. Por eso no le ha gustado el decreto sobre la TDT al propiciar que Gol TV (que cuenta con los mismos accionistas que el diario Público) se convierta en serio rival al perfilarse como grupo emergente en el sector. De ahí que El País se haya tirado al cuello de Zapatero al que acusa de tratar de ayudar a sus amigos (Gol TV y Público, supongo), lo que viniendo de Prisa manda huevos. De pronto ha pasado a primer plano la soledad de Zapatero, su mal gobierno, sus improvisaciones, sus torpezas varias, su autoritarismo, las disidencias dentro de su partido y cosas por el estilo. No digo que éstas no existan, pero no sé hasta qué punto exagera El País y sospecho que sin el dicho decreto de la TDT esos problemas no le hubieran parecido tan graves ni hubiera proyectado su despecho estrictamente empresarial hasta convertirlo en un nuevo problema político.