Espacio de opinión de Canarias Ahora
Los hooligans y ultra sur de la comunicación
Tenía la idea de que la profesión periodística era una profesión noble, imparcial, independiente, informativa, de prestación de un servicio a la ciudadanía informándole de todo aquello que ocurre en su región, país o en el mundo entero y que nos ponía al día no sólo de lo que ocurre sino que denunciaba todo aquello relacionado con la corrupción siendo critico además con los poderes del Estado cuando estos no cumplen con su deber de atención a los ciudadanos. Esa idea la sigo teniendo porque no cabe duda que existen periodistas que cumplen con esa misión y la ejercen en el día a día pero también es verdad que cada vez con más frecuencia estamos viendo en distintos programas televisivos a periodistas tertulianos que al calor del poder y del dinero se convierten en verdaderos Hooligans y Ultra sur del gobierno haga este lo que haga, justificando siempre cualquier decisión tomada por aquel sin que se les caiga la cara de vergüenza.
Ejemplo tenemos en esta región con el reciente fallecimiento de D. Pepito el “alma mater” del periódico “El Día” de Tenerife al que la mayoría de los poderes públicos y económicos de nuestra región le ha rendido un homenaje, con galardones, placas y demás, a mi entender absolutamente inmerecido, porque entiendo que D. Pepito no ejerció con honradez la profesión periodística, no fue nunca independiente a la hora de ejercer su profesión sino todo lo contrario. Durante años cimentó todas sus energías en el odio hacía el canarión y a todo aquello que procediera de Gran Canaria, insultando, ultrajando, vilipendiando a una parte de su tierra con toda la cizaña de la que era capaz de transmitir a través de su periódico todos los días de año y así durante muchísimos años. Y a ello se prestaron periodistas de canarias que entraron por el aro del pesebrismo, escribiendo aquello que D. Pepito quería oír en contra de los Gran Canarios sin importarles para nada si tenía razón o no, simplemente trabajaban en una empresa de la que cobraban y tenían que estar en la misma línea editorial que el periódico marcaba. Por eso no pueden hablar de periodismo independiente porque para nada lo es. Más tarde cuando se cabrea con Coalición Canaria y con el Presidente Rivero al no seguir sus directrices, D. Pepito y sus adlatares, de la noche a la mañana se vuelven independentistas de los más ultras que hay en Canarias, seguramente más que para defender a Canarias, para defender sus intereses Por eso no entiendo a que vienen los premios y el reconocimiento a un señor que hizo, a mi entender, un periodismo indigno.
En las tertulias a nivel nacional tenemos a los Marhuendas (patético) Director de un periódico de derechas, que no sabemos por cierto de dónde saca tiempo para dirigirlo al estar todo el día en las televisiones de nuestro país como vocero del gobierno. Estomago agradecido de Aznar y Rajoy con los que ocupó cargo político, encuentra siempre argumentos para defender lo indefendible. Y mi crítica no viene porque su periódico tenga una ideología de derechas, sino porque su periodismo está muy lejos de ser lo que exige el código deontológico de esta profesión. Acaba, por cierto, apartando del cargo a su Subdirectora Esther Palomera por salirse fuera del guión y según algunos por presiones de los poderes políticos que nos gobiernan. Los Alfonso Rojo, Pio Moa procedente este último de los Grapo grupo terrorista de los años 70 y acusado de asesinatos y asaltos acogiéndose posteriormente a medidas de reinserción.... y no se les cae la cara de vergüenza a ciertas televisiones de derechas de tenerlo en los platos impartiendo lecciones a todos los españoles de cómo debemos comportarnos. Todos estos son los Ultras Sur del periodismo. No les interesa informar, no les interesa sacar la verdad, sólo velan por sus intereses y como dice un amigo mío “la pela es la pela”.
No digamos ya del periodismo deportivo, es de pena lo que cada día hay que ver en los programas deportivos convertidos más en unos “sálvame de luxe” de los deportes, que en programas serios donde se puede discrepar pero donde se analiza con rigor cualquier acontecimiento deportivo como sucede por ejemplo en los programas de este tipo de la cadena pública. Lo demás es una bazofia difícil de digerir y con unos personajillos patéticos y vergonzantes que nada tienen que ver con el periodismo serio y de rigor. Los Hooligans y Ultra Sur de los programas deportivos se ponen a la altura de cualquier fanático aficionado y es más, y lo digo yo, alientan a estos con su fanatismo en los platos a cometer cualquier atrocidad dentro de los campos de futbol. Eso no es periodismo ni es nada que se le parezca, muy lejos desde luego de esos periodistas que si están ejerciendo su profesión jugándose la vida como corresponsales en países en conflictos y que estoy seguro de que sus emolumentos son bastante menores que estos energúmenos de la comunicación.
El periodismo de investigación que quiso encarnar Pedro J. con su teoría de la conspiración con los atentados del 11 M llegando a extremos de ridiculizar a sus profesionales con tal de conseguir sus objetivos. Acostumbrado a cambiar jefes de estado cuando no le gustaba emprendiendo una cacería personal contra ellos y convirtiéndose en el mayor manipulador periodístico de este país también fue aniquilado por los poderes políticos actuales que se sentían incómodos con esa última cacería personal en contra de Rajoy y de la Corona.
Alguno se preguntará porque no hago crítica de periodistas de centro-izquierda y es cierto que no lo hago porque creo que los periodistas de centro-izquierda al contrario que los de derechas si son críticos con sus mismos postulados, con sus editoriales, son capaces de hacer crítica y dura contra partidos de izquierdas cuando estos gobiernan, incluso son mesurados a la hora del halago, no suelen ser viscerales y si no que se lo digan a Zapatero que siendo uno de los Presidentes que mayor libertad de expresión dio a los medios de comunicación públicos como nunca antes había sucedido, le llueven las criticas, no sólo del periodismo de derechas, sino de la misma izquierda. No pretendo que el periodismo este vacío de ideología pero sí que dejen de ser unos aficionados de Ultra Sur agitando cada uno sus banderas llegando a justificar o a mirar para otro lado en todos los casos de corrupción que existen en nuestro país, que, paradójicamente, en muchas ocasiones, son descubiertos por la prensa pero que después cada uno se posiciona según sus intereses políticos y económicos del momento.
Un periodista que se precie debe mantener la dignidad de su profesión y si no la mantiene entonces me alegro de que Mourinho les dé plantón como lo hizo cuando estuvo en Madrid sacándole los colores a más de uno por no hacer preguntas de periodista sino de aficionado, y que conste que no soy fans del citado entrenador, o cuando por primera vez este entrenador manda a su segundo para hacer la rueda de prensa post partido, lo que tenían que haber hecho todos es levantarse y macharse, pero no, se quedaron, por lo tanto asintieron y lo volvió a hacer cuando le dio la gana, ahí es cuando hay que defender esa dignidad.
Esta crisis está acabando con todo y como no podía ser menos también llegan las dificultades económicas al periodismo más independiente en este país, y como no, también parece que sucumbe a las promesas de ayudas, a los posibles créditos y se nota como van cambiando su línea editorial y como ciertos periodistas se van marchando y buscando otros acomodos. En definitiva, es muy triste ver como el todopoderoso “Don dinero” arrasa con todo y es capaz de cambiar hasta la línea editorial de un periódico. Dicen que el periodismo es el cuarto poder pero ahora mismo dudo mucho que lo sea. Menos mal que por el contrario surgen nuevas iniciativas de periodismo digital que, aunque también con algunas dificultades, mantienen su independencia y rigor por encima de intereses económicos y menos mal que surgen también nuevos periodistas que están marcando la pauta por encima de esas dificultades económicas y de la presión de los poderes públicos. Menos mal que esos periodistas mantienen la dignidad de la profesión ante la indignidad de los demás. Los Hooligans y los Ultra sur del periodismo no pueden triunfar nunca frente al periodismo serio, independiente y de rigor que tiene como misión prestar un servicio a la sociedad de veracidad de lo que ocurre a nuestro alrededor.
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