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La igualdad según el PP

El recurso contra la ley de paridad lo presentó el PP después de que en las elecciones muncipales fuese rechazada su lista municipal al ayuntamiento de Garachico que lideraba Pilar Merino. El PP de Canarias volvió a defender ayer su postura. Su líder dijo que la ley de paridad perjudica la igualdad porque ha impedido que se presentase una lista formada sólo por mujeres. No dijo Soria que la misma ley también prohíbe que se presenten listas formadas sólo por hombres.

La decisión del PP de utilizar a mujeres de Garachico para criticar una ley defendida por todas las organizaciones que trabajan por la igualdad por la mujer y por el resto de partidos políticos provocó que Pilar Merino no pudiese entrar en el ayuntamiento tinerfeño. Después de las elecciones Paulino Rivero nombró consejera de Agricultura a Pilar Merino en un gobierno que destacó como una cualidad propia su carácter “paritario” porque tiene el mismo número de hombres y mujeres al frente de las distintas consejerías. Resulta curioso que Pilar Merino no encontró hombres para confeccionar la lista de Garachico y, sin embargo, cuando nombró los altos cargos de su consejería casi no encontró mujeres. De los 8 altos cargos de Agricultura sólo dos son mujeres. Frente a las dos viceconsejerías y a las tres direcciones generales sólo puso a hombres. Los puestos reservados para dos mujeres son los de menos peso político: la Secretaría General Técnica y el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias.

También conviene recordar que Pilar Merino es ni más ni menos que la secretaria general del PP de Canarias, sin embargo desde su nombramiento todo el mundo ha dado por hecho que el número dos del PP de las islas es Larry Álvarez. Larry cayó en desgracia por abstenerse en la votación de los presupuestos del cabildo grancanario, pero la realidad es que hasta hace un mes Larry mandaba más en el PP que Pilar Merino a pesar de que desde el punto de vista orgánico Merino tenía un puesto superior.

Por eso no puede resultar creíble un partido que pone como número dos a una mujer y luego no respeta su cargo. Y mucho menos creíble es que la misma persona que sólo puso a mujeres en la lista que aspiraba a gobernar un ayuntamiento, luego cuando tiene que conformar su equipo en la consejería de Agricultura el 75% de los altos cargos son hombres y las dos mujeres están en los puestos más bajos. Todo esto por no hablar del constante apoyo del PP a la jerarquía de la iglesia católica, una institución absolutamente machista que no permite que las mujeres puedan acceder a sus puestos de responsabilidad. Escuchar a estos dirigentes del PP hablar de su preocupación por los derechos de la mujer da la misma risa que produciría ver al Conde Drácula en una campaña para donar sangre.

Juan García Luján

El recurso contra la ley de paridad lo presentó el PP después de que en las elecciones muncipales fuese rechazada su lista municipal al ayuntamiento de Garachico que lideraba Pilar Merino. El PP de Canarias volvió a defender ayer su postura. Su líder dijo que la ley de paridad perjudica la igualdad porque ha impedido que se presentase una lista formada sólo por mujeres. No dijo Soria que la misma ley también prohíbe que se presenten listas formadas sólo por hombres.

La decisión del PP de utilizar a mujeres de Garachico para criticar una ley defendida por todas las organizaciones que trabajan por la igualdad por la mujer y por el resto de partidos políticos provocó que Pilar Merino no pudiese entrar en el ayuntamiento tinerfeño. Después de las elecciones Paulino Rivero nombró consejera de Agricultura a Pilar Merino en un gobierno que destacó como una cualidad propia su carácter “paritario” porque tiene el mismo número de hombres y mujeres al frente de las distintas consejerías. Resulta curioso que Pilar Merino no encontró hombres para confeccionar la lista de Garachico y, sin embargo, cuando nombró los altos cargos de su consejería casi no encontró mujeres. De los 8 altos cargos de Agricultura sólo dos son mujeres. Frente a las dos viceconsejerías y a las tres direcciones generales sólo puso a hombres. Los puestos reservados para dos mujeres son los de menos peso político: la Secretaría General Técnica y el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias.