Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
La guerra entre PSOE y PP bloquea el acuerdo entre el Gobierno y las comunidades
Un año en derrocar a Al Asad: el líder del asalto militar sirio detalla la operación
Opinión - Un tercio de los españoles no entienden lo que leen. Por Rosa María Artal

No son iguales

Por la boca chica afirman que quieren regenerarse y modernizarse para volver a tener la confianza de esos más de once millones de ciudadanos que les votaron hace menos de cuatro años, pero no hacen nada para convencernos de que hablan en serio. Hasta se permiten el lujo de indultar banqueros.

Los militantes están buscando a un líder que aún no se les ha aparecido. Rubalcaba, a pesar de lograr el peor resultado del PSOE desde la muerte de Franco, se autopostula para seguir llevando las riendas del partido.

Chacón, a pesar del batacazo en Cataluña, también quiere suceder a Zapatero. Alfonso Guerra aparca la idea de que las mujeres y los niños primero, muy propia de los naufragios, tanto navales como electorales.

Bono, muy a su estilo patriótico, preconiza un futuro secretario general (solo habló en masculino) al que no le dé vergüenza decir “viva España” en un congreso del PSOE. Sería la primera vez que se vociferaría ese grito en una convención del Partido Socialista.

Él es muy dado a enardecer a las masas con esas arengas patrióticas. Ya lo hizo como ministro de Defensa, lo mismo que la ministra del ramo en funciones por razones de su cargo. Aunque si quiso descalificar el socialismo catalán, como a su modo intentó hacerlo Guerra, le salió el tiro por la culata.

En Canarias los socialistas han aprendido de sus barones pues han colocado a uno de ellos, Jerónimo Saavedra, al frente de la Diputación del Común. Siguiendo los consejos de Guerra, ni es joven ni mujer; según las preferencias de Bono, no es sospechoso de ser antipatriota.

Sin embargo, se le premia por sus malos resultados en la capital grancanaria, como ya criticó Juan Fernando López Aguilar. El veterano dirigente socialista ha tenido que renunciar a cuarenta años de militancia para franquear su entrada en la institución, como si de golpe se despojase de su pasado ideológico. Que renuncie a la militancia no significa que deje de ser socialista, por lo que el requisito formal es una chorrada.

Los que se han comportado como unos auténticos patriotas son los nuevos diputados de Izquierda Unida Cayo Lara y Alberto Garzón, que han renunciado al plan de pensiones privado que regala las Cortes. No hay precedentes. Es una decisión ética y coherente con el ideario de IU que ha causado sorpresa cuando lo único que debería originar es comprensión y aplauso. Con ella han dejado con el culo al aire a los demás políticos, muy dados a favorecerse con privilegios vedados al resto de la ciudadanía. Con estos gestos es posible que la gente vuelva a confiar en los políticos y pueda creer por fin que todos no son iguales.

Por la boca chica afirman que quieren regenerarse y modernizarse para volver a tener la confianza de esos más de once millones de ciudadanos que les votaron hace menos de cuatro años, pero no hacen nada para convencernos de que hablan en serio. Hasta se permiten el lujo de indultar banqueros.

Los militantes están buscando a un líder que aún no se les ha aparecido. Rubalcaba, a pesar de lograr el peor resultado del PSOE desde la muerte de Franco, se autopostula para seguir llevando las riendas del partido.