Espacio de opinión de Canarias Ahora
Los instrumentos del poder
Seguramente existen en este País personas que podrían señalar, porque están casi convencidas de que eso es así; a presuntos corruptos. No lo hacen, porque no tienen pruebas documentales y si algunos creen que las han tenido, no han estado suficientemente apoyados para tirar hacia delante. No es fácil para un profano tener pruebas contundentes que permitan tirar de la manta.
¿Cuántas personas de diferentes profesiones han escuchado, son conocedoras de asuntos turbios indemostrables que no han visto la luz? ¿Cuántos profesionales son pagados con puestos de altísimos salarios, con contratos desproporcionados; en medios públicos y privados para cumplir ciertos objetivos? ¿Cuántos estrategas son puestos en nómina para alcanzar ciertos fines? Si habláramos en el lenguaje de Podemos, ellos dirían que son la Casta. No me agrada la expresión y los podríamos bautizar como “los instrumentos del poder”. Seguramente a más de uno conocemos y hasta tenemos que saludarlo.
Esos instrumentos de los poderosos; de políticos, de los sectores económicos, financieros, son los verdaderos estrategas para conseguir cosas ilegales, para sembrar cortinas de humo en los medios de comunicación, para llegar a personas, empresas, Instituciones, grupos de poder, etcétera; son verdaderos corruptos.
El afirmar o negar con la cabeza permaneciendo mudo era y podría ser, una solución. Recordaba la película “todos los hombres del Presidente”, interpretada entre otros, por Robert Reford y Dustin Hoffman, en la que encarnaban a dos periodistas del “Washington Post” en el caso Watergate, que llevó a la dimisión del Presidente de los EEUU, Richard Nixon, en agosto de 1974.
Esos periodistas de ese afamado periódico, Bob Woodward y Cal Bernstein, pusieron al descubierto las actividades ilegales de la Administración. En julio de 1974. La investigación judicial de la Corte Suprema, acusó de obstruir las investigaciones judiciales, abuso de poder, ultraje al Congreso y el haber utilizado a la CIA y al FBI con fines políticos. Ello como se decía anteriormente llevó a la renuncia al cargo; del Presidente Nixon.
Para llegar a los corruptos del Partido Republicano, los periodistas tuvieron que tener pruebas de quienes eran los cinco hombres que habían ejecutado el proyecto corrupto, a instancias del Presidente. Las personas consultadas por los periodistas pudieron delatar a cuatro, utilizando la afirmación y negación, con un movimiento de cabeza del delator o delatora.
El quinto fue confirmado telefónicamente, mediante el silencio pactado entre el periodista y el delator, a la pregunta del nombre del corrupto. En ese momento saltó el escándalo, con la publicación de los nombres en primera página, en el Washington Post; uno de ellos era el Ministro de justicia. A esos cinco “instrumentos del poder”, más de treinta años después, un ex directivo del FBI confesó que era él, quien les había dado información a los periodistas, para que llegarán a esclarecer el complicado caso de corrupción.
Una característica común a todos los instrumentos del poder es que mienten y además saben hacerlo. Asesoran a sus políticos de cabecera, a los importantes, ellos están en un segundo plano de los asuntos que tienen tirón en la ciudadanía. Hablan siempre de trasparencia, respeto a los derechos laborales, respeto a los derechos humanos, etcétera, etcétera. Detectar esas mentiras es muy difícil en el momento que las sueltan. Con el tiempo todo se sabe. Pero los más complicados de detectar; son los auténticos mitómanos, ellos viven en un mundo de mentiras y, lo saben.
Esos instrumentos del poder algunos de ellos y sus jefes en la cárcel, es evidente que no les funcionó la estrategia; algo falló. En esos casos los instrumentos de control del Estado democrático funcionaron. El Sistema no falló. Tenemos muchos casos en España de ese acertado control que ha dado con las posaderas de algunos en la cárcel. Aunque aún queda mucho por hacer, pero ello requiere medios materiales y humanos, de los que la justicia tiene una enorme escasez según los jueces.
Los casos más relevantes de corrupción por el impacto mediático, podrían ser, el caso Bárcenas, la trama de los ERES, el caso del honorable y su familia en Cataluña. Como estos hay otros muchos y la lista sería interminable. Son casos que requieren muchas horas de trabajo y dada la escasez de medios señalada, las estrategias de los abogados de los defendidos, aplicando recurso tras recurso, dilatando los procedimientos judiciales; se hacen interminable los procedimientos para dictar sentencia. Nadie duda que se requiere un cambio de la Ley.
El caso Bárcenas y sus ramificaciones y el de los ERES en Andalucía son dos restos importantes para los jueces. El juez Ruz y la jueza Mercedes Alaya están demostrando una gran fortaleza física y mental. Las investigaciones de Pujol y de sus hijos, requiere tiempo y esfuerzo, no olvidemos que el patriarca detento el poder Institucional más de veinte años, pero ha estado olfateando el poder muchos años más.
Seguramente existen en este País personas que podrían señalar, porque están casi convencidas de que eso es así; a presuntos corruptos. No lo hacen, porque no tienen pruebas documentales y si algunos creen que las han tenido, no han estado suficientemente apoyados para tirar hacia delante. No es fácil para un profano tener pruebas contundentes que permitan tirar de la manta.
¿Cuántas personas de diferentes profesiones han escuchado, son conocedoras de asuntos turbios indemostrables que no han visto la luz? ¿Cuántos profesionales son pagados con puestos de altísimos salarios, con contratos desproporcionados; en medios públicos y privados para cumplir ciertos objetivos? ¿Cuántos estrategas son puestos en nómina para alcanzar ciertos fines? Si habláramos en el lenguaje de Podemos, ellos dirían que son la Casta. No me agrada la expresión y los podríamos bautizar como “los instrumentos del poder”. Seguramente a más de uno conocemos y hasta tenemos que saludarlo.