Israel tiene mal el reloj

Por ejemplo, la crisis económica está llegando con mucho retraso a la economía israelí. Esto es una buena noticia para Israel, que igual le permite acortar el periodo de vacas flacas que todo occidente sufre. En este caso, el atraso del reloj le ha venido muy bien al desarrollo del pequeño país mediterráneo.

Otro ejemplo. Ha votado la ciudadanía israelí. Y su reloj ha atrasado varias horas en la Historia.

Cuando el mundo entero está poniendo en cuestión los planteamientos neo-conservadores en todos los campos (incluidos la economía y las relaciones internacionales), Israel vota a la derecha o a más a la derecha. No se quién gobernará mañana Israel, pero sin duda va a ser un personaje ideológicamente conservador. El viejo partido laborista que construyó el sueño israelí puede quedar el cuarto en el ranking de mayor a menor.

No parece que el reloj de Israel quiera adelantar o ponerse en hora, no, quiere retrasar y apoyarse en un presente cada día más macizo e inmóvil.

Llega el nuevo Presidente Obama a la Casa Blanca. Muchos creemos que, su forma de defender los intereses de los EEUU, no va a ser exactamente igual que la que utilizó su antecesor. Pequeñas diferencia, quizás, pero diferencias.

¿Se da cuenta el reloj israelí que hay que adelantar la hora? Hasta hoy, ningún síntoma; sigue con la manecilla pequeña atascado en la hora Bush.

¿Por qué se está retrasando tanto el reloj israelí? Visitar Israel da muchas pistas: hay ya una mayoría de ciudadanos que con lo que sueñan es con que el reloj se pare. No que se retrase o adelante, no, sencillamente que se pare.

Ni puestas al día, ni negociaciones, ni casi convivencia con “el otro”.

Al reloj de arena no se le da la vuelta, sencillamente se pone en horizontal.

No conozco a ninguna sociedad (por muy poderosa que sea) que pueda mantener mucho tiempo el reloj parado.

Tampoco Israel.

Pero me gustaría que la puesta en hora lo hicieran los propios ciudadanos israelíes, no que fuera forzada por nadie.

* Militante socialista, promotor de Nuevas Tecnologías y articulista de elplural.com

Luis Solana*