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Opinión - Un tercio de los españoles no entienden lo que leen. Por Rosa María Artal

La jauría

El asunto supera aquello de la botella medio vacía o medio llena y lo del color del cristal con que se mira. El rumor sobre la petición de ayuda financiera a España desplomó el martes la Bolsa. Una volada que consiguió el efecto buscado de acojonar al dinero haciéndole creer que el Estado español está a punto de dar la última boqueada. Y aquí viene lo de la botella y el color del cristal.

El rumor salió de las mismas agencias y círculos de enterados que no vieron venir la crisis, a pesar de ser su trabajo la prospección económica. Que lo diera por bueno la Prensa “seria” induce la sospecha de que el objetivo no era España sino el euro, por el que quieren calzar imaginen quiénes. En los países del norte europeo, ya saben, llaman “pigs” (cerdos“, en inglés), al conjunto de Portugal, Italia, Grecia y España (Spain, o sea), lo que ya tienen adelantado para que prosperen operaciones como ésta. De los ”pigs“, despreciados por mediterráneos amantes de la buena vida, sólo Italia escapa, por el momento, de la cochinada.

La respuesta de la Comisión Europea fue mejorar la previsión de los principales indicadores de la economía española en un porcentaje tan mínimo que optimista sería apreciar brotes verdes. Por su parte, Olli Rehn, comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, negó rotundamente que se haya solicitado ayuda financiera para España, “porque no la necesita”. Pero, lo dicho: cualquiera sabe.

Y uno que no sabe es Soria urgido por la necesidad de destacar en la jauría. Ya lo intentó cuando aún no le habíamos cogido el número y ahora, que lo conocemos, le apremia de colocarse en Madrid ante la posibilidad de un descalabro electoral. De ahí que ande por las TV peninsulares amigas como La Moyera, que no se salta una romería.

Por eso dispuso que uno de sus diputados le preguntara ad hoc en el Parlamento Canario para darse el gusto de afirmar que “España está más cerca de la suspensión de pagos que de crear empleo”. Si quiere ganar puntos en la consideración de Rajoy, en su derecho está, bonito fuera. Pero contradice el parecer de la Comisión Europea que considera posible que España salga de la recesión en este mismo trimestre. Menudo disgusto si eso ocurre.

Un amigo suele decir que entre chinos y rusos se queda con los japoneses, así que no discutiré el asunto. Ya se verá. Sólo recuerdo que el mismo Soria aseguró hace unas semanas que Canarias saldrá de la crisis antes que la Península. Es decir, considera que puede el Estado declararse en suspensión de pagos y Canarias seguir tan campante. ¿Será que de tanto rozarse con el neo independentismo pepitiano se ha convencido de que Canarias no es España y que si el Estado suspende pagos la noticia ha de ir como suelto en la sección de Economía Internacional?

Me queda por aclarar lo de la jauría pepera. Resulta que ordenando recortes del 2004 a esta parte observé en perspectiva que el PP no ha parado de ladrar. Que si la teoría de la conspiración; que si policías, fiscales y jueces le hacen la puñeta por orden del Gobierno; que si Zapatero es un papafrita aliado de ETA y el culpable de la crisis y del volcán islandés; que si Garzón es un cabrito y Gurtel pura invención y qué sé yo. Llevan así los peperos casi dos legislaturas y cansa abrir por la mañana el periódico con miedo de que te afanen el reloj y la pulserita cuasi milagrosa ésa o de que te muerda la hurona. Es lógico que en las encuestas aparezcan los políticos entre los principales problemas de la ciudadanía: llevan demasiado tiempo recorriendo por nuestras vidas cual jauría sedienta de poder y ya está bien.

El asunto supera aquello de la botella medio vacía o medio llena y lo del color del cristal con que se mira. El rumor sobre la petición de ayuda financiera a España desplomó el martes la Bolsa. Una volada que consiguió el efecto buscado de acojonar al dinero haciéndole creer que el Estado español está a punto de dar la última boqueada. Y aquí viene lo de la botella y el color del cristal.

El rumor salió de las mismas agencias y círculos de enterados que no vieron venir la crisis, a pesar de ser su trabajo la prospección económica. Que lo diera por bueno la Prensa “seria” induce la sospecha de que el objetivo no era España sino el euro, por el que quieren calzar imaginen quiénes. En los países del norte europeo, ya saben, llaman “pigs” (cerdos“, en inglés), al conjunto de Portugal, Italia, Grecia y España (Spain, o sea), lo que ya tienen adelantado para que prosperen operaciones como ésta. De los ”pigs“, despreciados por mediterráneos amantes de la buena vida, sólo Italia escapa, por el momento, de la cochinada.