El jeque Soria

El Ministro del Petróleo de España, José Manuel Soria alias “el salmón”, fijó como modelo para el desarrollo de Canarias a la monarquía absolutista de Arabia Saudí, y dos barriles de petróleo. Ya saben mis amables lectores que Arabia Saudí tiene mucho petróleo, y ninguna democracia, que para eso los jeques son los que mandan y el pueblo vive en la más absoluta pobreza. El día que haya una revolución en Arabia Saudí las cimitarras del pueblo se van a hinchar de cortar cabezas de jeques. De momento Soria tiene más prisa que Repsol en que comiencen las extracciones frente a Lanzarote y Fuerteventura, y no quiero ni pensar si me llenan de piche Morro Jable en la Maxorata o Playa Blanca en la isla conejera, que con perdón de otras magníficas zonas de ambas islas, estos dos sures son mis preferidos. El Ministro del Petróleo torpedea constantemente las energías renovables, y deja los intereses generales de Canarias para incrementar los beneficios de la multinacional Repsol, y le importa un pimiento poner en peligro el turismo en nuestras islas.

Soria se mueve en el chapapote, mejor piche en canario, como el pez en el petróleo, si un pez pudiera nadar en petróleo. Recientemente Greenpeace ha manifestado que Soria defiende las energías sucias, y acosa a las renovables como nunca. En unas declaraciones recientes ha tenido el cinismo de afirmar que “el descubrimiento de petróleo en Canarias sería la noticias energética más importantes de la historia de España”. Sin duda alguna la noticia más relevante sería que Canarias se autoabasteciera con la energía solar, eólica y maremotriz, en definitiva con las renovables, más limpias y más baratas con el transcurso del tiempo, dejando además para nuestros nietos un territorio más humano y en donde se pueda vivir más apegados a la naturaleza, con menos hormigón y más verde.

Entre otras cosas, Greenpeace le ha recordado al Jeque Soria que las energías renovables se pueden hacer de otra manera, que es posible otro modelo energético, que combina la eficiencia, inteligencia, electrificación, integración de todos los sectores energéticos y un suministro 100 por cien renovable, técnicamente viable, que ocuparía menos espacio en el territorio, que el actual basado en energías sucias y peligrosas. Pero el Jeque Soria y Ministro del Petróleo sólo oye a Repsol.

El Ministro del Petróleo de España, José Manuel Soria alias “el salmón”, fijó como modelo para el desarrollo de Canarias a la monarquía absolutista de Arabia Saudí, y dos barriles de petróleo. Ya saben mis amables lectores que Arabia Saudí tiene mucho petróleo, y ninguna democracia, que para eso los jeques son los que mandan y el pueblo vive en la más absoluta pobreza. El día que haya una revolución en Arabia Saudí las cimitarras del pueblo se van a hinchar de cortar cabezas de jeques. De momento Soria tiene más prisa que Repsol en que comiencen las extracciones frente a Lanzarote y Fuerteventura, y no quiero ni pensar si me llenan de piche Morro Jable en la Maxorata o Playa Blanca en la isla conejera, que con perdón de otras magníficas zonas de ambas islas, estos dos sures son mis preferidos. El Ministro del Petróleo torpedea constantemente las energías renovables, y deja los intereses generales de Canarias para incrementar los beneficios de la multinacional Repsol, y le importa un pimiento poner en peligro el turismo en nuestras islas.

Soria se mueve en el chapapote, mejor piche en canario, como el pez en el petróleo, si un pez pudiera nadar en petróleo. Recientemente Greenpeace ha manifestado que Soria defiende las energías sucias, y acosa a las renovables como nunca. En unas declaraciones recientes ha tenido el cinismo de afirmar que “el descubrimiento de petróleo en Canarias sería la noticias energética más importantes de la historia de España”. Sin duda alguna la noticia más relevante sería que Canarias se autoabasteciera con la energía solar, eólica y maremotriz, en definitiva con las renovables, más limpias y más baratas con el transcurso del tiempo, dejando además para nuestros nietos un territorio más humano y en donde se pueda vivir más apegados a la naturaleza, con menos hormigón y más verde.