Espacio de opinión de Canarias Ahora
Juicios paralelos
Amorós les salió gratis y cuando ya parecían agotadas las posibilidades del escándalo, Soria lo desenterró como réplica a ATIcc por la creación de la comisión parlamentaria del caso eólico. Y como la desvergüenza suele tener éxito, Gobierno y Parlamento entraron por el aro y amañaron con el PP aquellas conclusiones infames.
Todo eso lo reflejaron los periódicos. Cualquiera puede comprobarlo en dosieres y grabaciones que muestran la degradación de la política y del parlamentarismo canario.
Alberto Amorós ha salido con bien del trance, aunque personal y profesionalmente malherido por quienes hicieron apaños a su costa. Él mismo se quejó en Canarias Ahora.Radio de la utilización mediática de su caso por los políticos con los que se le ocurrió relacionarse; sin condón, el muy temerario. Pero está visto que aún da de sí a quienes quieren presentar lo suyo como un juicio paralelo. No para revindicarlo a él sino para proyectar esa idea del juicio paralelo sobre las informaciones acerca el largo listado de cosas raras por metro cuadrado (de solar) que acumula el PP soriano en cantidad suficiente para pensar mal; paralelamente, of course.
Nunca negaré que a los periodistas se nos va la mano y hasta exageramos en ocasiones; no en ésta, precisamente, pues siempre se ha sabido de su instrumentalización por políticos sin escrúpulos para ajustar cuentas, al margen de los indicios de irregularidades que hubiera. Y ahora, una vez agotado el recurso, tratan de proyectarlo de nuevo para quitarle hierro a otras cuestiones de verdadera enjundia, a ver si alguien se acojona y calla por temor a ser acusado de hacer juicios paralelos. Pero eso ya no funciona porque, gracias a Dios, siempre habrá un alcalde de Mogán, tan convencido de que los paralelos son los listones de mastro Ambrosio que se salió por la tangente de una rueda de prensa en plan carota.
No hay juicios paralelos porque las paralelas nunca se encuentran y aquí sí. Eso es lo hay o se le parece mucho.
Amorós les salió gratis y cuando ya parecían agotadas las posibilidades del escándalo, Soria lo desenterró como réplica a ATIcc por la creación de la comisión parlamentaria del caso eólico. Y como la desvergüenza suele tener éxito, Gobierno y Parlamento entraron por el aro y amañaron con el PP aquellas conclusiones infames.
Todo eso lo reflejaron los periódicos. Cualquiera puede comprobarlo en dosieres y grabaciones que muestran la degradación de la política y del parlamentarismo canario.