Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Puigdemont estira la cuerda pero no rompe con Sánchez
El impacto del cambio de régimen en Siria respaldado por EEUU, Israel y Turquía
OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

La Legión Cóndor

0

Lo cuenta Paul Preston en su biografía sobre Franco (reeditada estos días, en diez tomitos de entrega semanal, por el diario El País): “El 29 de abril, cuando los nacionales llegaron a Guernica, el carlista Jaime del Burgo preguntó a un teniente coronel del Estado Mayor de Mola: ‘¿Era necesario hacer esto?’. Con extraordinaria violencia el oficial gruñó: ”esto es lo que hay que hacer con toda Vizcaya y toda Cataluña“. Casi ochenta y seis años después, el espíritu del teniente coronel y de la Legión Cóndor parece que se agazapan y relamen en la sede del tribunal supremo, en los dictámenes de los jueces Marchena y Llarena. Los independentistas catalanes, en 2017, se emborracharon de sí mismos, de sus mentiras, de su mesianismo ludópata y de su falta de rigor histórico. Pagaron con la cárcel y la inhabilitación: olvidaron que estaban en un estado de derecho en el que no es posible romper las reglas de juego que el pueblo se ha otorgado. Hasta ahí, casi todo perfecto. Pero ocurre que en este país, hay otras gentes a las que también les gustaría romper la baraja porque no creen en la democracia y, mucho menos, en la forma de estado casi federal la cual, con defectos y virtudes, organiza la vida política, social, económica y administrativa de España.

Por eso la tentación de sacar a pasear a la Cóndor siempre está ahí. Ya no hay aviones ni bombas, pero sí interpretaciones de la ley. Todos interpretan, jueces e indepes. Los demás, estupefactos, no queremos que ninguna de las dos Españas nos rompa el corazón. TVE en Catalunya ha rescatado para la memoria un concierto que dio Serrat el 5 de setiembre de 1975 en el parque de Atracciones de Madrid. Para disfrutarlo.

Consciente de la seriedad de hogaño, que siempre se explica muy bien con la de antaño, me espanto con las actitudes y declaraciones de esa derecha montaraz que prepara metáforas de aviones, bombas y baterías de costa, ante las elecciones de mayo y las generales de diciembre. ¿Qué pasará si no ganan? Espero que no lean mucho a Preston, o sí. Él también cuenta que el general Mola “relacionó públicamente el destino de Guernica con el de Bilbao. Se dijo que había declarado: ‘Reduciremos Bilbao a cenizas y su desolado paraje quitará a los ingleses las ganas de apoyar a los bolcheviques vascos contra nuestra voluntad.’ Un escalofrío de terror recorrió Bilbao”. Qué bien que las elecciones autonómicas y municipales son en primavera, sin escalofríos.

Lo cuenta Paul Preston en su biografía sobre Franco (reeditada estos días, en diez tomitos de entrega semanal, por el diario El País): “El 29 de abril, cuando los nacionales llegaron a Guernica, el carlista Jaime del Burgo preguntó a un teniente coronel del Estado Mayor de Mola: ‘¿Era necesario hacer esto?’. Con extraordinaria violencia el oficial gruñó: ”esto es lo que hay que hacer con toda Vizcaya y toda Cataluña“. Casi ochenta y seis años después, el espíritu del teniente coronel y de la Legión Cóndor parece que se agazapan y relamen en la sede del tribunal supremo, en los dictámenes de los jueces Marchena y Llarena. Los independentistas catalanes, en 2017, se emborracharon de sí mismos, de sus mentiras, de su mesianismo ludópata y de su falta de rigor histórico. Pagaron con la cárcel y la inhabilitación: olvidaron que estaban en un estado de derecho en el que no es posible romper las reglas de juego que el pueblo se ha otorgado. Hasta ahí, casi todo perfecto. Pero ocurre que en este país, hay otras gentes a las que también les gustaría romper la baraja porque no creen en la democracia y, mucho menos, en la forma de estado casi federal la cual, con defectos y virtudes, organiza la vida política, social, económica y administrativa de España.

Por eso la tentación de sacar a pasear a la Cóndor siempre está ahí. Ya no hay aviones ni bombas, pero sí interpretaciones de la ley. Todos interpretan, jueces e indepes. Los demás, estupefactos, no queremos que ninguna de las dos Españas nos rompa el corazón. TVE en Catalunya ha rescatado para la memoria un concierto que dio Serrat el 5 de setiembre de 1975 en el parque de Atracciones de Madrid. Para disfrutarlo.