La libertad de prensa entre la cárcel y la muerte en tiempos de guerra

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La libertad de prensa es una columna de las libertades democráticas, pero la fortaleza de esa columna depende no de abstractas ideas, sino que depende de los periodistas, es decir, de personas concretas que arriesgan su vida y su honor.

Es decir, si los que tienen el “carnet profesional de periodista” se venden y traicionan los principios la columna se resquebraja o incluso se desmorona, y con ella las libertades democráticas que dependen de que la información sea la Verdad y no la manipulación forzada por intereses económicos y políticos.

Se dice que la primera víctima de la guerra es la Verdad. Y eso ocurre tanto en las guerras declaradas como en las que no llevan ese nombre como en Palestina o en la “Operación Militar Especial” de Ucrania.

La periodista palestina Shireen Abu Akleh

La periodista palestina Shireen Abu Akleh de la cadena Al-Jazeera cayó muerta de un disparo en la cabeza en la ciudad de Yenín, en la Cisjordania ocupada por Israel.

La cadena Al-Jazeera ha acusado a las fuerzas armadas de Israel de matar intencionalmente a una de sus más renombradas periodistas,.. Ha sido por un disparo en la cabeza durante una redada del Ejército este miércoles en la ciudad de Yenín, en la Cisjordania ocupada,

El Canal de Al Jazeera de Qatar no ha dudado en calificar el suceso de “asesinato premeditado a sangre fría”. Otro periodista, Ali Smoudi, que también estaba trabajando en aquella zona, resultó herido también aunque ahora se encuentra fuera de peligro. Ambos formaban parte de un grupo de siete reporteros, todos con protección. Atravesaron la zona con tropas israelíes, así que los soldados les pudieron ver, de manera que no iban incontrolados sino acompañados por soldados israelíes.

Tel Aviv alega que los miembros de su Ejército fueron atacados mientras actuaban en Yenín y que respondieron a los disparos. Además, asegura el portavoz israelí que está comprobando si los informadores fueron abatidos por palestinos. O sea, las víctimas se transforman en autores.

Una de Delegación de la Unión Europea viajó a Israel a investigar el asunto.

Manu Pineda, el eurodiputado al que Israel prohibió la entrada, pedirá medidas recíprocas a la Unión Europea si Israel no levanta el bloqueo.

Pero, claro, no es lo mismo ser parlamentario europeo que serlo de Estados Unidos.Manu Pineda debía encabezar un grupo de 6 eurodiputados que visitarían Cisjordania como presidente de la Delegación para las Relaciones con Palestina en el Parlamento Europeo, que finalmente fue cancelada tras el veto de Israel. Pineda dice que la prohibición se debe a que pidió incluir un debate en el Parlamento Europeo sobre la muerte en tiroteo unilateral de la periodista Shireen Abu Akleh durante una redada del ejército israelí en Cisjordania ocupada. Lo que ignoraba el que apretó el gatillo asesino era que la periodista era palestino-estadounidense y que, al ser asesinada mientras cumplía su misión como reportera en Cisjordania, eso no podía ser ignorado por el Gran Hermano norteamericano que reclama una información veraz sobre los hechos. La cadena Al Jazeera, para la que ella trabajaba, acusa a las fuerzas israelíes de haberla asesinado “a sangre fría”.

“Yo lo interpreto como una sanción tácita, no hacía mi, sino al Parlamento por haberse posicionado contra el asesinato de esta periodista. Esta es mi interpretación”, explicó Pineda en una rueda de prensa en Bruselas.

“Aquí se ha faltado al respeto a este Parlamento. Esto es un atropello al Parlamento europeo. Yo no iba allí como Manu Pineda. No iba como el eurodiputado de La Izquierda o Izquierda Unida. Yo iba allí como presidente de la delegación del Parlamento Europeo para relaciones con Palestina” explicó el eurodiputado español.

Roberta Metsola, la presidenta del Parlamento Europeo, que casualmente se encontraba de visita en Israel, trató el espinoso tema con el ministro de Asuntos Exteriores israelí. También visitó la Knéset (parlamento israelí) donde insistió en la solución de los dos Estados para Israel y Palestina. Esto no agradó a los diputados ultranacionalistas y varios abuchearon a la presidenta. Esta respondió: “Sé que hay quienes no están de acuerdo. Y sé que ha habido múltiples comienzos en falso en el proceso. Sé que no todos ven la paz como un objetivo. Y sé lo difícil que debe ser decirle a una madre cuyo hijo ha sido asesinado que la paz es la respuesta. Y hay demasiadas madres así. Demasiadas”, afirmó valientemente Metsola ante el parlamento israelí.

La UE siempre ha apoyado la idea de que la solución pasa por la constitución de dos Estados como única vía para la paz en Oriente Medio y basada en las fronteras de 1967, con Jerusalén como capital de ambos.

Las autoridades de Israel no doblan el brazo pero, según Al-Jazeera, el disparo fue de un soldado profesional israelita. El Director editorial Mohamed Moawad hizo responsable de los disparos y de la muerte de Shireen Abu-Akleh al gobierno de Israel. Y la Fiscalía de Palestina en sus conclusiones dice la periodista fue “asesinada de un tiro en la cabeza por un soldado israelí”... Víctima de un disparo que le entró por debajo de la oreja a pesar de que estaba identificada como periodista por llevar casco y chaleco protector como Prensa.

No se mata la verdad matando periodistas y tarde o temprano habrá luz sobre los hechos.

Periodista o espía: Julian Assange

La entrega descarada y vergonzosa de Julian Assange por el oligárquico gobierno del BREXIT anti-europeo y mentiroso de Boris Johnson a unos Estados Unidos que mantienen centros de tortura en Guantánamo, Rumanía y otros países, quedará para la historia de la persecución del periodismo libre. Los líderes americanos, desde Obama, Trump o Biden han burlado la esencia de lo que tanto presumen, de la Libertad de Prensa, así la actividad periodística de informar y vigilar los movimientos del Gobierno ha pasado a ser manifiesto espionaje y pseudoterrorismo. Con el periodismo independiente se entiende lo que hicieron Julian Assange y WikiLeaks, recibir y transmitir información veraz, así la información acreditada de crímenes de guerra estadounidenses en Irak y Afganistán, pasó de ser tarea informativa a ser colaboración con el terrorismo, difundirla y publicarla no era de interés público, según los gobiernos que no quieren ser controlados, y así se castiga por traición o como delincuentes a los autores de informaciones críticas que denuncian actos ilegales de los gobiernos y los denunciantes pasan a ser juzgados y condenados

El fundador de Wikileaks Julian Assange recurrirá la decisión del gobierno británico de extraditarlo a Estados Unidos. Los abogados de la defensa de Assange insisten en que Estados Unidos no ofrece garantías de un juicio justo, después de que el Gobierno del Reino Unido autorizara su extradición. Queda un último recurso para Assange, como explicó su hermano, Gabriel Shipton: “Julian Assange recurrirá esta decisión ante el Tribunal Superior del Reino Unido. Hay 14 días para apelar la decisión del gobierno conservador Johnson”. Pero lo que esta decisión significa es que el periodismo básico, el periodismo independiente se torna actividad peligrosa al borde de la delincuencia o el terrorismo.

Resulta curioso que sea precisamente un portavoz del gobierno chino Wang Wenbin el que da públicamente lecciones al Imperio británico, diciendo: “El caso de Assange es un espejo que refleja la hipocresía de las declaraciones de EE.UU. y el Reino Unido sobre la libertad de prensa: las personas pueden exponer a otros países, pero pueden enfrentar un fuerte castigo, si los expone a ellos y a sus aliados”,

En sus declaraciones el diplomático chino denunció que, para Estados Unidos, reprimir a los medios es ‘actuar de acuerdo a la ley’, mientras hacer que los medios rindan cuentas en otros países equivale a ‘persecución política’.

Denunció que el Reino Unido no ha escatimado fuerzas para ayudar a Estados Unidos a arresta, apresar y extraditar a Assange, Wang ha dicho que Londres pone de manifiesto su lealtad a su sumisa relación especial con EE.UU. y destacó el hecho de que “Estados Unidos y el Reino Unido han trabajado codo a codo para llevar la represión transnacional contra individuos particulares”.

Y esta vez no se trata de un cuento chino, sino de una declaración oficial y pública.

Recordemos: la ministra británica del Interior, Priti Patel, firmó la extradición a Estados Unidos del fundador de la plataforma digital Wikileaks, Julian Assange, quien publicó una gran cantidad de documentos sobre las invasiones de Estados Unidos a Afganistán e Irak, y reveló hechos ilegales sobre las operaciones de piratería de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de los EE.UU.

Assange ha luchado por la libertad de información y ha caído en las garras de los poderosos. Su Calvario no ha terminado.

O con la OTAN y contra Rusia o a la cárcel

Alemania parecía antes de la guerra en Ucrania un país ideal con respeto a la libertad de opinión, pero algo ha cambiado en el reloj de la Democracia germánica, y el reloj no marca las horas objetivamente, sino a gusto del gobierno y de la Oposición democristiana conservadora..

Varios gobiernos regionales han prohibido manifestaciones a favor de Rusia, mientras que se promueven a diestro y siniestro manifestaciones pro-ucranianas y anti-rusas.

Alina Lipp que es una periodista germano-rusa establecida en Donetsk, en el Dombás, desde el pasado otoño, trabaja como .periodista. Alina Lipp informa sobre el conflicto ruso-ucraniano como periodista independiente, al igual que Anne-Laure Bonnel que presentó The Best en el 2018 y Christelle Néant (Global Research). Sus informaciones no son del gusto del gobierno alemán, pues Alina Lipp es bastante popular, quizás demasiado popular ya que tiene nada menos que 167.000 subscriptores en el servicio de mensajería Telegram, ampliamente recogido por los sitios web de noticias.

¿No es sorprendente que la periodista alemana Alina Lipp haya sido tachada de “terrorista” por el gobierno Zelensky de Ucrania, el mismo Zelensky que se negó a recibir al Presidente de la República Federal alemana?. Así ha hecho el gobierno del presidente estadounidense Joe Biden con las personas que están en contra de su narrativa antirrusa.

La semana pasada la Fundación RAIR USA tradujo un vídeo de la joven periodista alemana que vive en Donetsk, Alina Lipp. Después de que su vídeo sobre la región de Donbas se hiciera viral, fue registrada en el sitio web oficial de Ucrania como “terrorista rusa”. Lipp no es ciudadana rusa ni tiene pasaporte ruso.

Se cree que los reportajes de Lipp a favor del Dombás son la razón por la que fue clasificada como terrorista. Ha afirmado en repetidas ocasiones que el ejército ucraniano ha estado atacando a los rusos de Dombás durante los últimos ocho años. En el vídeo viral de Lipp, destacó que la gente que vive en Dombás quiere pertenecer a Rusia y está “agradecida de que Rusia finalmente hiciera algo”. Subrayó que “por fin, la gente de aquí ha sido liberada del terror que ha vivido durante los últimos ocho años” por parte del gobierno ucraniano.

Esa información que, según algunos medios americanos, es de primera mano, resulta para el gobierno Zelensky un crimen terrorista. La periodista alemana se atrevió a calificar de “genocidio” los crímenes de guerra de Ucrania en el Dombás, que según sus testigos e informaciones tienen lugar desde 2014.

Ahora, después de la condena propagandística ucraniana la periodista se puede enfrentar a unos tres años de prisión. Lejos de detenerse ahí, el gobierno alemán ha cerrado sus cuentas bancarias y las de su padre para secar los ingresos que le permiten informar a la población alemana.

Esto no parece muy democrático a sus subscriptores alemanes.

Pero el acoso no termina ahí. Publicó un mensaje en Telegram diciendo que “la desnazificación ha comenzado”, en referencia a la incursión del ejército ruso contra los soldados del batallón Azov, apoyados por el régimen de Zelensky, que no ocultan su adoración a Hitler, así como al nazi ucraniano Stepan Bandera. A raíz de estos comentarios, la Fiscalía alemana está investigando un hecho “delictivo”, al considerar que la periodista “fomenta o tolera delitos regulados por el Código Penal, y que la invasión rusa apoyada por Alina Lipp constituiría un delito según el derecho penal internacional”. Es curioso porque las únicas armas conocidas de Alina son sus artículos, y no se sabe hasta la fecha que haya muerto alguno de sus lectores a causa de la lectura.

En un vídeo publicado en Telegram, la periodista explica: “Ayer recibí esta carta de las autoridades alemanas, en la que me dicen que han abierto una causa penal contra mí. Y para los alemanes, el apoyo a la operación especial de Rusia ya es un acto criminal por el que puedes ser condenado a tres años de prisión. En su carta escriben que el 24 de febrero publiqué un mensaje en Telegram diciendo que la desnazificación había comenzado y que la población de la región del Dombás apoya a Rusia en su decisión de lanzar la operación especial.”

Para llevar la persecución aún más lejos, nos enteramos por la periodista de un hecho interesante y antidemocrático en Alemania, por decir algo: “Por cierto, también es interesante observar que en esta página [nota del editor, página de Telegram] hay una gran Z en la parte superior y la Z está prohibida en Alemania, es un símbolo para apoyar la operación especial de Rusia. Y por eso hay que pagar, eso es lo que me está pasando ahora y puede pasarle a todos los periodistas y blogueros independientes”.

Está claro que si los países llamados democráticos imponen severas sanciones a quienes no van con el rebaño o siguiendo no ya al flautista de Hamelín, sino marchando al paso que marcan los tambores de guerra norteamericanos de un Biden preocupado de ganar elecciones parciales en Noviembre, si van por el camino de la represión se acercan paso a paso, cantando loas a la libertad pero suprimiéndola de hecho, se acercan cada día más a las dictaduras que quieren denunciar.