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Libertad de prensa frente a mentira y libertinaje en un mayo caliente y un mundo al borde del desastre
En su Discurso del pasado 3 de Mayo el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, ha hecho un llamamiento por la Libertad de Prensa, centrada especialmente en los problemas ecológicos y las represiones sufridas por los periodistas medioambientales. Llamamiento que debe ampliarse ante el peligro de guerra que implican las actitudes de las grande potencias en los conflictos de Ucrania, Palestina y Taiwan, conflictos en los que no hay inocentes a nivel de jefes, sino en las miles de víctimas.
Dijo Guterres: “El mundo atraviesa una situación de emergencia ecológica medioambiental sin precedentes que amenaza la existencia misma de las generaciones presentes y futuras. Todo el mundo tiene que saberlo, y los periodistas y profesionales de los medios de comunicación tienen un papel clave que desempeñar para informar y educar. Los medios de comunicación locales, nacionales e internacionales pueden poner nuestro foco de atención sobre la crisis climática, la pérdida de la biodiversidad y la injusticia medioambiental. No es de extrañar que ciertos poderosos individuos, empresas e instituciones no se detengan ante nada para impedir que los periodistas medioambientales hagan su trabajo. La libertad de Prensa está siendo atacada por todas partes, y el periodismo medioambiental es una profesión cada vez más peligrosa”.
“En la última década han sido asesinados decenas de periodistas que cubrían tema como la minería o la tala ilegales de árboles, la caza furtiva de animales raros y otros problemas medioambientales. En la mayoría de los casos, nadie ha rendido cuentas. Según la Unesco, en los últimos 15 años han sido agredidos unos 750 periodistas o medios de comunicación que se ocupan de cuestiones medioambientales. Y la frecuencia de tales ataques va en aumento”.
“También están las acciones judiciales utilizadas para censurar, silenciar, detener y acosar a esos periodistas, mientras que los propagadores de informaciones falsas sobre el clima, que ya son legión, no cesan de socavar las soluciones probadas, en particular las energías renovables”.
“Pero los periodistas medioambientales no son los únicos en peligro. En todo el mundo, los profesionales de los medios de comunicación arriesgan su vida tratando de informarnos de todo, desde la guerra hasta la democracia”.
"Estoy conmocionado y consternado por el número de periodistas que han muerto en las operaciones militares de Israel en Gaza".
“Las Naciones Unidas saludan la inestimable labor de los periodistas y profesionales de los medios de comunicación para mantener al público informado y comprometido. Sin hechos, no podemos luchar contra la desinformación y la desinformación. Sin responsabilidad, no tendremos políticas sólidas. Sin libertad de prensa, no tendremos libertad”.
“Nuestro Día Mundial de la Libertad de Prensa es muy importante. Por ello, hago un llamamiento a los gobiernos, al sector privado y a la sociedad civil para que se unan a nosotros y reafirmemos nuestro compromiso de proteger la libertad de prensa y los derechos de los periodistas y profesionales de los medios de comunicación de todo el mundo.” (Hasta aquí mi traducción del discurso de Guterres).
Hay que destacar que tanto Netanyahu, jefe sionista de Israel, como Feijóo y Abascal, jefes públicos de la Derecha y ultraderecha de España, han protestado contra diversos discursos del mandatario de las Naciones Unidas donde indirectamente Guterres les hacía una severa crítica sin llegar a calificarlos de fascistas o algo por el estilo. Pero el lenguaje- diplomático y todo- les resultaba demasiado a los jerifaltes derechistas españoles y al sionista autoritario genocida Netanyahu. Y así lo han expresado públicamente.
Este mayo ha sido en España un mes política y socialmente muy caliente. En las calles con enfrentamientos políticos que han llegado a las manos en varias ocasiones, entre manifestantes y las huestes de policia en las regiones gobernadas por la derecha PP y ultraderecha VOX.
Tres días de mayo: el 1, el 2 y el 3 de mayo
Hay que recordar que si el Primero de Mayo es Fiesta nacional en países europeos no es por ser regalo caído del Cielo, sino producto de la lucha de la clase obrera a nivel internacional. En especial partiendo de la lucha obrera en Chicago (USA) el 1 de Mayo de 1886.
Las protestas por el derecho al tiempo para vivir
En la década de los 80 del lejano siglo XIX, los obreros norteamericanos pasaban fuera de sus hogares la mayor parte del día. La jornada promedio era de 10 horas, aunque algunos -como los conductores de trenes- trabajaban más de 15 horas. Las experiencias de explotación laboral variaban según el Estado, la rama, la fábrica y el puesto.
El Primero de Mayo como Fiesta y Día Libre fue instaurado en 1889 en honor a ocho hombres condenados a prisión y a la horca, pero la fecha se tomó de las protestas anteriores. Los detalles varían si aparecen en la Prensa capitalista plutocrática o en la Prensa libre y de izquierdas. Esta historia comienza en 1887, con el juicio a ocho anarquistas, socialistas y sindicalistas acusados de asesinato y conspiración. Samuel Felden, Oscar Neebe y Michael Scwab recibieron largas penas en prisión. George Engel, August Spies, Albert Parsons, Adolf Fischer y Louis Lingg -quien al parecer se suicidó en su celda- fueron condenados a morir en la horca.
Estos trabajadores fueron condenados por jueces capitalistas con toga pero sin sentimientos ni sentido de la justicia. Así en 1889, un congreso de la Segunda Internacional decidió conmemorar a estos mártires y se estableció en su honor el Día Internacional de los Trabajadores. La fecha elegida no fue la de su muerte, sino el 1° de mayo, cuando junto a cientos de miles de obreros estadounidenses, en 1886, pararon el país para reclamar las 8 horas de trabajo.
La sublevación del 2 de mayo
El levantamiento en la ciudad de Madrid contra las tropas francesas de Napoleón en 1808 tiene hoy distintas lecturas entre los historiadores.
La invasión francesa fue inesperada, pero fue consentida por la dinastía borbónica; invasión llevada a cabo sin oposición alguna, provocó la huida de la familia real española hacia Aranjuez en busca de una salida directa hacia Cádiz, y desde allí hacia América, en caso de querer escapar como ya había hecho la corte portuguesa, huyendo a Brasil.
La derrota naval española de la Batalla de Trafalgar, la invasión francesa y el mal gobierno del rey Carlos IV y su válido Manuel Godoy habían provocado un gran descontento por parte del pueblo contra estos dos últimos. Descontento fomentado por el clero y los reaccionarios.
Descontento que aprovechó el Príncipe de Asturias, Fernando VII, para conspirar contra su padre en el Motín de Aranjuez el 17 de marzo, gracias al cual Manuel Godoy fue encarcelado y el rey Carlos IV tuvo que abdicar en su hijo Fernando VII.
Al perder la corona, Carlos IV escribió a Napoleón por ayuda para recuperar el trono. El emperador convocó en Bayona a ambos, padre e hijo, con el pretexto de arreglar la situación de la Corona en España, pero en realidad engañó a los dos hasta que terminaron por renunciar a su derecho a ser rey. Tontos los dos Borbones, cobarde y traidor el que conocemos como Fernando VII. Este monarca que no movió un dedo por su patria sí que firmó rápidamente la restauración de la Inquisición y encarcelamientos y muertes de los guerrilleros patrióticos como el Empecinado. Hay que recordar que Fernado VII se negó a jurar la Constitución de Cádiz quizas porque entonces la corona sería otorgada por el pueblo y no un Derecho divino avalado por la Iglesia.
Terminada la guerra de la Independencia, en una España dominada de nuevo por el absolutismo, el pintor Goya volcó su pesimismo existencial en obras como las Pinturas negras. Luego marchó a Francia en busca de un ambiente más propicio a su arte.
La guerra le planteó a Goya asimismo el dilema de la actitud que debía mantener frente a la ocupación francesa. Algunos intelectuales “afrancesados” apostaron por el nuevo régimen de José I, en el que vieron una superación del absolutismo y la intolerancia religiosa de la anterior monarquía borbónica. Goya compartía esta actitud crítica, pero no por ello llegó a adherirse al nuevo gobierno. Como tantos otros ciudadanos, el aragonés intentó adaptarse lo mejor que pudo a la situación, evitando entrar en conflicto con la autoridad competente. En sus actos públicos siempre se mostró prudente y trabajó indistintamente para uno u otro bando en su afán de lograr una vida tranquila para él y su familia.
Cuando Fernando VII regresó del exilio restauró de inmediato el absolutismo, Goya quedó en una situación comprometida. En 1815, el pintor fue sometido a un proceso judicial con el objetivo de valorar su implicación con el Gobierno intruso. Se le reprochó, entre otros actos, haber jurado fidelidad a José Bonaparte, hermano de Napoleón y nombrado rey de España; haber asistido a la toma de posesión del marqués de Almenara, reconocido afrancesado, como protector de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y haber participado, junto a otros reconocidos pintores, en la selección de cuadros de escuela española destinados al museo de Napoleón en París. Pero nada ni nadie de los jueces y patrioteros borbónizantes exigieron responsabilidades a Fernando VII por haber firmado su abdicación, ni por haber estado mantenido, comiendo y bebiendo, sumiso ante los Bonaparte.
Exilio y Libertad
En abril de 1823, las tropas francesas, conocidas como los Cien Mil Hijos de San Luis, restituyeron a Fernando VII en el poder, acabando así con el Trienio Liberal acorde con la Constitución aprobada en Cádiz. Ante las posibles represalias contra los liberales, Goya se refugió en casa de un amigo, el canónigo José Duaso, muy respetado en la corte. Pero enseguida pensó que lo mejor era irse de España. A fin de no perder su condición de pintor de cámara, en mayo de 1824 solicitó una licencia de seis meses al rey para trasladarse al sanatorio de Plombières, en el este de Francia. El permiso le fue concedido, pero el pintor, lejos de ir a cualquier balneario, lo que quería era viajar por Francia.
En Burdeos fue recibido por Leandro Fernández de Moratín, quien describió así su llegada: “Llegó en efecto Goya, sordo, viejo, torpe y débil, y sin saber una palabra de francés y sin traer un criado, y tan contento y deseoso de ver mundo”. En efecto, pese a su avanzada edad, tales eran sus ansias de viajar que en junio ya se encontraba en París. En la capital se dedicó a visitar monumentos y a pasear por lugares públicos, según consta en los informes policiales franceses de la época. En septiembre de ese mismo año volvió a Burdeos, donde residió junto a Leocadia –la mujer con la que compartía su vida– y los hijos de ésta.
Goya aún tuvo que regresar un par de veces a Madrid, en 1826 y 1827, con el objetivo de regularizar sus asuntos económicos y solicitar su jubilación. En general, el pintor debió de llevar una vida tranquila en Burdeos pese a sus graves problemas urinarios. Aunque no aceptó más encargos, se dedicó a retratar a sus amigos a dibujar la ajetreada vida de la calle e, incluso, enseñó a pintar a la pequeña Rosario, hija de su compañera Leocadia.
Vade retro Satana socialista
El libertinaje no es libertad, sino abuso y se refiere a una cierta actitud de libertad moral, social y sexual. Esta forma de pensar basada en el rechazo de todas las restricciones impuestas por la moral, la religión y la legislación. Se caracteriza el libertinaje tanto en la conducta personal como en la conducta política por el uso de la razón para determinar la conducta y el placer como el principal objetivo de la vida. Desenfreno en las obras o en las palabras tanto en política como en la vida personal. En lo ético libertinaje se traduce indistintamente como: desenfreno, inmoralidad, vicio, deshonestidad, sensualidad, impudicia, lujuria, indecencia, liviandad.
Y si el pasado borbónico-napoleónico nos queda lejos en este mayo actual del 2024, las peroratas criminalizadoras de todo lo que no sea “españo-popularista” que nos soltó el narizotas Feijóo en su campaña en Cataluña nos queda a años luz de la realidad, aunque el tufo maloliente de sus palabras sean paralelas y semejantes a las chulescas vanaglorias del envalentonado Puigdemont que huyó acobardado en el 2017 a Bélgica y ahora dice: “Vamos a hacer lo que nos dé la gana, porque durante seis años y medio ya lo hemos hecho”. Y aunque no lo dice, suponemos que desde su mentalidad derechista catalano-conservadora, le gustaría corear con Feijóo el “Vade retro” al demonio socialista.
La máquina de fango que se lanzara desde las derechas aznaristocráticas, primero contra Podemos, Irene Montero y Pablo Iglesias, ahora sigue disparando su sucia y pegajosa carga contra el Presidente Sánchez y otros silenciosos de entonces porque no les tocaba directamente y parecia convenirles electoralmente. Cosas veredes, Sancho amigo, diría don Quijote de la Mancha. Y ahora sin mancha ni quijotismo convendría recordar que en política, a veces, hay silencios cómplices que se acaban pagando caros. Y el uso implícito del “Vade Retro” de la Biblia, exigiendo a aquellos que representan el mal o las tentaciones a alejarse y no interferir en el camino de las personas honestas no debe dejarse para un futuro incierto, sino plantearse siempre ética y humanamente.
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