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Mercadillo gitano versus xenofobia

Si hacemos historia reciente caeremos en la cuenta siguiente: “en la Laguna, viven una cantidad considerable de componentes de colectivo gitano” más concretamente en la Cuesta y Taco; puedo asegurar que son miles de ellos: que tienen sus casas, sus coches, que consumen en sus tiendas, sus bares, que llenan sus colegios e institutos y también pagan impuestos como cualquier ciudadano. Sin acritud, igualmente son requeridos en época electoral para que su opción sea CC y es precisamente en este punto donde escuece más la herida.

Este grupo de vecinos lleva meses solicitando al Ayuntamiento de La Laguna la habilitación de un espacio en “dicho municipio” para la realización de un mercadillo una vez en semana. Cuestión totalmente justificable que se realiza en múltiples ciudades de nuestras islas y del país en general. No han pedido que se haga en el casco histórico, no, sólo en un lugar razonable de esta ciudad y siempre cumpliendo todas las normas que están establecidas para estos casos. ¿A quién le hacen la competencia?, a las grandes superficies no, y al pequeño comercio bien poco. Es una cuestión de “dejar vivir”

En los últimos días se han planteado algunos tics xenófobos que deben ser erradicados de nuestra sociedad civil. La doble vara de medir es evidente: mientras una sentencia que afecta negativamente a una gran superficie recibe un regalo de año nuevo -el permiso del ayuntamiento y el Gobierno de Canarias- convirtiéndose en legal, al colectivo gitano no se le deja expresarse en el pleno.

Todo un compendio de circunstancias que derraman un tufo racista sobre el tema. Después de las reiteradas peticiones de ese espacio: se ha soliviantado a los empresarios de manera que surjan todo tipo de dudas sobre su legalidad, a continuación y una vez pedida la posibilidad de hablar el representante del colectivo ante la corporación municipal, se despliega un dispositivo policial exagerado para un grupo de familias que piden sólo trabajar, el colmo llega cuando se miran con lupa las firmas entregadas en el registro del citado ayuntamiento y se echa atrás la posibilidad de la participación ciudadana por cuestiones tales como que faltaban los DNI, cuando sabemos que se enfrentan en muchos casos a gente prácticamente sin ningún tipo de cultura. Un loable gesto, solicitado por la oposición, era el paralizar unos minutos el plenario y recoger las firmas pertinentes, incluso “el alcalde de todos y todas” podía haber dejado patente su buena voluntad siendo su firma la primera. Ante la negativa, la espantada del grupo socialista.

En otras ocasiones, en ese salón lagunero, han hablado colectivos de comerciantes con la autorización de una asociación de vecinos y nadie a puesto el grito en el cielo. Pero no, lo importante era no dejar dialogar, que el tema se vaya apagando hasta su desaparición. No obstante el caldo de cultivo ha fructificado, e incluso ya se ven en periódicos digitales mensajes racistas, xenófobos cien por cien favorecidos por el talante de un grupo de gobierno -el lagunero- muy poco inteligente.

El escaso carácter democrático que ha demostrado el edil de La Laguna quedará patente en las mentes de los vecinos y vecinas, que conviven sin ningún tipo de problemas con los gitanos del municipio; si no buscan soluciones, ¡en las elecciones del 2011 no se pasen por sus asociaciones a pedir el voto para ATI, porque ya saben la respuesta que les espera!

*Secretaria de Formación de los Socialistas de Santa Cruz de Tenerife

Carmen Coello*

Si hacemos historia reciente caeremos en la cuenta siguiente: “en la Laguna, viven una cantidad considerable de componentes de colectivo gitano” más concretamente en la Cuesta y Taco; puedo asegurar que son miles de ellos: que tienen sus casas, sus coches, que consumen en sus tiendas, sus bares, que llenan sus colegios e institutos y también pagan impuestos como cualquier ciudadano. Sin acritud, igualmente son requeridos en época electoral para que su opción sea CC y es precisamente en este punto donde escuece más la herida.

Este grupo de vecinos lleva meses solicitando al Ayuntamiento de La Laguna la habilitación de un espacio en “dicho municipio” para la realización de un mercadillo una vez en semana. Cuestión totalmente justificable que se realiza en múltiples ciudades de nuestras islas y del país en general. No han pedido que se haga en el casco histórico, no, sólo en un lugar razonable de esta ciudad y siempre cumpliendo todas las normas que están establecidas para estos casos. ¿A quién le hacen la competencia?, a las grandes superficies no, y al pequeño comercio bien poco. Es una cuestión de “dejar vivir”