Espacio de opinión de Canarias Ahora
El modelo de PGO a evitar
Así que no es incompetencia, corrupción y mentira lo que ocurre con el PGO de Santa Cruz, sino verdad mediática. Por eso tengo que decir o reviento que -salvo cabreo de peineta que justifique la bellaca improvisación y aunque sea en plan bananero- aquí todo se diseña; desde la cancioncilla preelectoral que nos pondrán, o el aprovechamiento que le dan o quitan a tal fulanito; hasta el qué dirán los periódicos, o el pan y circo cotidiano que al parecer es lo nuestro. Aquí la verdad de las cosas siempre aparece supeditada a un debate mediático pueril y agotador -estéril- que desincentiva a los ciudadanos que reclaman sus derechos. ¡Es el régimen!
Y es en nombre de este régimen como Zerolo diseña sus débiles verdades: urgencias absurdas al convocar los plenos y, presuntamente, avisos de bomba para desconvocarlos; Don Miguel maquilla el salón de plenos dejando entrar sólo a los amigos, e incluso anuncia en la prensa con dinero público que todos mienten menos él. Mientras ninguno de los mil titulares posibles veía la luz, y mil cosas más se sucedían en la más absoluta indignidad; tertulianos, profesionales y periodistas se aprestaban en fervorosa procesión a los medios para contar sus verdades, débiles en directa proporcionalidad a las alturas concedidas. Como el soez intento de convertir a dignos ciudadanos cabreados por el engaño, en nada menos que agresores violentos que lanzando botellas, daban palos y morretadas a los concejales gobernantes durante una especie de batalla campal, propiciada por los antisistema y los socialistas, claro. Ni un parte médico eso sí, ni una denuncia ¿Será esto pensamiento débil, realidad virtual? ¿O eso a lo que siempre hemos llamado mentira?
Nadie cuenta que habitamos una ciudad olvidada de la cultura, cara, incómoda y exhausta tras largos años de crisis larvada. Una Santa Cruz que va quedando rezagada en la co-capitalidad y pierde peso en el ámbito insular, donde todos podemos advertir las enormes debilidades que han producido los sucesivos gobiernos de ATI. Todos los modelos y sistemas que rigen nuestra ciudad están en cuestión: desde un modelo de gobierno que ignora la flagrante y cruel indefensión que supone la falta de información a los vecinos, al sistema portuario, el modelo del ocio, o el del comercio que siempre prosperó en el centro de Santa Cruz y ahora flaquea al mismo ritmo que decaen la personalidad y las singularidades de nuestra ciudad. Por no hablar del tráfico, de los taxis, o de la grave expresión de crisis que significa esa larga fila de sucios locales rotulados con “se vende y se alquila”, a lo largo de esa céntrica y flamantemente recién bautizada Avenida Islas Canarias, con su también flamante tranvía que nos daba para 40 años de guaguas gratis. Una ciudad que no funciona flagelada ahora con este PGO.
Sencillamente creo que muy a pesar de las debilidades y campañitas del Gobierno local, la gente seguirá sabiendo que hay verdades objetivas, absolutas y hasta físicas, que cinco alturas son más que tres y que tres es la cuarta parte de doce. Los hechos son sólo eso, hechos, y en la política, como en la ciencia y ante la justicia, deben poder ser probados para poder ser creídos. Duele pensar que habiendo sido parte esencial de la ética periodística el relatar esos hechos de forma fidedigna, la subvención vía publicidad institucional y el PGO, pudieran haber ganado aquí la partida.
Quizás todo eso le sirva a Vattimo para explicar porque los santacruceros no se dan cuenta de la verdad, de que siempre nos ocurre lo mismo desde Las Teresitas al Tablero. Siempre quitando derechos, o espacios, a quienes humildemente viven y producen allí, para dárselo a los poderosos, o a multinacionales que vienen de afuera y a sus socios locales. Aunque lamento decir que los ciudadanos no estamos exentos, porque desconocer la verdad es nuestra exclusiva culpa.
No debemos seguir empeñados en ignorar que todos los días se producen debates y decisiones políticas que nos afectan, porque tras la decisión de “cumplir” parámetros urbanísticos quitando volumetría a propiedades legítimas y urbanísticamente consolidadas, sólo se esconde un alcalde que incluso con la complicidad de los medios, ya no puede navegar más imputaciones judiciales. Por todo eso, ni sorprende ni incomoda la malversada pluma del periodista frustrado, rigor crítico del pensamiento político que sólo oye a su amo y sus tripas. Aunque conviene testimoniar que constituye un salto cualitativo que otros más veteranos, se exhiban como propagandistas olvidando cualquier vestigio de recato profesional . Y tus vecinos querido compañero periodista, ¿terroristas todos o víctimas?
Razonablemente, el urbanismo se debiera abordar desde el consenso, la solvencia técnica, la prudencia y el rigor político; y evidentemente desde una actitud equilibrada en el reparto de los perjuicios individuales que pudiera producir la búsqueda del bien común. Pero en Santa Cruz acostumbramos a que este tipo de asuntos queden una vez tras otra inexorablemente transmutados por una penosa concepción de lo mediático-económico-político que todo lo emborrona. Aquí esos daños se gestionan con sensibilidad de “daños colaterales” del pelotazo permanente y lo que hacen Miguel Zerolo y el PP es producir bajas por “fuego amigo” entre sus propios votantes. Me paso a la terminología de la Guerra del Golfo porque es lo suyo. Nadie dice que a este, hace dos semanas lo calificaron de golfo más de 10.000 ciudadanos en manifestación, ni que ha montado una guerra cuyas batallas serán feroces, con bajas y “casa por casa”.
Verdad o mentira, seguiré pensando que hay que cambiarlo todo en este modelo de gobierno municipal para acercarlo a los ciudadanos, al buen gobierno de sus intereses. Y que el gobierno de esta ciudad debe ser mucho más transparente, participativo y solidario, corrigiendo esos mecanismos que siendo en teoría legales, han posicionado a la especulación y la rapiña, cuando no a la estafa, como objetivos principales del futuro modelo económico santacrucero.
Como soy parte de esa mayoría silenciosa casi siempre, estoy fraguado en el rigor del escenario que nos imponen y necesito poco para recomponer la esperanza. Me congratulo de que a consecuencia de este PGO los movimientos ciudadanos hayan abierto ligeramente los ojos tras su prolongado sueño. Los animo a despertar del todo, porque es sólo cuestión de tiempo y reacción ciudadana que el enorme negocio de quienes entienden la justicia como un riesgo controlado, vaya convirtiéndose poco a poco, en condenas judiciales efectivas.
Quizás por aquello de burro cargado?, hoy se perciben vientos de cambio en mi querida Santa Cruz y eso, debe ser motivo para una nueva ilusión. Evitar este modelo de PGO todavía es posible.
Justo Menéndez Viejo
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