Muchas promesas y nuevos desencantos

Desde Nueva Canarias no esperábamos que el nuevo equipo de gobierno que entró a gobernar nuestra ciudad en mayo de 2007 pudiera solucionar todos estos problemas de un plumazo: los milagros no existen, y la tarea era complicada. Sin embargo, nunca pudimos imaginar tantas promesas y a la vez tanto desencanto juntos en un solo gobierno. Y es que la voluntad de iniciar un cambio ha brillado por su ausencia?

El Programa del PSOE situaba algunos retos ambientales para esta legislatura que se han ido diluyendo paulatinamente. En primer lugar, dicho programa ponía el acento en el peatón así como en la necesidad de que toda la planificación no estuviera al servicio del coche. Desgraciadamente no ha habido un plan por parte del gobierno local, que buscase soluciones, como en otras capitales, para hacer más cómoda la vida al peatón, sino que se ha continuado con la política de parking, mientras que los tímidos avances en materia de bicicletas de alquiler contrastan con las reticencias a abrir nuevas carriles bus y bici, así como a ejecutar una política decidida de peatonalización.

Durante el inicio de este mandato, las promesas del alcalde y su primer director de urbanismo nos hicieron concebir esperanzas de que algo cambiaría en la planificación con una apuesta decidida por la creación de más espacios libres y por dedicar más metros cuadrados a arboledas. Hasta el momento no se ha cumplido ninguna promesa, ni las macro-plantaciones anunciadas a bombo y platillo por Jerónimo Saavedra ni la creación de nuevos espacios libres.

También aseguraban los socialistas en su programa un cambio en la gestión de los residuos, pero hasta la fecha el actual equipo de gobierno no ha sido capaz de realizar un estudio con el objetivo de planificar dónde y qué tipo de contenedores son necesarios en cada zona y barrio. Se colocaron unos cuantos nuevos y flamantes contenedores (casi todos en la zona baja de la ciudad) sin saber muy bien para quién y para qué. Y mejor no recordemos otras promesas como las “mini puntos limpios” o puntos limpios móviles, que o bien son tan pequeños o bien se mueven tan rápido que nadie los encuentra.

Las promesas socialistas sobre ahorro energético y gestión sostenible se ha visto también difuminada por el gasto energético en durante las navidades que nada tiene que envidiar al insostenible derroche que inició el PP en la anterior etapa. La guinda del pastel navideño se puso con un carísimo árbol de hidrogeno que tuvo que ser conectado a la red eléctrica y que sin duda no ayudó mucho a la concienciación ciudadana. El ejemplo de este ayuntamiento en la gestión sostenible de sus propias instalaciones es inexistente, sólo hace falta darse un salto por algunos de sus edificios para comprobar la ausencia de placas solares, de separación de residuos en origen, de ahorro de agua, etc.

También nos preguntamos desde Nueva Canarias qué ha ocurrido con promesas tales como la educación ambiental en los colegios, el desarrollo de la Agenda 21 Local, la creación del corredor verde, la recuperacíón para la ciudad de la Charca de San Lorenzo o de la Base Naval, o dónde se encuentran otras como el Plan de Supresión de Barreras Físicas, la creación del Grupo Especial Ambiental de la Policía, de la Oficina Municipal de Patrimonio Histórico o de la Agencia de Medio Ambiente Rural y Urbano, etc.

A nadie se le oculta que la gestión pública es complicada, y que a veces los recursos son limitados, pero no detectamos avances en la dirección correcta. Cuando no hay un modelo de ciudad sostenible, cuando no está claro el horizonte hacia el que dirigirse, la gestión ambiental se vuelve errática, convirtiéndose en un elemento decorativo y poco más. Y lo que es peor, en el mundo actual si no hay un modelo de ciudad sostenible, simplemente no hay un modelo de ciudad. Esta última conclusión es ya un clamor popular, pues nunca tan pocos, en tan poco tiempo, y tan “divididos” lograron defraudar a tantos ciudadanos convencidos de un cambio necesario. Y si me lo permiten, también al medio ambiente o, al menos, a aquellos que pensamos que la sostenibilidad es mucho más que un jarrón con una flor de pascua en el salón de una vivienda.

(*) Francis Candil es presidente de Nueva Canarias en Las Palmas de Gran Canaria

Francis Candil *