Espacio de opinión de Canarias Ahora
Un mundo loco (y Canarias también)
Dejo el Mundo mundial, y me vengo para Canarias, y me asombro que José Rodríguez, editor-director de El Día insulte a Gran Canaria un día sí y otro también, y además sin anestesia se declare franquista independentista, y dos piedras del Teide. A cuenta de todos estos desmanes, por no emplear otro adjetivo calificativo más duro, caigo en la cuenta que el presidente de Canarias, Paulino Rivero, calla como un bellaco incluso con la pretensión que el tal Pepito Rodríguez quiera cambiarle el nombre a la isla de Gran Canaria, y además José Manuel Soria, vicepresidente del Gobierno y Consejero de Economía y Hacienda hace mutis por el foro, incluso cuando sus correligionarios del PP tinerfeño le echan un cable a don Pepito. Me detengo estupefacto en el grave asunto de Guaguas Municipales, y compruebo que Pepa Luzardo es partidaria de que las Jardineras sigan municipalizadas y controlada por el dinero público, quizá entusiasmada por el ejemplo que le está dando Bush en USA, y por el contrario Jerónimo Saavedra se manifiesta en la privatización de las guaguas, con gran asombro de Feluco Marrero buena parte del personal de a pie.
Y hablando de Jerónimo observo como jerónimamente ha cogido los cuchillos y hasta los cañones para arrearle a Juan Fernando López Aguilar un día sí y otro también, poniendo al PSC/PSOE a los pies de los caballos, ahora más con la extraña decisión del vicesecretario socialista canario, Francisco Hernández Spínola, de mandarse a mudar en unos momentos nada oportunos cuando en noviembre se celebra un congreso regional socialista canario. Creo que ha sido un craso error, incluso para los que intrigan contra López Aguilar, porque Paco Spínola podía haber sido un elemento corrector, de compensación, incluso de información para los críticos del actual secretario general. Una estupidez esta dimisión, por el daño que se le hace incluso hacia adentro al partido, incluso a los críticos del juanfernandismo , y se van a quedar en la Ejecutiva Regional mirando para el cielo, y lo que es más grave para los socialistas es que Rivero y Soria se frotan las manos entusiasmados ante tal espectáculo.
El daño que le está haciendo Saavedra al Partido Socialista Canario es de una gran magnitud, y estoy por afirmar que si su compañero Antonio Carballo Cotanda, en paz descanse, hubiese visto tales dislates, no saldría de su asombro. O algo más. Tal y como están las cosas me temo que hasta que se celebre el cónclave socialista vamos a asistir a una serie de escaramuzas y navajazos políticos que van a dejar chicos a los sans-culottes de la época de la Revolución francesa. A este paso sólo me va a quedar la playa de Las Canteras.
Dejo el Mundo mundial, y me vengo para Canarias, y me asombro que José Rodríguez, editor-director de El Día insulte a Gran Canaria un día sí y otro también, y además sin anestesia se declare franquista independentista, y dos piedras del Teide. A cuenta de todos estos desmanes, por no emplear otro adjetivo calificativo más duro, caigo en la cuenta que el presidente de Canarias, Paulino Rivero, calla como un bellaco incluso con la pretensión que el tal Pepito Rodríguez quiera cambiarle el nombre a la isla de Gran Canaria, y además José Manuel Soria, vicepresidente del Gobierno y Consejero de Economía y Hacienda hace mutis por el foro, incluso cuando sus correligionarios del PP tinerfeño le echan un cable a don Pepito. Me detengo estupefacto en el grave asunto de Guaguas Municipales, y compruebo que Pepa Luzardo es partidaria de que las Jardineras sigan municipalizadas y controlada por el dinero público, quizá entusiasmada por el ejemplo que le está dando Bush en USA, y por el contrario Jerónimo Saavedra se manifiesta en la privatización de las guaguas, con gran asombro de Feluco Marrero buena parte del personal de a pie.
Y hablando de Jerónimo observo como jerónimamente ha cogido los cuchillos y hasta los cañones para arrearle a Juan Fernando López Aguilar un día sí y otro también, poniendo al PSC/PSOE a los pies de los caballos, ahora más con la extraña decisión del vicesecretario socialista canario, Francisco Hernández Spínola, de mandarse a mudar en unos momentos nada oportunos cuando en noviembre se celebra un congreso regional socialista canario. Creo que ha sido un craso error, incluso para los que intrigan contra López Aguilar, porque Paco Spínola podía haber sido un elemento corrector, de compensación, incluso de información para los críticos del actual secretario general. Una estupidez esta dimisión, por el daño que se le hace incluso hacia adentro al partido, incluso a los críticos del juanfernandismo , y se van a quedar en la Ejecutiva Regional mirando para el cielo, y lo que es más grave para los socialistas es que Rivero y Soria se frotan las manos entusiasmados ante tal espectáculo.