Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

Mutilación genital y electoral

Las encuestas, los malditos sondeos: El País, 2,9%, Abc: 3,2%, El Mundo: 2,6%. Muy poco margen para estar tranquilos. Eso significa que cuando ha sacado el PP su discurso menos tolerante, ha aumentado en votos: contrato “social” a los inmigrantes ?se supone que para “ficharlos” y, llegado el caso, “botarlos”-, insumisión jurídica contra los médicos o los artistas, religión ?católica, por supuesto- como asignatura obligatoria y puntuable en las escuelas... Pero a Blanco le dolía especialmente la demoscopia que encargó Juan Luis Cebrián, que acompañaba con titulares dignos del mejor “fuego amigo”: “Sólo el 64% de los que votaron a Zapatero han decidido volver a hacerlo”, “el electorado del PSOE mantiene su usual propensión al desánimo”, “Zapatero sólo tiene un punto más de valoración que Rajoy”... Las relaciones entre el presidente del Gobierno y el consejero delegado de Prisa están prácticamente rotas, en Madrid no se habla de otra cosa. “Que gane el PSOE, pero por poco. Y a Zapatero ni agua”: la consigna en el grupo ha transcendido a la prensa y constituye la principal animación en la precampaña. En paralelo, Abc y La Razón sustituyen a sus directores en las vísperas del 9-M para endurecer sus líneas editoriales e informativas en tan transcendentales días. La cosa está que arde y la tensión se palpa. Los dos partidos se juegan mucho.

Ana Belén, Víctor Manuel, Goytisolo, Serrat, Sabina, Concha Velasco... Los “viejos rockeros” están con el PSOE con su “video bomba”, pero también los nuevos: Sole Giménez (“Presuntos Implicados”), Miquel Barceló, Almodóvar, Gamoneda, Fermin Cacho, Judit Mascó... El PP ha abierto también una fosa con los artistas, se queda con las víctimas del terrorismo y los “anti-canon”. Y las expectativas están tan subidas en uno y otro bando que todo hace prever la aplicación de la ley islámica al que pierda escaños: mutilación genital. No somos tan modernos como creemos o quizás otros no tan atávicos como pensamos. La respuesta, la noche del 9-M.

Federico Utrera

Las encuestas, los malditos sondeos: El País, 2,9%, Abc: 3,2%, El Mundo: 2,6%. Muy poco margen para estar tranquilos. Eso significa que cuando ha sacado el PP su discurso menos tolerante, ha aumentado en votos: contrato “social” a los inmigrantes ?se supone que para “ficharlos” y, llegado el caso, “botarlos”-, insumisión jurídica contra los médicos o los artistas, religión ?católica, por supuesto- como asignatura obligatoria y puntuable en las escuelas... Pero a Blanco le dolía especialmente la demoscopia que encargó Juan Luis Cebrián, que acompañaba con titulares dignos del mejor “fuego amigo”: “Sólo el 64% de los que votaron a Zapatero han decidido volver a hacerlo”, “el electorado del PSOE mantiene su usual propensión al desánimo”, “Zapatero sólo tiene un punto más de valoración que Rajoy”... Las relaciones entre el presidente del Gobierno y el consejero delegado de Prisa están prácticamente rotas, en Madrid no se habla de otra cosa. “Que gane el PSOE, pero por poco. Y a Zapatero ni agua”: la consigna en el grupo ha transcendido a la prensa y constituye la principal animación en la precampaña. En paralelo, Abc y La Razón sustituyen a sus directores en las vísperas del 9-M para endurecer sus líneas editoriales e informativas en tan transcendentales días. La cosa está que arde y la tensión se palpa. Los dos partidos se juegan mucho.

Ana Belén, Víctor Manuel, Goytisolo, Serrat, Sabina, Concha Velasco... Los “viejos rockeros” están con el PSOE con su “video bomba”, pero también los nuevos: Sole Giménez (“Presuntos Implicados”), Miquel Barceló, Almodóvar, Gamoneda, Fermin Cacho, Judit Mascó... El PP ha abierto también una fosa con los artistas, se queda con las víctimas del terrorismo y los “anti-canon”. Y las expectativas están tan subidas en uno y otro bando que todo hace prever la aplicación de la ley islámica al que pierda escaños: mutilación genital. No somos tan modernos como creemos o quizás otros no tan atávicos como pensamos. La respuesta, la noche del 9-M.