Espacio de opinión de Canarias Ahora
Negando la mayor
-Pues te digo que no. Que hay mucha bobería al respecto. Yo me quedo donde quiero quedarme y el día que quiera cambiar es porque no me gusta el lugar en el que estoy.
-Pero ¿qué pasa con la evolución del conocimiento, el agrado de percibir nuevas inquietudes, la mejora como persona…?
-Boberías. Te lo repito las veces que quieras. El rollo ese que nos han soltado de tener la necesidad de salir de la zona de confort para buscar nuevas aventuras solo nos viene de una situación llena de insatisfacción. Incluso con grandes dosis de inconformismo. Se puede aprender estando bien, sin presión. Estando cerca de la comodidad. No hace falta arriesgar si lo que tienes es suficiente.
-¿Y qué es suficiente? ¿Cuántas veces vives? ¿Te crees que esto es un juego de “n” repeticiones en donde si no te gusta el resultado, repites y suerte?
-No. Sé que no. Pero tampoco es cuestión de ir todo el día buscando problemas para ver si aprendes cómo solucionarlos. ¿Tú todavía te crees los cuentos de hadas? Son falsos. Los finales felices no existen. Existen los finales, sin más. Incluso se completan con to be continued.
-Pero tener un poco de fantasía, de anhelo, de imaginación de los futuros que te gustaría tener, no creo que sea pernicioso. Creo que al final lo que no quieres es enfrentarte a tus miedos, hacer cosas diferentes, tener tu propio proyecto…
-Mira, no vivimos en burbujas. Vivimos en realidades. El problema de ese tipo de pensamientos es que nunca llegarás a nada cierto, porque siempre te quedará más entorno por explorar, cultivándose siempre la duda de si hay algo mejor ahí fuera. Y claro, si hay duda, intentas que se convierta en certeza y apuestas otra vez, a ver si ganas. Porque deja que te diga que una cosa es estar en plena inmersión de la apatía, como si tuviéramos el piloto automático puesto, y otra cosa bien diferente es estar todo el día queriendo más y mejor como si la ropa que lleváramos puesta nos asfixiara.
-¿Y es malo querer más y mejor?
-No. En absoluto. Lo que es malo es el continuo descontento, lo que te hace tener inquietud, por un lado, por perder lo que estimas que te sienta bien y, por otro, por desconocer qué cosas buenas hay por ahí y que no estás disfrutando.
-Pero no tengas miedo a perder. Piensa lo fuerte que te harás como persona, inundándote de creatividad. Ganarás autoconfianza y conseguirás un desarrollo personal inigualable. Y, lo mejor de todo, conocerás nuevas realidades.
-Por lo que veo estás pidiendo un desafío constante con cambios permanentes esquivando las excusas a través de una total exposición hacia el entorno. Pero mira, ¿crees que la gente cambia de gobiernos, de sistemas económicos o de sistemas sociales porque buscan nuevas experiencias? Cambian por el hartazgo. Cambian porque lo que tienen no les gusta y como no les gusta buscan algo mejor. Y si no es mejor, al menos es diferente. Eso no es salir de la zona de confort. Eso es llegar a una nueva y verdadera zona de confort. Y el día que no se cumpla con las expectativas, au revoir. Así que, en lugar de estar pensando en pajaritos preñados, pon los dos pies en el suelo y comienza a caminar con los zapatos que tienes, no con los que te gustaría tener.
-Pues te digo que no. Que hay mucha bobería al respecto. Yo me quedo donde quiero quedarme y el día que quiera cambiar es porque no me gusta el lugar en el que estoy.
-Pero ¿qué pasa con la evolución del conocimiento, el agrado de percibir nuevas inquietudes, la mejora como persona…?