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Un Norte de cooperación y progreso

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La Mancomunidad del Norte de Gran Canaria celebra su cincuentenario,  un acontecimiento significativo que ha marcado el desarrollo de esta región y, por ende, de toda la isla. La constitución de la Mancomunidad en 1974 fue una decisión basada en los principios de la buena política: unir esfuerzos y priorizar el interés colectivo.

 

Desde su creación hace 50 años, la Mancomunidad del Norte ha sido un pilar fundamental en la transición económica, social y política de este espacio grancanario. Su esencia radica en la cooperación, la complementariedad, el desarrollo y la promoción de la identidad local. Este modelo ha inspirado la creación de otras mancomunidades en Gran Canaria, reflejando el carácter emprendedor y solidario de los habitantes de la isla. La unión y la colaboración han demostrado ser estrategias efectivas para abordar las necesidades ciudadanas desde las administraciones públicas.

 

La historia de la Mancomunidad del Norte comenzó en Santa María de Guía, con la unión inicial de Agaete, Gáldar y Santa María de Guía. Pronto se unieron Moya, Arucas, Firgas, Teror, Valleseco, La Aldea, Artenara y Tejeda, conformando una comarca que sigue creciendo y enfrentando los desafíos del siglo XXI.

 

El norte ha experimentado una profunda transformación. La disminución de la agricultura de exportación supuso una crisis social y económica enorme, pero su sustitución por nuevos sectores ha revitalizado la comarca, devolviendo la actividad y el optimismo a una zona esencial para la estabilidad de Gran Canaria. La variedad de sectores y ofertas en estos municipios es enorme y vital para la isla.

 

El Cabildo de Gran Canaria ha sido un aliado clave en esta historia compartida. En tiempos de crecimiento desequilibrado, cuando el turismo era casi el único motor económico, algunas comarcas quedaron relegadas. Hoy, esa situación ha cambiado gracias a la inversión y las iniciativas conjuntas, que superan los 500 millones de euros, que garantizan empleo, progreso sostenible, derechos sociales, iniciativa económica y protección del patrimonio cultural e histórico.

 

La producción agrícola y ganadera del norte, ligada al mundo rural y a los cultivos de plataneras y tomates, es una referencia en todo el archipiélago. Las ayudas a agricultores y ganaderos en tiempos difíciles han sido cruciales, al igual que la gestión del agua para riego, esencial para el norte. La apuesta por la producción agrícola local es un paso firme hacia la soberanía alimentaria. El proyecto de la ecoísla destaca la desalación y depuración de agua, garantizando vertidos cero y reforzando la imagen de Gran Canaria como isla verde. Las actuaciones en depuración en las estaciones de Arucas-Moya y de Guía-Gáldar son especialmente relevantes.

 

La renovación de las zonas comerciales y la apuesta por un turismo sostenible que aprovecha los recursos naturales, patrimoniales y gastronómicos de la zona son claros ejemplos de progreso. La industria se actualiza, beneficiándose de los enlaces de comunicación insulares e interinsulares, mientras que los centros universitarios y parques tecnológicos fomentan la innovación y la diversificación económica.

 

La cooperación entre el Cabildo y los ayuntamientos ha dejado huellas significativas en los 11 municipios, mejorando la vida de sus habitantes en los últimos nueve años. Museos, centros de interpretación, rehabilitación del patrimonio histórico civil y religioso, espacios culturales, instalaciones deportivas, centros de mayores, locales sociales o rehabilitación del parque de viviendas, llevan el sello del Gobierno de la isla. También los saneamientos, las infraestructuras hidráulicas, las renovables, las mejoras de los cascos históricos, los caminos rurales, los aparcamientos públicos, las plazas y parques o las zonas recreativas.

 

Los derechos sociales son una prioridad permanente. La colaboración en recursos sociales ha sido vital para superar las dificultades de la pandemia, y se seguirán aumentando las plazas sociosanitarias en todas las modalidades. El reconocimiento del Paisaje Cultural del Risco Caído y Montañas Sagradas de Gran Canaria como Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2019 es un orgullo para la comarca y la isla. Este reconocimiento impulsa el desarrollo de posibilidades y compromisos a través del Instituto de Gestión Integrada de Risco Caído y de la Reserva de la Biosfera.

 

La futura declaración del Parque Nacional de Guguy es un sueño que está más cerca de realizarse, protegiendo la biodiversidad en los municipios de La Aldea y Mogán. Las actuaciones en cada municipio se han adaptado a sus singularidades, permitiendo que las medianías y cumbres mantengan su población. La nueva carretera a La Aldea, la GC 2 y la GC3 o  la modernización de la carretera de Teror son decisivas para que la gente siga viviendo donde nació, fomentando el auge comercial y turístico. La oferta de vivienda pública en Valleseco y la modernización de instalaciones deportivas en Firgas también son cruciales para estos objetivos.

 

Es esencial recordar el pasado para entender las claves del progreso, ya que las soluciones no vienen de la magia ni de la casualidad. La recuperación de la esperanza y el progreso en el norte se debe a su capacidad, experiencia, objetivos y compromiso para alcanzar niveles de bienestar merecidos.

 

Es importante mantener el espíritu innovador, solidario y comprometido que impulsó la creación de la Mancomunidad hace 50 años. Aunque muchos de los fundadores ya no están, sus logros son visibles para todos y todas. Es nuestro deber renovar estos objetivos para que las futuras generaciones puedan celebrar los avances dentro de 50 años más.

 

Es determinante que las administraciones públicas sigan trabajando para que nadie se quede atrás en momentos de dificultades. Con el potencial humano, profesional y económico que posee la comarca, se pueden conquistar nuevas metas y afrontar los retos actuales.

 

Gran Canaria está decidida a avanzar con confianza y optimismo, contagiada por las metas alcanzadas. La Mancomunidad del Norte es hoy la más numerosa y antigua de Canarias, una historia de éxitos que aporta desarrollo económico, patrimonio, historia, identidad y calidad. Brindamos por los avances logrados y por el futuro que merece nuestra gente. Enhorabuena.

 

La Mancomunidad del Norte de Gran Canaria celebra su cincuentenario,  un acontecimiento significativo que ha marcado el desarrollo de esta región y, por ende, de toda la isla. La constitución de la Mancomunidad en 1974 fue una decisión basada en los principios de la buena política: unir esfuerzos y priorizar el interés colectivo.