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Oportunidades y amenazas para las empresas en Canarias por María Victoria Ruiz Mallorquí y Manuel Romero Hernández

De entre esos productos, la construcción y el turismo sustentan la economía de las Islas. Para elaborar sus productos cualquier empresa necesita materias primas, en Canarias por el desarrollo tecnológico actual los únicos recursos naturales relevantes disponibles son el territorio y el capital humano. En nuestro caso el territorio es un recurso muy escaso que debe administrarse eficientemente para garantizar un crecimiento económico a largo plazo. Además se trata de un recurso no renovable, por lo que malgastarlo sería hipotecar peligrosamente el futuro económico de las Islas. El equilibrio no parece sencillo de alcanzar. La construcción se nutre de la materia prima territorio, pero además parte de su demanda viene del turismo. Pero para garantizar un turismo de calidad es necesario disponer de espacios naturales bien conservados. Parece que la respuesta está en que en cada caso se pague el verdadero coste de los efectos externos generados (se recomienda la lectura de este documento).La densidad de población y la escasez de territorio aconsejan la búsqueda de nuevos mercados. Salvo nuevos desarrollos tecnológicos que todos esperamos, sólo queda el otro input mencionado para descubrir nuevos mercados, el capital humano. En Canarias se cuenta con un capital humano cualificado importante que habría que estudiar si se encuentra infrautilizado o no. Los nuevos mercados tecnológicos representan una buena oportunidad de negocio, biotecnología, energías renovables e innovación en general, como propuso el ex presidente de Estados Unidos Al Gore en su visita a las Islas. Se trata de mercados que pueden encajar con las estructuras empresariales del Archipiélago, poco intensivas en infraestructura y más intensivas en capital humano. Los indicadores económicos tampoco ofrecen una situación boyante de la economía canaria (recomendable para un análisis más profundo el informe del CES de Canarias)Un PIB per cápita por debajo de la media nacional. Una tasa de crecimiento del PIB también por debajo de la media que nos aleja cada vez más de las economías más desarrolladas. Una tasa de inflación baja, y una tasa alta de desempleo que responden ambas, macroeconómicamente, a una tasa de crecimiento económico por debajo de la media nacional. Esta situación podría acentuarse en una situación como la actual con tipos de interés alto y la amenaza de una crisis energética mundial. El turismo entra por avión y más del noventa y seis por ciento de la generación de energía eléctrica de las Islas depende del petróleo. Hasta los economistas más liberales reconocen que la existencia de fallos de mercado requiere de la intervención pública para garantizar la generación de riqueza, así como una distribución equitativa de ésta. El gobierno debe intervenir cuando se dan este tipo de circunstancias: existencia de efectos externos, como por ejemplo la contaminación o el deterioro de recursos naturales, la existencia de abuso de poder de mercado o en la provisión de bienes públicos. Pero tampoco ningún buen economista duda que es la iniciativa privada sobre la que recae la capacidad de generación de riqueza en un país. Uno de los objetivos del nuevo gobierno debería ser facilitar la actividad económica y favorecer la competencia en los mercados, pero también cuando sea necesario por los mercados. Es decir, en el primer caso debe facilitarse la entrada de competidores en los mercados internos que fuerce a las empresas existentes a ser más eficientes y competitivas lo que favorecerá a los consumidores. En el segundo caso cuando la entrada en un mercado este regulada debe garantizarse la máxima transparencia en los concursos públicos e introducir métodos de concesión que favorezcan a las empresas más eficientes y competitivas. Si esto no se cumple en cada uno de los mercados, y en cada uno de los concursos públicos, se impide alcanzar la senda que garantizará máximo crecimiento económico para las Islas, lo que nos alejará irremediablemente de las regiones más ricas.Por otro lado un gobierno debe mirar también por la racionalidad económica en la toma de decisiones de inversión de los fondos públicos. El gasto público se nutre de los impuestos detraídos a la iniciativa privada, por tanto tiene un coste de oportunidad importante. Es indispensable la adecuada gestión de las inversiones públicas para garantizar máximo crecimiento económico, no hacerlo sería volver a abandonar la senda adecuada como se citó antes. Está demostrado que el gasto público genera crecimiento económico, pero no todas la inversiones públicas generan la misma riqueza, es indispensable seleccionar, introduciendo también criterios de equidad, sólo las inversiones públicas más rentables. Atrás han quedado ya los años de superávit de fondos europeos que en muchos casos no se invirtieron en donde se generaba más riqueza para las islas. El curso Oportunidades y amenazas para el desarrollo de las empresas en Canarias, que se desarrollará entre el 16 y el 18 de julio en la Universidad de Verano de Maspalomas) pretende poner de manifiesto las dificultades y también las ventajas de crear y consolidar empresas en un entorno socioeconómico que presenta más dificultades que las propias de la distancia geográfica a los principales mercados mundiales de bienes y servicios. Muchas empresas cierran su actividad en Canarias no por razones de competitividad sino precisamente como consecuencia de las condiciones socioeconómicas del mercado canario. Tenemos muy cercano casos de este tipo, y todos hemos oído hablar a algún amigo acerca de una licencia de obra que se eterniza un año y que paraliza la apertura de un nuevo negocio, infinidad de impuestos fiscales indirectos y tasas de todo tipo que elevan la inversión inicial y que van a acompañados también de procesos burocráticos que ralentizan el inicio de la actividad económica, paralización de mercancías en las aduanas que elevan los costes de stock y reducen las ventas, diferencias de fiscalidad con el resto de Europa que impiden el libre movimiento de mercancías, etc. El curso ofrece la posibilidad de descubrir y aprender de la trayectoria de cuatro empresarios canarios de éxito (Oliver Alonso, Rafael Méndez, Germán Carlos Suárez y Carmen Sosa) que han sabido sobreponerse a este tipo de dificultades y consolidar a sus empresas en el mercado. Otros expertos hablarán sobre las oportunidades de negocios en nuevos de mercados vinculados con el I+D+i, vinculadas a la disponibilidad de capital humano cualificado más que a inversiones en capital fijo, oportunidades de financiación pública y privada, o el análisis de viabilidad que deben ser tratados en la prospección de nuevos mercados. Las nuevas condiciones fiscales inherentes a nuestra economía serán tratadas en profundidad. Finalmente la mesa de debate liderada por un profesional del periodismo y con la participación de expertos conocedores de la realidad socioeconómica de las Islas permitirá sacar las conclusiones del curso.* Profesores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y responsables del curso Oportunidades y amenazas para el desarrollo de las empresas en Canarias María Victoria Ruiz Mallorquí y Manuel Romero Hernández*

De entre esos productos, la construcción y el turismo sustentan la economía de las Islas. Para elaborar sus productos cualquier empresa necesita materias primas, en Canarias por el desarrollo tecnológico actual los únicos recursos naturales relevantes disponibles son el territorio y el capital humano. En nuestro caso el territorio es un recurso muy escaso que debe administrarse eficientemente para garantizar un crecimiento económico a largo plazo. Además se trata de un recurso no renovable, por lo que malgastarlo sería hipotecar peligrosamente el futuro económico de las Islas. El equilibrio no parece sencillo de alcanzar. La construcción se nutre de la materia prima territorio, pero además parte de su demanda viene del turismo. Pero para garantizar un turismo de calidad es necesario disponer de espacios naturales bien conservados. Parece que la respuesta está en que en cada caso se pague el verdadero coste de los efectos externos generados (se recomienda la lectura de este documento).La densidad de población y la escasez de territorio aconsejan la búsqueda de nuevos mercados. Salvo nuevos desarrollos tecnológicos que todos esperamos, sólo queda el otro input mencionado para descubrir nuevos mercados, el capital humano. En Canarias se cuenta con un capital humano cualificado importante que habría que estudiar si se encuentra infrautilizado o no. Los nuevos mercados tecnológicos representan una buena oportunidad de negocio, biotecnología, energías renovables e innovación en general, como propuso el ex presidente de Estados Unidos Al Gore en su visita a las Islas. Se trata de mercados que pueden encajar con las estructuras empresariales del Archipiélago, poco intensivas en infraestructura y más intensivas en capital humano. Los indicadores económicos tampoco ofrecen una situación boyante de la economía canaria (recomendable para un análisis más profundo el informe del CES de Canarias)Un PIB per cápita por debajo de la media nacional. Una tasa de crecimiento del PIB también por debajo de la media que nos aleja cada vez más de las economías más desarrolladas. Una tasa de inflación baja, y una tasa alta de desempleo que responden ambas, macroeconómicamente, a una tasa de crecimiento económico por debajo de la media nacional. Esta situación podría acentuarse en una situación como la actual con tipos de interés alto y la amenaza de una crisis energética mundial. El turismo entra por avión y más del noventa y seis por ciento de la generación de energía eléctrica de las Islas depende del petróleo. Hasta los economistas más liberales reconocen que la existencia de fallos de mercado requiere de la intervención pública para garantizar la generación de riqueza, así como una distribución equitativa de ésta. El gobierno debe intervenir cuando se dan este tipo de circunstancias: existencia de efectos externos, como por ejemplo la contaminación o el deterioro de recursos naturales, la existencia de abuso de poder de mercado o en la provisión de bienes públicos. Pero tampoco ningún buen economista duda que es la iniciativa privada sobre la que recae la capacidad de generación de riqueza en un país. Uno de los objetivos del nuevo gobierno debería ser facilitar la actividad económica y favorecer la competencia en los mercados, pero también cuando sea necesario por los mercados. Es decir, en el primer caso debe facilitarse la entrada de competidores en los mercados internos que fuerce a las empresas existentes a ser más eficientes y competitivas lo que favorecerá a los consumidores. En el segundo caso cuando la entrada en un mercado este regulada debe garantizarse la máxima transparencia en los concursos públicos e introducir métodos de concesión que favorezcan a las empresas más eficientes y competitivas. Si esto no se cumple en cada uno de los mercados, y en cada uno de los concursos públicos, se impide alcanzar la senda que garantizará máximo crecimiento económico para las Islas, lo que nos alejará irremediablemente de las regiones más ricas.Por otro lado un gobierno debe mirar también por la racionalidad económica en la toma de decisiones de inversión de los fondos públicos. El gasto público se nutre de los impuestos detraídos a la iniciativa privada, por tanto tiene un coste de oportunidad importante. Es indispensable la adecuada gestión de las inversiones públicas para garantizar máximo crecimiento económico, no hacerlo sería volver a abandonar la senda adecuada como se citó antes. Está demostrado que el gasto público genera crecimiento económico, pero no todas la inversiones públicas generan la misma riqueza, es indispensable seleccionar, introduciendo también criterios de equidad, sólo las inversiones públicas más rentables. Atrás han quedado ya los años de superávit de fondos europeos que en muchos casos no se invirtieron en donde se generaba más riqueza para las islas. El curso Oportunidades y amenazas para el desarrollo de las empresas en Canarias, que se desarrollará entre el 16 y el 18 de julio en la Universidad de Verano de Maspalomas) pretende poner de manifiesto las dificultades y también las ventajas de crear y consolidar empresas en un entorno socioeconómico que presenta más dificultades que las propias de la distancia geográfica a los principales mercados mundiales de bienes y servicios. Muchas empresas cierran su actividad en Canarias no por razones de competitividad sino precisamente como consecuencia de las condiciones socioeconómicas del mercado canario. Tenemos muy cercano casos de este tipo, y todos hemos oído hablar a algún amigo acerca de una licencia de obra que se eterniza un año y que paraliza la apertura de un nuevo negocio, infinidad de impuestos fiscales indirectos y tasas de todo tipo que elevan la inversión inicial y que van a acompañados también de procesos burocráticos que ralentizan el inicio de la actividad económica, paralización de mercancías en las aduanas que elevan los costes de stock y reducen las ventas, diferencias de fiscalidad con el resto de Europa que impiden el libre movimiento de mercancías, etc. El curso ofrece la posibilidad de descubrir y aprender de la trayectoria de cuatro empresarios canarios de éxito (Oliver Alonso, Rafael Méndez, Germán Carlos Suárez y Carmen Sosa) que han sabido sobreponerse a este tipo de dificultades y consolidar a sus empresas en el mercado. Otros expertos hablarán sobre las oportunidades de negocios en nuevos de mercados vinculados con el I+D+i, vinculadas a la disponibilidad de capital humano cualificado más que a inversiones en capital fijo, oportunidades de financiación pública y privada, o el análisis de viabilidad que deben ser tratados en la prospección de nuevos mercados. Las nuevas condiciones fiscales inherentes a nuestra economía serán tratadas en profundidad. Finalmente la mesa de debate liderada por un profesional del periodismo y con la participación de expertos conocedores de la realidad socioeconómica de las Islas permitirá sacar las conclusiones del curso.* Profesores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y responsables del curso Oportunidades y amenazas para el desarrollo de las empresas en Canarias María Victoria Ruiz Mallorquí y Manuel Romero Hernández*