¿Cómo orientarse en el mar sin señales de tráfico?

¿Cómo es posible que las tortugas marinas puedan desovar en la misma playa a miles de kilómetros de distancia de donde se encuentran? Se ha observado que es de gran importancia para estos animales una serie de factores para poder orientarse, como las corrientes marinas, los gradientes de temperatura, e incluso el sonido de las olas cuando se acercan a la costa.

Sin embargo, resulta más sorprendente comprobar que muchos peces son capaces de reconocer la presencia en las cercanías de un arrecife de coral gracias al olor. En larvas de peces localizadas en mar abierto se ha observado como son capaces de ir contracorriente si encuentran un olor determinado y característico de los arrecifes de coral donde viven.

¿No les parece impresionante?

Sumerjan su cabeza en el agua y observarán como nuestros sentidos se ven limitados al encontrarnos en un medio extraño para nosotros. La vista se distorsiona y las referencias submarinas no coinciden con la realidad. Podemos oír bajo el agua pero es complicado determinar su procedencia, mientras que el gusto se anula y somos incapaces de identificar sutilezas con nuestro paladar. El tacto es casi el único que permanece intacto, aunque limitado por encontrarnos en un medio líquido, y por el último el olfato es el que hemos perdido completamente debajo del agua.

Que unos estadios larvarios de peces, que todavía no se han formado ni madurado, sean capaces de reconocer olores en el mar merecen destacarse y podría ser el inicio de una línea de trabajo que permita explicar la fidelidad de muchos organismos marinos por determinados lugares.

¿Hemos estado perdiéndonos un mundo de sutiles señales químicas en el mar?

¿Qué olor tendrán los arrecifes de coral? ¿Tendrán olores diferentes los fondos de arena? ¿Y los fondos de callaos?...