Espacio de opinión de Canarias Ahora
Que cada palo aguante su vela
Ruiz detectó una serie de anomalías durante los gobiernos peperos en la comisión liquidadora del Patronato Francisco Franco. Unas “anomalías”, oye, de medio millón de euros (más de 80 millones de pesetas, dicho sea para los antiguos) que mandó a la Fiscalía por lo que la derechona le ha sacado a relucir, para quitarle hierro a la cosa, un incidente de tráfico (automovilístico, aclaro). Se trata nada menos que de 33 cheques al portador que suman esa montonera de dinero que, por lo visto, nada significa: lo gordo son las palabras que supuestamente cruzó Chani Ruiz con un Policía Local y que la incapacitan para actuar.
Los hay que le reprochan que no dé los nombres de los agraciados o agraciadas. Ignorando que al ser efectos al portador y no existir apuntes contables no puede ella conocerlos. Lo que, ya ven, es razón de más para ir a la Fiscalía que habrá de recabar de las entidades bancarias la identidad de los beneficiarios, que quedan registrados a partir de cierto importe.
Llama la atención que en un Ayuntamiento de la envergadura del de Las Palmas de Gran Canaria se funcione con cheques al portador. Algo que no se le ocurre al que asó la manteca; sí a quienes pagan alquileres en efectivo. Pero, ya ven, eso importa menos que la multa o lo que fuera a Ruiz. No se advierte que lo grave es el penoso grado de ignorancia, de desidia o de jeta de los gobiernos municipales del PP al permitir que se extendieran esos cheques; desde agosto de 2002 a diciembre de 2006. Es decir, durante las alcaldías de Soria y Luzardo, del mismo que lleva hoy la Hacienda canaria y de la misma que encabeza la oposición municipal y dicta doctrina de buen gobierno y dos piedras. No les duele el dinero público.
Echar mano de las tribulaciones automovilísticas de Ruiz es pobre recurso para desviar la atención de las barbaridades peperas y tratar de capitalizar la decepción ante la gestión de Saavedra induciéndonos a pensar que con Luzardo nos iba mejor. Una cosa es sentirte decepcionado y otra ser bobo. Bien por Chani Ruiz y que cada palo aguante su vela.
Ruiz detectó una serie de anomalías durante los gobiernos peperos en la comisión liquidadora del Patronato Francisco Franco. Unas “anomalías”, oye, de medio millón de euros (más de 80 millones de pesetas, dicho sea para los antiguos) que mandó a la Fiscalía por lo que la derechona le ha sacado a relucir, para quitarle hierro a la cosa, un incidente de tráfico (automovilístico, aclaro). Se trata nada menos que de 33 cheques al portador que suman esa montonera de dinero que, por lo visto, nada significa: lo gordo son las palabras que supuestamente cruzó Chani Ruiz con un Policía Local y que la incapacitan para actuar.
Los hay que le reprochan que no dé los nombres de los agraciados o agraciadas. Ignorando que al ser efectos al portador y no existir apuntes contables no puede ella conocerlos. Lo que, ya ven, es razón de más para ir a la Fiscalía que habrá de recabar de las entidades bancarias la identidad de los beneficiarios, que quedan registrados a partir de cierto importe.