Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

Pasión por Aminatou

Desde que conocí a Aminatou siento una verdadera pasión, una enorme admiración, aún no estándo de acuerdo con ella en su teoría pacifista que no comparto en su totalidad. La tomadura de pelo brutal que Marruecos está cometiendo con el pueblo saharaui no debe seguir con una política de negociación indefinida. Son más de treinta años de ocupación marroquí, y un referéndum aprobado por la ONU, pero que no tiene fecha aún de celebración. Un joven saharaui que tenía 20 años en 1975, cuando Hassan II con la Marcha Verde tomó el Sahara, ahora ya va camino de los 60 años. Hace unos años asistí a una cena con el presidente de la República Araba Saharaui Democrática (RASD) en Las Palmas de Gran Canaria, y comprobé que eran los jóvenes y las mujeres saharauis los que defendían con mayor entusiasmo y hasta pasión por la vuelta a las armas, hostigar a Marruecos por la vía militar y llevarle la guerra incluso a su territorio.

Pero Aminatou Haidar no es partidaria de la fuerza, ella es partidaria de la fuerza de la razón. Pero ya ven mi escepticismo con todo lo que estamos viviendo, con el cinismo de Marruecos y España, con un ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ängel Moratinos, que no sabe/no contesta, y que tiene miedo de poner a Marruecos en su sitio, aunque cuando escribo parece que hoy va a hablar por teléfono con la 'Ghandi' saharaui. Tengo la esperanza que Aminatou tenga razón y su lucha pacífica dé sus frutos. Sería maravilloso que se evitara más muertes, más violencia en el Sahara Occidental. Pero me temo que el nerviosismo de Marruecos siga en una cerrazón esquizofrénica y asesina. Ciertos indicios de un cambio de actitud de Estados Unidos hacia el contencioso saharaui, defendiendo la posición del referemdun de la ONU, ha puesto más histérico a Mohamed VI, y ya se sabe que la represión y la violencia no tiene cerebro, sólo músculo destructor.

Mi pasión, mi admiración por esta gran mujer crece, como crece a su alrededor la solidaridad. Lo que parece claro es que los grandes perdedores de esta infernal situación serán Marruecos y España. Pero lo preocupante es que Aminatou Haidar puede perder la vida. Sería una catástrofe de dimensiones imprevisibles.

Desde que conocí a Aminatou siento una verdadera pasión, una enorme admiración, aún no estándo de acuerdo con ella en su teoría pacifista que no comparto en su totalidad. La tomadura de pelo brutal que Marruecos está cometiendo con el pueblo saharaui no debe seguir con una política de negociación indefinida. Son más de treinta años de ocupación marroquí, y un referéndum aprobado por la ONU, pero que no tiene fecha aún de celebración. Un joven saharaui que tenía 20 años en 1975, cuando Hassan II con la Marcha Verde tomó el Sahara, ahora ya va camino de los 60 años. Hace unos años asistí a una cena con el presidente de la República Araba Saharaui Democrática (RASD) en Las Palmas de Gran Canaria, y comprobé que eran los jóvenes y las mujeres saharauis los que defendían con mayor entusiasmo y hasta pasión por la vuelta a las armas, hostigar a Marruecos por la vía militar y llevarle la guerra incluso a su territorio.

Pero Aminatou Haidar no es partidaria de la fuerza, ella es partidaria de la fuerza de la razón. Pero ya ven mi escepticismo con todo lo que estamos viviendo, con el cinismo de Marruecos y España, con un ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ängel Moratinos, que no sabe/no contesta, y que tiene miedo de poner a Marruecos en su sitio, aunque cuando escribo parece que hoy va a hablar por teléfono con la 'Ghandi' saharaui. Tengo la esperanza que Aminatou tenga razón y su lucha pacífica dé sus frutos. Sería maravilloso que se evitara más muertes, más violencia en el Sahara Occidental. Pero me temo que el nerviosismo de Marruecos siga en una cerrazón esquizofrénica y asesina. Ciertos indicios de un cambio de actitud de Estados Unidos hacia el contencioso saharaui, defendiendo la posición del referemdun de la ONU, ha puesto más histérico a Mohamed VI, y ya se sabe que la represión y la violencia no tiene cerebro, sólo músculo destructor.