Espacio de opinión de Canarias Ahora
Pin pan pun
Esta semana la ultraderecha ha vuelto a buscar protagonismo con el denominado pin parental, que no es otra cosa que el veto de los padres a que sus hijos acudan a ciertas clases de educación sexual, medio ambiente o reciclaje.
Vox considera que estos asuntos no son aconsejables para los escolares porque piensa que es un adoctrinamiento de sus hijos.
Tiene bemoles que sean precisamente los herederos ideológicos del franquismo e hijos putativos de la dictadura los que ahora defiendan no adoctrinar a sus hijos, como si las anteriores generaciones de españoles no hubiésemos sido adoctrinados en el nacionalcatolicismo por la enseñanza de entonces.
Antes que los derechos de los padres están los derechos de los hijos y unos hijos no pueden ser privados de educación sexual o de Medio Ambiente porque sus padres se nieguen a que conozcan la realidad del mundo.
Unos padres homófobos educan a sus hijos odiando a los homosexuales pero esos hijos no tienen culpa de tener a unos padres borregos y brutos.
Los que siempre han defendido a Franco y no han condenado su dictadura son ahora los que creen tener fuerza moral para decidir si unos niños tienen derecho a saber que hay diversos tipos de sexualidad o que el cambio climático está acabando con buena parte de nuestro mundo.
Hay unas leyes educativas que han sido aprobadas en el Parlamento democráticamente y unos padres antediluvianos no se las pueden pasar por el forro. Estos que hablan tanto del cumplimiento de la Constitución y las leyes son los primeros en saltárselas al tiempo que pretenden que la religión sea una asignatura obligatoria y puntuable, como ocurría antiguamente con ella y con la formación del espíritu nacional de tufillo falangista y totalitario
Es evidente que la España reaccionaria y carcamal pretende que todos pasemos por su aro monolítico y monocolor. Los niños del siglo 21 tienen que saber que existe el arcoiris y también diferentes orientaciones sexuales, todas ellas respetables aunque haya cromañones que no las quieren respetar.
Esta semana la ultraderecha ha vuelto a buscar protagonismo con el denominado pin parental, que no es otra cosa que el veto de los padres a que sus hijos acudan a ciertas clases de educación sexual, medio ambiente o reciclaje.
Vox considera que estos asuntos no son aconsejables para los escolares porque piensa que es un adoctrinamiento de sus hijos.