Espacio de opinión de Canarias Ahora
PISA, morena
Olé, morena. Así se habla. O sea, como explicó luego, ya nos evaluaremos nosotros. Así las cifras que nos salgan y que amañemos serán más optimistas. Pasa, según la titular de tan crucial departamento, que aquí tenemos unas mil especificidades que nos diferencian del resto de Europa y a ver quiénes son los europeos para venir a ver cómo andan los pibes canarios en aprendizaje de diversas asignaturas y materias. Tiene razón la señora Luis Brito. Hay diferencias evidentes: estamos en África y nuestros gobernantes tienden al bananerismo. Otra de las cacareadas diferencias con respecto a los países de nuestro teórico entorno político y cultural es que en esta comunidad el analfabetismo funcional no es valladar ni cortapisa para medrar. El 40 por ciento de los empresarios de las islas es analfabeto funcional y sus negocios marchan. Si hubiesen tenido una mejor educación, quizás ni se habrían atrevido a fundar sus compañías. Uno cree, ya en serio, que doña Milagros intenta ocultar la realidad de nuestra enseñanza y de sus resultados. Por muchas especificidades, singularidades y características peculiares que definan Canarias como un lugar distinto y, al parecer, imposible de evaluar con los mismos parámetros y herramientas que el resto de las regiones y países europeos, hay algo que no tiene nada que ver con esas vainas nacionaleras. Cualquier equipo experto puede averiguar el porcentaje de alumnos que son incapaces de comprender e interpretar correctamente un texto escrito. Y ahí es donde está la madre del cordero, morena. Están saliendo de los centros escolares y llegando a las universidades de estos peñascos verdaderos y simples analfabetos funcionales. Porque, cuando no se alcanza a comprender un texto escrito, es muy difícil avanzar en los estudios de cualquier otra disciplina. Y el fracaso del sistema docente es absoluto. Triste panorama para una tierra y unas islas cuya principal materia prima debiera ser el capital humano. Pero, en fin. El despropósito le ha salido a usted muy bien, doña Milagros. Y los nacionalistas de pro se lo jalearán. Menos mal que no existe un programa de evaluación de responsables políticos autonómicos de las regiones europeas. Aunque, si existiese, con decir que nadie de fuera tiene que venir a evaluarnos, pues santas pascuas.
José H. Chela
Olé, morena. Así se habla. O sea, como explicó luego, ya nos evaluaremos nosotros. Así las cifras que nos salgan y que amañemos serán más optimistas. Pasa, según la titular de tan crucial departamento, que aquí tenemos unas mil especificidades que nos diferencian del resto de Europa y a ver quiénes son los europeos para venir a ver cómo andan los pibes canarios en aprendizaje de diversas asignaturas y materias. Tiene razón la señora Luis Brito. Hay diferencias evidentes: estamos en África y nuestros gobernantes tienden al bananerismo. Otra de las cacareadas diferencias con respecto a los países de nuestro teórico entorno político y cultural es que en esta comunidad el analfabetismo funcional no es valladar ni cortapisa para medrar. El 40 por ciento de los empresarios de las islas es analfabeto funcional y sus negocios marchan. Si hubiesen tenido una mejor educación, quizás ni se habrían atrevido a fundar sus compañías. Uno cree, ya en serio, que doña Milagros intenta ocultar la realidad de nuestra enseñanza y de sus resultados. Por muchas especificidades, singularidades y características peculiares que definan Canarias como un lugar distinto y, al parecer, imposible de evaluar con los mismos parámetros y herramientas que el resto de las regiones y países europeos, hay algo que no tiene nada que ver con esas vainas nacionaleras. Cualquier equipo experto puede averiguar el porcentaje de alumnos que son incapaces de comprender e interpretar correctamente un texto escrito. Y ahí es donde está la madre del cordero, morena. Están saliendo de los centros escolares y llegando a las universidades de estos peñascos verdaderos y simples analfabetos funcionales. Porque, cuando no se alcanza a comprender un texto escrito, es muy difícil avanzar en los estudios de cualquier otra disciplina. Y el fracaso del sistema docente es absoluto. Triste panorama para una tierra y unas islas cuya principal materia prima debiera ser el capital humano. Pero, en fin. El despropósito le ha salido a usted muy bien, doña Milagros. Y los nacionalistas de pro se lo jalearán. Menos mal que no existe un programa de evaluación de responsables políticos autonómicos de las regiones europeas. Aunque, si existiese, con decir que nadie de fuera tiene que venir a evaluarnos, pues santas pascuas.
José H. Chela