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Sobre policías y ladrones

Pero aquí también lo son para Juan Fernando y una cierta forma de entender la política en Canarias. Un buen ejemplo lo tuvimos ayer en Madrid cuando Rubalcaba tuvo que salir a defender en una conferencia de prensa a la jefa de policía de Canarias, Concepción de Vega, porque “no es inhabitual en la práctica policial que los delincuentes intenten desacreditar la actuación policial”. ¿Motivo? Que un policía apartado del caso y acusado por el juez de revelación de secretos, el inspector José Ángel Vargas, presuntamente “cantó” y alertó a los que estaban siendo investigados, pues su jefa le confió que el “caso Góndola” en Mogán tenía la misma pinta que el “caso Faycán” en Telde. Parece que el vaticinio no fue descabellado y la instrucción del sumario no está dejando de darle la razón: el Grupo Europa de Jorge Rodríguez, ex portavoz del PP y mano derecha de Soria, pagó supuestamente un mítin de Rajoy en la localidad sureña y un concierto de Miguel Ríos. Ahora a la investigación y la transparencia le llaman “vendetta”.

La suerte está echada y que gane las europeas el mejor (o el menos malo) pero hay algo que me rebela como ciudadano: en un Estado de derecho, si debemos elegir entre los policías y los ladrones, no debe haber dudas. Y sea cual fuere nuestro signo o preferencia política, nunca un partido debe salir en defensa de los segundos para cuestionar a los primeros. Que sea además el PP el que ponga en marcha esta estrategia no deja de ser paradójico, casi tanto como que los socialistas sean los defensores de la ley y el orden. Pero creo que por el bien y la credibilidad de Rajoy y Mayor Oreja (la de Soria, Jorge Rodríguez, Manuel Fernández, “Paquirrín” González y los ediles de Telde está bastante tocada) los “populares” que son honrados y pueden presumir de ética (que quiero creer que son la mayoría) deberían repudiar públicamente las prácticas espúreas, fraudulentas y opacas sobre los fondos públicos, sea cual fuere el color del gestor político que las controle. ¿Por qué no lo hacen de forma contundente, clara y rotunda? Quizás sea una buena pregunta para los candidatos a esta próxima campaña electoral.

Federico Utrera

Pero aquí también lo son para Juan Fernando y una cierta forma de entender la política en Canarias. Un buen ejemplo lo tuvimos ayer en Madrid cuando Rubalcaba tuvo que salir a defender en una conferencia de prensa a la jefa de policía de Canarias, Concepción de Vega, porque “no es inhabitual en la práctica policial que los delincuentes intenten desacreditar la actuación policial”. ¿Motivo? Que un policía apartado del caso y acusado por el juez de revelación de secretos, el inspector José Ángel Vargas, presuntamente “cantó” y alertó a los que estaban siendo investigados, pues su jefa le confió que el “caso Góndola” en Mogán tenía la misma pinta que el “caso Faycán” en Telde. Parece que el vaticinio no fue descabellado y la instrucción del sumario no está dejando de darle la razón: el Grupo Europa de Jorge Rodríguez, ex portavoz del PP y mano derecha de Soria, pagó supuestamente un mítin de Rajoy en la localidad sureña y un concierto de Miguel Ríos. Ahora a la investigación y la transparencia le llaman “vendetta”.

La suerte está echada y que gane las europeas el mejor (o el menos malo) pero hay algo que me rebela como ciudadano: en un Estado de derecho, si debemos elegir entre los policías y los ladrones, no debe haber dudas. Y sea cual fuere nuestro signo o preferencia política, nunca un partido debe salir en defensa de los segundos para cuestionar a los primeros. Que sea además el PP el que ponga en marcha esta estrategia no deja de ser paradójico, casi tanto como que los socialistas sean los defensores de la ley y el orden. Pero creo que por el bien y la credibilidad de Rajoy y Mayor Oreja (la de Soria, Jorge Rodríguez, Manuel Fernández, “Paquirrín” González y los ediles de Telde está bastante tocada) los “populares” que son honrados y pueden presumir de ética (que quiero creer que son la mayoría) deberían repudiar públicamente las prácticas espúreas, fraudulentas y opacas sobre los fondos públicos, sea cual fuere el color del gestor político que las controle. ¿Por qué no lo hacen de forma contundente, clara y rotunda? Quizás sea una buena pregunta para los candidatos a esta próxima campaña electoral.