Espacio de opinión de Canarias Ahora
Presunciones nada inocentes
Explica el lector que la presunción de inocencia, que invocara una de estas amazonas del municipalismo para justificar el uso de su voto, rige tanto en lo penal como en lo civil. Con lo que insinuó ignorancia mía para descalificar la afirmación de que lo políticamente decente sería que se fueran a casa. Quería, en definitiva, desviar la atención hacia el terreno de mi competencia periodística; que es la que es, sin más. No picaré, pues, por ahí.Vuelvo a decir que políticamente no hay aquí presunción de inocencia que valga. Ni siquiera en el caso de que, al final, el juez las considere inocentes porque el bien a preservar (ahora y no dentro de meses, cuando haya sentencia) es la confianza ciudadana en el funcionamiento e integridad de las instituciones. Y no contribuye a restaurarla, repito, que las imputadas sigan contando en la corporación al punto de decidir la Alcaldía, con la venia del PP soriano que no quiere perderla por nada. ¿Debemos presumir, inocentemente claro, que no han puesto precio a su voto? Ustedes dirán si están los peperos para semejantes trotes. Por otro lado, la querella del macho Soria contra Francisco Gordillo, ex asesor de Torres. Hace meses, Gordillo declaró al juez que las comisiones eran para el PP. Soria, al que le gusta más un pleito que a un tonto una tiza, amenazó indignado con querellas mil que no se han producido; hasta la semana pasada en que Gordillo apareció en El País y le mandaron de Génova un ukáse obligándolo a interponer la demorada querella. ¿Por qué no lo hizo antes? Caben nuevas presunciones nada inocentes.Cambio de tercio pero sigo en lo mismo. Presumo que el cabreo protocolario de Mar Julios con López Aguilar fue tan electorero como la presencia del ministro en el I Encuentro de Economía Social Canarias-África. López Aguilar es candidato psocialista a presidir Canarias, como lo es Julios a no sabemos todavía qué. Es lógico que ambos quieran enseñar el palmito, pero no dar el feo espectáculo de disputarse la presidencia del acto. Una vergüenza (sin ÂdesÂ) al margen de quien tuviera razón, que en esto del protocolo no me meto.Julios no aceptó que López Aguilar presidiera y cogió puerta. Ya tuvo el ministro otro incidente parecido con Soria cuando la entrega de las últimas orlas de Derecho. El macho quiso que eligieran los propios alumnos a quien correspondía presidir, previo apercibimiento de retirarles la subvención cabildicia si optaban por López Aguilar; que fue justamente lo que hicieron, ya ven. Se nota que el ministro los pone de los nervios. Son como niños.
Explica el lector que la presunción de inocencia, que invocara una de estas amazonas del municipalismo para justificar el uso de su voto, rige tanto en lo penal como en lo civil. Con lo que insinuó ignorancia mía para descalificar la afirmación de que lo políticamente decente sería que se fueran a casa. Quería, en definitiva, desviar la atención hacia el terreno de mi competencia periodística; que es la que es, sin más. No picaré, pues, por ahí.Vuelvo a decir que políticamente no hay aquí presunción de inocencia que valga. Ni siquiera en el caso de que, al final, el juez las considere inocentes porque el bien a preservar (ahora y no dentro de meses, cuando haya sentencia) es la confianza ciudadana en el funcionamiento e integridad de las instituciones. Y no contribuye a restaurarla, repito, que las imputadas sigan contando en la corporación al punto de decidir la Alcaldía, con la venia del PP soriano que no quiere perderla por nada. ¿Debemos presumir, inocentemente claro, que no han puesto precio a su voto? Ustedes dirán si están los peperos para semejantes trotes. Por otro lado, la querella del macho Soria contra Francisco Gordillo, ex asesor de Torres. Hace meses, Gordillo declaró al juez que las comisiones eran para el PP. Soria, al que le gusta más un pleito que a un tonto una tiza, amenazó indignado con querellas mil que no se han producido; hasta la semana pasada en que Gordillo apareció en El País y le mandaron de Génova un ukáse obligándolo a interponer la demorada querella. ¿Por qué no lo hizo antes? Caben nuevas presunciones nada inocentes.Cambio de tercio pero sigo en lo mismo. Presumo que el cabreo protocolario de Mar Julios con López Aguilar fue tan electorero como la presencia del ministro en el I Encuentro de Economía Social Canarias-África. López Aguilar es candidato psocialista a presidir Canarias, como lo es Julios a no sabemos todavía qué. Es lógico que ambos quieran enseñar el palmito, pero no dar el feo espectáculo de disputarse la presidencia del acto. Una vergüenza (sin ÂdesÂ) al margen de quien tuviera razón, que en esto del protocolo no me meto.Julios no aceptó que López Aguilar presidiera y cogió puerta. Ya tuvo el ministro otro incidente parecido con Soria cuando la entrega de las últimas orlas de Derecho. El macho quiso que eligieran los propios alumnos a quien correspondía presidir, previo apercibimiento de retirarles la subvención cabildicia si optaban por López Aguilar; que fue justamente lo que hicieron, ya ven. Se nota que el ministro los pone de los nervios. Son como niños.