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Presupuestos 2020, respuesta adecuada a la pandemia

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Los datos provisionales de la ejecución del Presupuesto de la Comunidad Canaria en el año 2020, que desde la Consejería de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos del Gobierno de Canarias hemos dado a conocer hace unos días, confirman que esta alcanzó un 104,3% del presupuesto inicial y el 95,03% del presupuesto definitivo. Se trata de datos de carácter provisional, en tanto la Intervención General de la Comunidad Autónoma realice la Cuenta General, a mitad de año, siendo muy probable que, en los definitivos, como suele suceder, se incremente aún más el nivel de ejecución.

Son, en todo caso, números mejores que los de años anteriores en los que no estaban presentes las dificultades que trajo al conjunto de la sociedad, también a las instituciones públicas, la pandemia de la Covid 19: los confinamientos, la paralización durante trece semanas de la actividad de las administraciones y el grave retroceso de buena parte de la actividad económica del Archipiélago. El elevado grado de ejecución es un mérito del conjunto de departamentos del Ejecutivo, de sus centros directivos y de la profesionalidad de los empleados públicos de nuestra Comunidad, que tuvieron que hacer un sobreesfuerzo y una adaptación a las exigencias que planteaban las respuestas públicas a la pandemia.

Políticas expansivas

Hay que recordar que el Presupuesto inicial de Canarias para el año 2020, que se elevaba a 8.066 millones de euros, se incrementó de forma notable, por las políticas expansivas, sobre la base de incorporación de remanentes de Tesorería y de las transferencias recibidas de la Administración General del Estado. Unas políticas expansivas implementadas para hacer frente a la profunda crisis económica, sanitaria y social, hasta alcanzar finalmente los 8.855 millones, es decir, unos 800 millones más. Esta cantidad se incorporó a las arcas públicas canarias en el último semestre. Pese a lo cual, fue mayoritariamente ejecutada, comprometidos con la respuesta que exigía la pandemia, especialmente en sanidad y educación.

La dificultad para ejecutar los presupuestos estriba habitualmente en varias razones; en algunos casos por incorporarse con retraso distintas partidas provenientes del Estado y la Unión Europea o por el hecho de que hay créditos cuya ejecución exige la certificación de otras administraciones. También por problemas de gestión del conjunto de las administraciones, lastradas por la falta de recursos humanos consecuencia de los recortes decididos en la crisis anterior y que se hace preciso superar.

Además, la actual crisis obligó a la suspensión de las reglas fiscales en septiembre -medida que desde el Gobierno de Canarias reclamamos desde un principio al Gobierno estatal para destinar todos los recursos disponibles a combatir esta grave crisis-, lo que nos posibilita que lo sustancial de los 400 millones que fue imposible gastar antes de finalizar el año 2020 no se perderá, porque esta vez no irá a amortizar deuda.

165 millones en ayudas directas

En esta ocasión, afortunadamente, esos fondos se incorporarán a los remanentes de Tesorería y podrán ser utilizados este año para seguir combatiendo los efectos de la pandemia, continuando con el fortalecimiento de nuestros servicios públicos, colaborando con los distintos sectores económicos, empresas y autónomos de las Islas, y apoyando a las personas más vulnerables. El mejor ejemplo lo constituyen los 165 millones de euros en ayudas directas no reembolsables a las pymes, los autónomos y los establecimientos turísticos, que adelantará la Comunidad Autónoma -a la espera de que podamos incluirlo en los fondos React-EU-, y que salen de los remanentes de Tesorería de años anteriores. 

Pese a las dificultades reseñadas, pese al significativo incremento con relación al Presupuesto inicial y la llegada de distintas partidas en el último tramo del año, el grado de ejecución sobre presupuesto definitivo, del 95,03%, fue superior a los logrados, en condiciones mucho más favorables, en los ejercicios de 2018 (94,99%), y 2019 (92,34%).

En 2018, último presupuesto normalizado, sin pandemia, sin procesos electorales ni cambios de gobierno, no se fue capaz ni siquiera de ejecutar el inicial, mucho menos el definitivo (7.596 millones). Dejando de utilizar entonces casi 400 millones de euros teniendo Canarias importantes necesidades en empleo, vivienda, sanidad, desarrollo de las energías renovables o extensión de la educación infantil 0-3 años; y perdiendo gran parte de este dinero para su uso en esas perentorias necesidades: lo sustancial pasó a engrosar el superávit y, por tanto, a pagar deuda pública. 

Servicios públicos reforzados

El actual Ejecutivo de progreso gastó el pasado año unos 1.200 millones de euros más que en el año 2018, logrando un mayor porcentaje de ejecución pese al mayor volumen. Además, a diferencia de lo que sucedió en la anterior crisis, la de 2008-2014, en esta, mucho más grave, con mucha mayor caída de la economía y de los ingresos públicos, no se ha despedido a médicos ni a enfermeras ni a docentes; y, al contrario de lo que se hizo entonces, se han incrementado las partidas de las cuentas públicas destinadas a los servicios públicos sanitario y educativo, aumentando en 7.000 los profesionales en estas dos áreas; se han establecido, asimismo, ayudas extraordinarias dirigidas a las pequeñas y medianas empresas, los autónomos y las familias vulnerables, así como otras de aplazamiento en el pago de impuestos.  

Todo ello se ha podido llevar a cabo, a pesar de la fuerte caída experimentada por la recaudación global de la Comunidad Canaria, de más de 557,6 millones de euros, sufriendo una reducción del 21,42% respecto al ejercicio anterior. De esa caída total 350,07 millones afectan a la Comunidad Canaria y 206,9 millones a cabildos y ayuntamientos. Y se ha podido hacer gracias a la suspensión de las reglas fiscales y a la captación de recursos procedentes de otras administraciones. Posibilitando que las cuentas públicas canarias definitivas superaran en 2020 los 8.855 millones de euros.

En condiciones de extrema dificultad, con menos tiempo de actividad administrativa y con la gestión de muchos más recursos económicos, hemos logrado mejorar la ejecución presupuestaria de anteriores gobiernos. Son datos objetivos, incuestionables, calculados por empleados públicos de altísima cualificación. Porque no basta con disponer de más recursos, sino que se ha de ser diligente en su utilización, ahora hay que persistir en esa línea de rigor presupuestario. Hay que seguir mejorando la gestión. Hay que insistir en las políticas públicas dirigidas a combatir una de las más graves crisis de nuestra historia. Por eso, el Presupuesto de la Comunidad Canaria para 2021 continúa en esa misma senda, la de tomar decisiones que impacten en favor de la salud, de la economía y de la gente.

Los datos provisionales de la ejecución del Presupuesto de la Comunidad Canaria en el año 2020, que desde la Consejería de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos del Gobierno de Canarias hemos dado a conocer hace unos días, confirman que esta alcanzó un 104,3% del presupuesto inicial y el 95,03% del presupuesto definitivo. Se trata de datos de carácter provisional, en tanto la Intervención General de la Comunidad Autónoma realice la Cuenta General, a mitad de año, siendo muy probable que, en los definitivos, como suele suceder, se incremente aún más el nivel de ejecución.

Son, en todo caso, números mejores que los de años anteriores en los que no estaban presentes las dificultades que trajo al conjunto de la sociedad, también a las instituciones públicas, la pandemia de la Covid 19: los confinamientos, la paralización durante trece semanas de la actividad de las administraciones y el grave retroceso de buena parte de la actividad económica del Archipiélago. El elevado grado de ejecución es un mérito del conjunto de departamentos del Ejecutivo, de sus centros directivos y de la profesionalidad de los empleados públicos de nuestra Comunidad, que tuvieron que hacer un sobreesfuerzo y una adaptación a las exigencias que planteaban las respuestas públicas a la pandemia.