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Primarias en Podemos Canarias: por qué apoyo a la candidatura Juntas más fuertes
En Podemos Canarias estamos inmersos en los procesos de primarias para elegir candidatos/as a las distintas instituciones de nuestro archipiélago. Escribo estas líneas no como Secretario de Educación y Formación de Podemos Canarias, por lo tanto de toda la organización, ni como miembro del Consejo Autonómico, sino como militante de base e inscrito de nuestra organización.
Antes de entrar en materia me gustaría realizar una reflexión general sobre las primarias. En nuestra organización hay dos tipos de personas que participan, los militantes (que son los menos), que asisten con regularidad a los actos del partido, participan en las movilizaciones o en las asambleas, y suelen tener un compromiso más fuerte con la organización, y los inscritos/as (que son la mayoría), personas que por sus circunstancias personales no participan asiduamente en la organización, pero si ejercen el voto en las consultas internas y en las primarias (ya sea para cargos orgánicos o para las instituciones). El problema se produce cuando cualquier candidatura intenta llegar a los inscritos/as, ya que no suele tener canales para poder acceder a ellos, lo cuál dificulta la campaña en el sentido de que son las redes sociales o los medios de comunicación los que se convierten en los mediadores de las diferentes candidaturas, con el problema que resulta de esto. El segundo problema que resultan de nuestra modalidad de primarias, y al que creo que hay que repensar, es que el formato impide un debate más sosegado y más basado en los fundamentos políticos y programáticos, por lo tanto, este formato acaba basándose más en la imagen y en los eslóganes. Por lo tanto abogo por repensar este modelo de primarias en nuestro partido cuando pasen las siguientes elecciones autonómicas y locales.
He estado siguiendo las distintas presentaciones online, porque las presenciales no han ocurrido todavía, y las diversas ideas que han sido expresadas en las diferentes entrevistas realizadas a las candidatas a la Presidencia del Gobierno y los equipos que dirigen.
Para la Presidencia se han presentado, la candidata de Todas a Una Ganar 2019, María del Carmen Martín, y la candidata de Juntas Más Fuertes, Noemí Santana. Aunque no es candidato a la Presidencia, hay que señalar que se presenta una tercera lista, vinculada a una parte de los anticapitalistas, capitaneada por el veterano exmilitante de la LCR, Domingo Méndez.
Llama la atención que la candidatura Todas a Una, que no logró obtener la Secretaría General, haya escogido una candidata de menor nivel que su anterior candidata a la Secretaría General, Conchi Monzón. Da la sensación de que dan la candidatura por perdida ya que, a todas luces, presentan a una candidata de menor nivel que Noemí Santana, y que lo va a tener difícil en los debates presenciales que se realicen.
En la composición de las candidaturas, el equipo de Méndez está formado por miembros de la corriente anticapitalista, aunque una parte de los miembros de la misma se ha sumado a la candidatura de Juntas más Fuertes. La candidatura de Noemí Santana está compuesta por algunos miembros de los anticapitalistas, por la corriente de “Podemos en Plural” (Juan Márquez), por los miembros de la corriente de la Secretaria General, y a muchos independientes que se han sumado a esta candidatura en estas primarias provenientes de la Sociedad Civil, de los movimientos sociales y sindical. El equipo de Todas a Una, pese a reclamarse como la “más plural”, solo acoge a los fieles de la ex-Secretaria General, Mery Pita. Por lo tanto, podemos afirmar con rotundidad que la candidatura más plural, y puede que la más representativa de cómo es Podemos en Canarias, es la de la actual Secretaria General y candidata, Noemí Santana.
En cuanto a la política de alianzas, hay una extraña coincidencia entre la candidatura de Méndez y la capitaneada por Mary Carmen Martín, ya que las dos apoyan una visión de un Podemos como “partido-protesta” que sirve “como altavoz de los movimientos sociales” (sin discriminar ni matizar cuando si o cuando no hay que apoyar las revindicaciones de un movimiento social). Dicho de otra manera, las dos candidaturas rechazan cualquier acuerdo con las fuerzas progresistas en Canarias para desalojar al binomio CC-PP. Por lo tanto, si no obtienen en las elecciones mayoría absoluta, Podemos sería para estas dos candidaturas un grupo que se dedicaría a ser “el partido de las esencias y del NO a todo”. El problema es que no parece que en mucho tiempo pueda haber una mayoría absoluta en nuestra tierra, ni la ha habido en todo el período democrático, y menos con el sistema electoral que tenemos, lo que convertiría a Podemos en una fuerza bloqueadora de la actividad legislativa, y que impediría que, si diesen los números, se pudiese conformar una mayoría progresista alternativa en la cámara regional. Este hecho tendría efectos negativos, no sólo en la Comunidad Autónoma, sino para el propio Podemos, ya que en las siguientes elecciones muchos votantes abandonarían el partido por considerar que no es útil para arreglar los problemas de nuestra tierra. Sin embargo, el equipo de Santana, han entendido a la perfección que existe una posibilidad de desplazar a CC, y a sus políticas, de la mano de las fuerzas progresistas, acabando con casi 25 años de monopolio conservador de los nacionalistas en el gobierno. Por lo tanto, la idea que subyace detrás de esta política de alianzas es que el objetivo histórico de la izquierda en Canarias es desplazar a CC y acabar con las políticas neoliberales y empobrecedoras aplicadas por ellos.
Es curioso que mientras Podemos en el Parlamento nacional apoya al gobierno de Pedro Sánchez, y pretenda en las próximas elecciones entrar en un co-gobierno con el PSOE, la candidatura de Todas a Una apoye esta opción en Madrid, apoye el co-gobierno con el PSOE y NC en el ayuntamiento de Las Palmas (donde Doreste, miembro de esta corriente, es teniente alcalde), y esté totalmente en contra de alcanzar ningún acuerdo con el PSOE y NC ni en el gobierno autonómico, ni en otros ayuntamientos o Cabildos. Parece que la coherencia no es un valor muy cotizado en estos tiempos.
En cuanto a la política de confluencias el panorama está más claro. Coinciden tanto IA como Todas a Una en negar la posibilidad de alcanzar un acuerdo con SSP, a pesar de que la confluencia está validada por un referéndum interno, mientras que la candidatura de Juntas (Santana) tiene una política clara de apuesta por las confluencias amplias, para que ningún voto de la izquierda transformadora se pierda, y multipliquemos las posibilidades de desalojar a CC del gobierno. Es curioso como estas dos candidaturas han utilizado el “anti-SSP” como elemento de cohesión interna de sus grupos, sin una reflexión profunda detrás. Todos tenemos diferencias de criterios en algunos puntos con las formaciones con las que pretendemos llegar a acuerdos (SSP, IU, SOMOS, EQUO, etc.), pero entendemos que el objetivo final es común, y estamos de acuerdo en lo importante, y que no podemos continuar en una deriva de ver quién es más puro, si “el frente judáico popular o el frente popular de Judea”, ya que esto no es útil para la mayoría de los ciudadanos/as. Hay que entender que la política es un servicio público, y en las fuerzas de izquierda, debería de estar por encima la mejora de la vida de la mayoría social de los matices y las cuitas internas.
Otro acierto de la candidatura de Noemí Santana (Juntas más Fuertes) es la de entender que la realidad es compleja, que las sociedades son plurales, y que existen diferentes intereses, habitualmente contrapuestos, dentro de las mismas. Por lo tanto, las propuestas más de calado político que se hacen están diseñadas en dos planos, la “política de máximos”, que es al horizonte al que se pretende avanzar, y la “política de mínimos” que es el objetivo mínimo que se pretende alcanzar para que se avance en la dirección deseada. Tiene sentido si se observa que las mayorías se conformarán de manera diversa y compleja y harán falta muchas reuniones y cesiones y conquistas para dirigirse a dicho horizonte. En el caso de Todas a Una, cuestión que comparten con la candidatura de Méndez, no salen de la “política de máximos”, por lo que no habría ningún avance en esa dirección, ya que no se estaría en disposición de alcanzar acuerdo alguno, lo que llevaría a Podemos a una posición de “oposición inútil” y en el fondo, de garantía de que el proceso de cambio estará más escorado a la derecha. Por lo tanto, el horizonte no podría virar hacia la izquierda, y se haría sin Podemos, sin influir, sin matizar, arrinconado en una esquina del hemiciclo, no siendo útil para las clases populares y clases medias de nuestra tierra.
Por estos motivos ante expuestos, apoyo a la candidatura de Juntas Más Fuertes, encabezada por Noemí Santana, que considero que es la mejor candidata para Podemos Canarias. Considero que es la candidatura más adecuada para dejar atrás la historia negra de los gobiernos de CC. Es una candidatura que aporta esperanza frente al panorama negro que vivimos en nuestras islas. Una candidatura plural firme en los principios y valores. Ahora los inscritos/as y los militantes tienen con su voto la palabra.
En Podemos Canarias estamos inmersos en los procesos de primarias para elegir candidatos/as a las distintas instituciones de nuestro archipiélago. Escribo estas líneas no como Secretario de Educación y Formación de Podemos Canarias, por lo tanto de toda la organización, ni como miembro del Consejo Autonómico, sino como militante de base e inscrito de nuestra organización.
Antes de entrar en materia me gustaría realizar una reflexión general sobre las primarias. En nuestra organización hay dos tipos de personas que participan, los militantes (que son los menos), que asisten con regularidad a los actos del partido, participan en las movilizaciones o en las asambleas, y suelen tener un compromiso más fuerte con la organización, y los inscritos/as (que son la mayoría), personas que por sus circunstancias personales no participan asiduamente en la organización, pero si ejercen el voto en las consultas internas y en las primarias (ya sea para cargos orgánicos o para las instituciones). El problema se produce cuando cualquier candidatura intenta llegar a los inscritos/as, ya que no suele tener canales para poder acceder a ellos, lo cuál dificulta la campaña en el sentido de que son las redes sociales o los medios de comunicación los que se convierten en los mediadores de las diferentes candidaturas, con el problema que resulta de esto. El segundo problema que resultan de nuestra modalidad de primarias, y al que creo que hay que repensar, es que el formato impide un debate más sosegado y más basado en los fundamentos políticos y programáticos, por lo tanto, este formato acaba basándose más en la imagen y en los eslóganes. Por lo tanto abogo por repensar este modelo de primarias en nuestro partido cuando pasen las siguientes elecciones autonómicas y locales.