Primero de Mayo

En Canarias estos datos expresan con todas su crudeza la grave recesión en que está situada nuestra economía y nos obliga a organizarnos como pueblo para exigir un cambio de rumbo en las políticas de austericidio que nos ha impuesto la derecha europea. En nuestra tierra alcanzamos la cifra de 385.600 desempleados (34% de la población activa), incrementándose la lista de parados en 17.200 personas con relación al último trimestre de 2012. Estos datos vienen acompañados del alarmante incremento del número de familias donde todos sus miembros se encuentran desempleados.

Por esta situación de emergencia social que estamos viviendo, el Primero de Mayo de 2013 tiene que expresar la unidad de todas las organizaciones sociales, políticas y también de los nuevos movimientos surgidos a partir del 15M, en su rechazo a las políticas de austeridad: desastrosas socialmente y estúpidas económicamente, al ser incapaces de responder al objetivo de reducción del déficit que ellas mismas se habían fijado. Es preciso que el próximo 1 de mayo se oiga el rechazo de una mayoría social que exige acabar con la dominación de los mercados financieros sobre la sociedad y la vida económica, y para ello es preciso reclamar el control social de los bancos y la creación de un polo público financiero. Pero sobre todo es indispensable gritar no a una reforma laboral inútil e injusta que ha dejado centenares de miles de personas en la cuneta.

En Canarias el Día Internacional de los Trabajadores tiene que expresar la necesidad de un cambio en la política económica que gire hacia la satisfacción de las necesidades sociales y hacía una transición ecológica que las organizaciones de izquierdas y progresistas deberían comenzar a reclamar de forma organizada.

En Canarias estos datos expresan con todas su crudeza la grave recesión en que está situada nuestra economía y nos obliga a organizarnos como pueblo para exigir un cambio de rumbo en las políticas de austericidio que nos ha impuesto la derecha europea. En nuestra tierra alcanzamos la cifra de 385.600 desempleados (34% de la población activa), incrementándose la lista de parados en 17.200 personas con relación al último trimestre de 2012. Estos datos vienen acompañados del alarmante incremento del número de familias donde todos sus miembros se encuentran desempleados.

Por esta situación de emergencia social que estamos viviendo, el Primero de Mayo de 2013 tiene que expresar la unidad de todas las organizaciones sociales, políticas y también de los nuevos movimientos surgidos a partir del 15M, en su rechazo a las políticas de austeridad: desastrosas socialmente y estúpidas económicamente, al ser incapaces de responder al objetivo de reducción del déficit que ellas mismas se habían fijado. Es preciso que el próximo 1 de mayo se oiga el rechazo de una mayoría social que exige acabar con la dominación de los mercados financieros sobre la sociedad y la vida económica, y para ello es preciso reclamar el control social de los bancos y la creación de un polo público financiero. Pero sobre todo es indispensable gritar no a una reforma laboral inútil e injusta que ha dejado centenares de miles de personas en la cuneta.