Espacio de opinión de Canarias Ahora
La procesión de Rajoy
Hablando de Buen Ladrón digamos que la procesión lagunera de Mariano coincide con el Víacrucis de Jaume Matas. Aquí Mariano se apuntó al papel de Pilatos: “si puede que demuestre su inocencia”, declaró ayer. Resulta que lo que el juez investiga no es sólo el dinero negro que Matas manejó durante cinco años, ni sus fraudes a Hacienda (que no tuvo más remedio que confesar al juez). Lo que el juez investiga, querido San Mariano, es la financiación ilegal del PP. Igual que en el caso Faycán. Así que ese “que demuestre su inocencia” es un gesto muy de Pilatos, pero cuando hablamos de financiación ilegal de un partido las manitas sucias no son sólo las de quien utilizó la administración pública para favorecer a empresas a cambio de recaudar dinero para el partido, a cambio de futuras campañas electorales. Es imposible que los 41 millones de euros que el juez sospecha que Matas desvió de los presupuestos públicos se escondieran sólo en los calcetines y las cajas de mallorquinas que el presidente balear guardaba bajo su cama.
Claro que a lo mejor Mariano no es capaz de darse cuenta de esto. No es la primera vez que las tragedias que tocan a Matas le parecen poca cosa. Cuando el político balear era Ministro de Medio Ambiente se produjo el hundimiento del Prestige. Mariano llamó hilillos de plastilina a las 50.000 toneladas de fuel que desprendió el petrolero frente a las costas gallegas. Después de 20 meses de investigación el juez y el fiscal Anticorrupción han visto que de la construcción del velódromo Palma Arena, del metro de Palma y de la compra de programas en la televisión de Baleares no salían hilillos de plastilina sino kilos y kilos de dinero público que se usaban para otras cosas. Entre esas cosas estaba la colocación de vallas electorales de siete pisos de altura (¡cómo me suena esto en Canarias Mariano!), y la celebración de un mitin que tuvo a Matas y a Rajoy como protagonistas (¡ños, también me suena, la vida es una góndola!).
La imagen de Mariano haciendo de Pilatos mientras Jaume Matas vive su Viacrucis puede valer porque estamos en Semana Santa, pero políticamente no me la trago. De lo publicado sobre el caso Matas me llamó la atención que su esposa combinara la compra de un anillo de 5000 euros y un reloj Rolex con brillanes y esfera de nácar de 23.000 euros con su mundo laboral tan espiritual: ¡ Maite Areal era empleada de las monjas Agustinas!. Me cautiva esa espiritualidad tan particular de la derechona. Aznar también combinaba espiritualidad con millones. Desde el gobierno casó a su hija en un monasterio y en la oposición sale a la calle a manifestarse detrás de las pancartas de los obispos. Pero luego no se conforma con tener la medallita de un santo colgada al cuello, prefiere una medalla de oro del Congreso de Estados Unidos. Por eso pagó con dinero público 2 millones 300 mil euros a unos abogados para que le consiguieran la medalla del congreso yanqui. Al final no llegó la medalla y el Tribunal de Cuentas está investigando si ese derroche fue legal o no.
Me da penita del pobre Mariano, que vino a pasar la semana santa entre nosotros, pero entre las procesiones que le organizan en las islas y los viacrucis de sus antiguos compañeros de gobierno el hombre no va a tener tiempo ni de ponerse el minichó...
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Juan GarcÃa Luján
Hablando de Buen Ladrón digamos que la procesión lagunera de Mariano coincide con el Víacrucis de Jaume Matas. Aquí Mariano se apuntó al papel de Pilatos: “si puede que demuestre su inocencia”, declaró ayer. Resulta que lo que el juez investiga no es sólo el dinero negro que Matas manejó durante cinco años, ni sus fraudes a Hacienda (que no tuvo más remedio que confesar al juez). Lo que el juez investiga, querido San Mariano, es la financiación ilegal del PP. Igual que en el caso Faycán. Así que ese “que demuestre su inocencia” es un gesto muy de Pilatos, pero cuando hablamos de financiación ilegal de un partido las manitas sucias no son sólo las de quien utilizó la administración pública para favorecer a empresas a cambio de recaudar dinero para el partido, a cambio de futuras campañas electorales. Es imposible que los 41 millones de euros que el juez sospecha que Matas desvió de los presupuestos públicos se escondieran sólo en los calcetines y las cajas de mallorquinas que el presidente balear guardaba bajo su cama.
Claro que a lo mejor Mariano no es capaz de darse cuenta de esto. No es la primera vez que las tragedias que tocan a Matas le parecen poca cosa. Cuando el político balear era Ministro de Medio Ambiente se produjo el hundimiento del Prestige. Mariano llamó hilillos de plastilina a las 50.000 toneladas de fuel que desprendió el petrolero frente a las costas gallegas. Después de 20 meses de investigación el juez y el fiscal Anticorrupción han visto que de la construcción del velódromo Palma Arena, del metro de Palma y de la compra de programas en la televisión de Baleares no salían hilillos de plastilina sino kilos y kilos de dinero público que se usaban para otras cosas. Entre esas cosas estaba la colocación de vallas electorales de siete pisos de altura (¡cómo me suena esto en Canarias Mariano!), y la celebración de un mitin que tuvo a Matas y a Rajoy como protagonistas (¡ños, también me suena, la vida es una góndola!).