Espacio de opinión de Canarias Ahora
A propósito del Día del Holocausto en España
Sin embargo hace dos años que tal evento no se lleva a cabo porque es evidente y patético que algunos de los hijos y nietos de aquellas víctimas inocentes, juguetes rotos de los nazis, hayan hecho de aquel Holocausto la justificación permanente del asesinato de palestinos, sin entrar a debatir si es un genocidio o no.
La exhibición de su manipuladora desgracia, elevó a categoría superior el lema sionista:“UNA TIERRA SIN PUEBLO PARA UN PUEBLO SIN TIERRA” y lo convirtieron en su bandera para hacernos desaparecer del mapa a los palestinos mediante el terrorismo del que fueron sus fundadores (véase los carteles británicos de los años cuarenta reclamando como tales a los que han sido o son líderes de la entidad sionista).
La creación de una entidad sionista en base a designio divino (¡hay que ver la magnificente divinidad que invoca la entrada a sangre y fuego sobre las tierras de Canaán y sus hijos!) con un fundamente ideológico que ha sido calificado por la ONU como racista no ha hecho más que convertirse en un mazo contra la “barbarie árabe”,-que lejos queda su legado cultural-, que Occidente quiere controlar con petróleo incluido y del que tanta sangre roja se vierte por el negro crudo.
Lo demás es sobradamente conocido y por fin, da la impresión de que con Wikileaks o sin el, nos enteremos de quién es quién en este singular tablero de ajedrez de vida y muerte. Mis ideas están claras e identificados los perversos de esta historia en ambos lados antes de que saliera este lado de la historia contado por un soldado que se pudre en una cárcel norteamericana y del que se nutre el que dice ser su fundador.
Les invito a realizar una lectura distinta a la cacareada historia del Holocausto.
Desde mi punto de vista y respetando el deseo de conmemorar aquellos asesinatos en masa a manos de los nazis no sólo defiendo la inocencia de mi otro pueblo, el palestino, en estos horrorosos crímenes de lesa humanidad sino que le encarezco el favor de mirar con sentido de justicia el “asunto palestino” y que me respondan si no es cierto que llevamos sesenta y cuatro años siendo víctimas culpabilizadas por esa cosa tan semejante a los mercados financieros y que se llama Comunidad Internacional.
No comento, por innecesario, el derecho a la legítima defensa de los palestinos de nuestros implacables y pertrechados asesinos.
Les invito a una reflexión. Si realmente se quiere rememorar el Holocausto con la intención de que NUNCA MÁS se vuelva a repetir y que por ello JAMÁS DEBE OLVIDARSE, permítanme el contrapunto de que tal y como decían dos amigos judíos, recordando el sufrimiento en Austwvig, uno de ellos, David, hablaba de su odio hacia los nazis, recordándolos todos los días de su vida.
Su amigo Samuel, tranquilamente le dijo, ¿sabes David? Yo ya los olvidé. Ahora soy libre, tú, sin embargo, sigues siendo prisionero de ellos.
Y yo añado que además de prisioneros de los nazis, están condenados a repetir la historia de los maltratadores.
Recordar el volver a poner el corazón en la memoria; recomiendo, en la medida que me escuchen los judíos y mis hermanos palestinos, de buenos corazones, que aprendan a olvidar el pasado lleno de sufrimiento y mirar el presente, animándoles a una Paz justa entre dos pueblos, hijos ambos de la misma raíz del olivo.
Plomo fundido, Asalto al Buque de la Libertad a Gaza, asesinatos, explosiones terroristas, miedos indefinidos ¿hacia dónde nos lleva todo esto, es buena intención lo que anima esta eterna discusión? Están jugando con nosotros y hay que despertar conciencias respetando la VIDA Y LA LIBERTAD de todos y cada uno de los inmersos en esta interminable partida de sangre y fuego.
Finalmente, Sr. Obama, usted no fue a clase de Historia aquel día en que hablaron del Imperio Otomano: ¿Cómo puede usted ofrecer tierras argentinas y chilenas a los refugiados palestinos? Es volver a comenzar?
* Ex presidente y Cofundador de la Comunidad Palestina en Canarias
Carlos Juma*
Sin embargo hace dos años que tal evento no se lleva a cabo porque es evidente y patético que algunos de los hijos y nietos de aquellas víctimas inocentes, juguetes rotos de los nazis, hayan hecho de aquel Holocausto la justificación permanente del asesinato de palestinos, sin entrar a debatir si es un genocidio o no.
La exhibición de su manipuladora desgracia, elevó a categoría superior el lema sionista:“UNA TIERRA SIN PUEBLO PARA UN PUEBLO SIN TIERRA” y lo convirtieron en su bandera para hacernos desaparecer del mapa a los palestinos mediante el terrorismo del que fueron sus fundadores (véase los carteles británicos de los años cuarenta reclamando como tales a los que han sido o son líderes de la entidad sionista).