Espacio de opinión de Canarias Ahora
El PSOE partido en dos
Históricamente el PSOE ha tomado decisiones muy contradictorias. En la dictadura del General Primo de Rivera colaboraron con la misma, no hicieron oposición, todo porque la UGT recuperara el terreno perdido con la CNT anarquista, que en aquellos años se había colocado en primer lugar en el mundo sindical. Partidarios de un acercamiento al dictador Primo de Rivera eran Julián Besteiro, y sorprendentemente, Largo Caballero. Por el contrario, Indalecio Prieto y Fernando de los Ríos eran partidarios de una colaboración estrecha con los partidos republicanos. Durante toda la dictadura de Primo de Rivera la división de criterios fue total, con momentos de mucha tensión interna en el partido.
Años más tarde, cuando la República Española, una parte importante del PSOE con Julián Besteiro a la cabeza y con la colaboración de los anarquistas, dieron un golpe de Estado en Madrid en marzo de 1939, para rendirse al General Franco, con la oposición de Juan Negrín, una parte de los socialistas, y del Partido Comunista, partidarios de seguir resistiendo y enlazar la guerra civil con la segunda guerra mundial que se veía inevitable, como así sucedió en septiembre de ese mismo año. Julián Besteiro, el más firme defensor de la rendición, trató de negociar con Franco, pero este exigió una rendición incondicional, y Besteiro terminó muriendo en la cárcel de Carmona. Un buen pago de los franquistas a su rendición.
Ahora de nuevo un sector del PSOE, mayormente los dirigentes en contra de la opinión de la puta base, que diría mi amigo Anastasio Travieso, va a entregar el Poder a la derecha y extrema derecha más corrupta de todos los tiempos que ha tenido España. Es otra enorme contradicción, porque el 20 de diciembre de 2015 los números daban la posibilidad cierta de convertir a Pedro Sánchez en presidente, en un pacto PSOE, Podemos, Compromis, Izquierda Unida y PNV. En este caso ni siquiera hacían falta los votos de Esquerra Republicana de Catalunya, ni de Convergencia i Unió, partidos que por su defensa de la independencia de Catalunya eran rechazados por el PSOE.
Pero ahora la suerte está echada, y tendremos gobierno de Rajoy dentro de una semanas. La división entre la dirección del PSOE y la militancia es la más fuerte que ha existido en toda la historia. Pero incluso entre los dirigentes hay voces que advierten de la locura de estos planes felipistas/susanistas, y entre otros están Josep Borrel, Patxi López, Odón Elorza, Francine Armengol, Idoia Mendia, Pérez Tapias, que han reiterado su oposición de la abstención, que la ven como el preludio de un auténtico desastre político para el PSOE. Pero no ha habido manera, y las causas en el fondo y en la superficie, el pánico del felipismo y el susanismo a Unidos Podemos. La cosa está clara: el PSOE está dispuesto a pactar con Podemos en ciudades, pueblos, y hasta en autonomía, pero otra cosa es el Congreso de los Diputados, que es donde se legisla, se promueven leyes, y ahí sí que no quiere darle el PSOE ni agua a Podemos, ¡qué va!, que los podemitas son capaces de cargarse las puertas giratorias, los enchufes y los ladrones, y cambiar la relación con la electricidad.
El panorama es de un retroceso importante para la izquierda en España, porque de seguir con las peleas internas en el PSOE y también en Podemos, los electores huirán de ambos partidos. Parece claro que de cara al futuro el PSOE sin Podemos, y Podemos sin el PSOE, difícilmente podrán derrotar a la conjunción de derechas y extrema derecha que representan el Partido Popular y Ciudadanos. Si el PSOE está totalmente dividido, Podemos parece que quiere seguir el mismo camino con las diferencias públicas entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. Y por desgracia aquí en Canarias también tenemos esos mismos reflejos, por ahora en la pelea entre Javier Doreste y Juan Manuel Brito que desde luego no es nada edificante. Si el PSOE no se recupera, y si Podemos no hace una política seria, rigurosa y honrada, mal lo tiene la izquierda en España. De momento el PSOE está partido en dos, esperemos que Podemos no siga el mismo camino.
Históricamente el PSOE ha tomado decisiones muy contradictorias. En la dictadura del General Primo de Rivera colaboraron con la misma, no hicieron oposición, todo porque la UGT recuperara el terreno perdido con la CNT anarquista, que en aquellos años se había colocado en primer lugar en el mundo sindical. Partidarios de un acercamiento al dictador Primo de Rivera eran Julián Besteiro, y sorprendentemente, Largo Caballero. Por el contrario, Indalecio Prieto y Fernando de los Ríos eran partidarios de una colaboración estrecha con los partidos republicanos. Durante toda la dictadura de Primo de Rivera la división de criterios fue total, con momentos de mucha tensión interna en el partido.
Años más tarde, cuando la República Española, una parte importante del PSOE con Julián Besteiro a la cabeza y con la colaboración de los anarquistas, dieron un golpe de Estado en Madrid en marzo de 1939, para rendirse al General Franco, con la oposición de Juan Negrín, una parte de los socialistas, y del Partido Comunista, partidarios de seguir resistiendo y enlazar la guerra civil con la segunda guerra mundial que se veía inevitable, como así sucedió en septiembre de ese mismo año. Julián Besteiro, el más firme defensor de la rendición, trató de negociar con Franco, pero este exigió una rendición incondicional, y Besteiro terminó muriendo en la cárcel de Carmona. Un buen pago de los franquistas a su rendición.