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¿Soy del PSOE?

Carmen Coello / Carmen Coello

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Soy militante del PSOE y me siento avergonzada, asqueada por la existencia en mi partido de presuntos corruptos que ensucian sus siglas. Reconozco la existencia de falsos socialistas que se han enriquecido a costa de ocupar parcelas de poder, sin escrúpulos y efectivamente si pudiera les haría devolver hasta el último céntimo.

Como lo soy me encantaría que la justicia fuera rápida y eficaz y pusiera a buen recaudo a todos los presuntos corruptos después de un juicio justo y siempre respetando la presunción de inocencia, no obstante si yo pudiera a esas personas imputadas por delitos relacionados con los “cargos públicos” que ocupan o que han ocupado les pediría que los abandonasen hasta tanto lleguen las resoluciones y por supuesto estoy totalmente en contra de que desempeñen ningún cargo orgánico mientras no se pronuncie la justicia.

Estoy convencida que en mi partido la verdad, la libertad y la justicia son valores ineludibles e irrenunciables y lucho con todas mis fuerzas por ellos.

Como soy socialista no me gustan esas rémoras que dejan vacías las arcas públicas mientras se ocupan de miles de cuestiones que no son prioritarias para la ciudadanía y que algunos supuestos socialistas miren para otro lado por seguir “rascando poder al precio que sea”.

Como soy una mujer de izquierdas convencida, el mayor de mis desprecios para los hipócritas; aquellos que hacen promesas de futuro cuando la realidad es que podrían dar soluciones inminentes, pero su objetivo está en la continuidad, en ocupar el cómodo escaño pseudo opositor.

Como socialista cesada en mis funciones orgánicas por un grupo de “barones” empeñados en subvertir la democracia, cortándole la cabeza a todos aquellos que les hagan sombra, y, viendo que mis críticas a sus acciones no tienen eco, utilizo los juzgados en último término para defender mis derechos de militante y de mujer de izquierdas, aunque, a veces me asalta la idea de que defiendo los derechos de los demás y tengo que apartar esa idea que me confunde porque no quiero ser “Robinia Hood”. Lo hago como último recurso porque creo en la justicia y que lo es correcto oponerse a los desmanes democráticos vengan de quien vengan, porque estoy convencida que no milito en una secta sino en un partido de izquierdas de verdad.

Como pienso seguir siendo socialista intento no abandonar la nave; eso les aseguro que cuesta y mucho cuando crees en un proyecto político, elaborado con seriedad y rigor, que es la esperanza de mis islas, un plan de cambio radical de las políticas de derechas que se vienen realizando desde el inicio de los tiempos y que han colocado a este archipiélago a la cola de las comunidades españolas; en la ruina más genuina.

Como lo soy, procuro no decepcionarme, no irme a casa -pese a haberlo dicho ya en un momento de debilidad- aunque resulta difícil seguir en la brega cuando todo son piedras en el camino.

Pese a mi pragmatismo creo en los ideales y eso me ayuda a no tirar la toalla y pensar que esto se puede encarrilar; no obstante resulta cansino, delusorio y cabreante porque de verdad creo que he puesto mis ilusiones y mis granitos de arena al servicio de los ciudadanos y de los militantes de mi ciudad; estos últimos me eligieron en asamblea democrática y aquellos que ostentan el poder me han enviado al ostracismo político sin explicaciones, ni lógicas, ni coherentes; pero como ser humano, inteligente y libre sí que me he planteado hacer mis maletas y retirarme a los cuarteles de invierno o más lejos, porque sobre todas las cosas está mi honor mancillado y mi autoestima pisoteada.

Como socialista, sé que se debe navegar siempre a favor de las políticas de izquierdas, pero también vislumbro que se puede y se debe hacer sin necesidad de pertenecer a unas determinadas siglas; sobre todo cuando determinas personas en posesión de un pírrico y ridículo poder, pretender ocupar los espacios que le corresponden a los verdaderos militantes elegidos y para ello utilizan “las armas disciplinarias trucadas” a su alcance sin ningún pudor, intentando doblegarte y que te hagas partícipe de la injusticia.

Por todo ello y pese a que seré socialista toda mi vida, puede que acabe dejando de ser del PSOE con todo mi dolor y es que se me antoja incomprensible e irrealizable el que me quieran obligar que decir “Si Bwana” sabiendo que la razón me asiste.

*Ex Secretaria de Formación de los socialistas de Santa Cruz de Tenerife por el cese de la actividad orgánica de mi agrupación.

Carmen Coello*

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