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Publicidad playera

Las más famosas y populares y festivas playas del mundo son urbanas y están rodeadas de edificios, restaurantes, tenderetes, tiendas, cafeterías y demás: desde Copacabana a La Concha, pasando por Las Canteras. ¿Qué pasa?... ¿Qué esas playas no son del pueblo?... ¿Están, acaso, reservadas a los turistas y foráneos?... Claro que no. La equivocada unanimidad social y política de los chicharreros en torno a su playa fue lo que propició la operación municipal “salvadora” que ahora investiga la Justicia y que trae a mal traer a destacados políticos y empresarios chicharreros. El error de principio ha sido colectivo, pero el pelotazo, si lo hubo y se demuestra finalmente, tiene protagonistas con nombres y apellidos concretos. Ahora, el ayuntamiento santacrucero ha desplegado una campaña que desde el consistorio se llama informativa, pero que es simplemente publicitaria y partidista. A los medios locales e insulares les viene de maravilla, porque dos páginas a todo color y a todo trapo cuestan un riñón y la yema del otro. No son como para desperdiciar en absoluto. Pero, la iniciativa es políticamente –y no sé si legalmente- impresentable. No se puede, con el dinero de todos (de los que creen que se hizo bien y de los que opinan que se hizo muy mal) arropar y tratar de justificar una decisión municipal que se está investigando judicialmente y que, por tanto, tiene visos –visos al menos- delictivos. Si todo fuese tan claro y tan sencillo como se pretende dar a entender en esa doble página publicitaria, ¿por qué la Fiscalía se ha visto obligada a intervenir en el asunto y por qué el Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha encontrado razonable esa intervención y la ha admitido a trámite?... A uno le da la impresión de que los asesores de Zerolo, intentando arreglarlo, han metido la pata más a fondo de lo que ya estaba metida y que esta campaña va a ser una paletada más en la fosa donde puede estar enterrándose lamentablemente la credibilidad del alcalde y de su equipo de gobierno.

José H. Chela

Las más famosas y populares y festivas playas del mundo son urbanas y están rodeadas de edificios, restaurantes, tenderetes, tiendas, cafeterías y demás: desde Copacabana a La Concha, pasando por Las Canteras. ¿Qué pasa?... ¿Qué esas playas no son del pueblo?... ¿Están, acaso, reservadas a los turistas y foráneos?... Claro que no. La equivocada unanimidad social y política de los chicharreros en torno a su playa fue lo que propició la operación municipal “salvadora” que ahora investiga la Justicia y que trae a mal traer a destacados políticos y empresarios chicharreros. El error de principio ha sido colectivo, pero el pelotazo, si lo hubo y se demuestra finalmente, tiene protagonistas con nombres y apellidos concretos. Ahora, el ayuntamiento santacrucero ha desplegado una campaña que desde el consistorio se llama informativa, pero que es simplemente publicitaria y partidista. A los medios locales e insulares les viene de maravilla, porque dos páginas a todo color y a todo trapo cuestan un riñón y la yema del otro. No son como para desperdiciar en absoluto. Pero, la iniciativa es políticamente –y no sé si legalmente- impresentable. No se puede, con el dinero de todos (de los que creen que se hizo bien y de los que opinan que se hizo muy mal) arropar y tratar de justificar una decisión municipal que se está investigando judicialmente y que, por tanto, tiene visos –visos al menos- delictivos. Si todo fuese tan claro y tan sencillo como se pretende dar a entender en esa doble página publicitaria, ¿por qué la Fiscalía se ha visto obligada a intervenir en el asunto y por qué el Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha encontrado razonable esa intervención y la ha admitido a trámite?... A uno le da la impresión de que los asesores de Zerolo, intentando arreglarlo, han metido la pata más a fondo de lo que ya estaba metida y que esta campaña va a ser una paletada más en la fosa donde puede estar enterrándose lamentablemente la credibilidad del alcalde y de su equipo de gobierno.

José H. Chela