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El ocio del pueblo llano por Carmen Dolores Coello

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Desde los años noventa en los que se construyó y se convirtió en emblema de la ciudad, El Parque Marítimo César Manrique, no ha parado de ser noticia por su nefasto funcionamiento. Un espacio natural ganado en la costa de Cabo-Llanos, ideado para ser el principal lugar de esparcimiento de las familias de la capital, se ha convertido en un centro de discordias; obras sin permisos, actividades sin autorización, hasta llegar al cierre.

¡Que no maten al mensajero!, las culpas las tienen en exclusiva el Ayuntamiento de Santa Cruz y la Autoridad Portuaria.

Ya en el 96 formaron una sociedad llamada Parque Marítimo Santa Cruz SA para su explotación; el dinero ?siempre público- provenía del citado ayuntamiento, el Cabildo, la Autoridad Portuaria y ¡ahora viene lo bueno! una enorme cantidad procedente de Europa; sí esa Europa tan denostada, tan poco valorada fue la que aportó más fondos. Resumiendo, con dinero del suyo, del mío, del de todos los europeos.

Se han hecho innumerables tropelías: arriendos, subarriendos, bodas, obras en un lugar público como si fuera privado y un largo etcétera que ha terminado por explotarles en las manos a estos ineptos dirigentes.

Ya en el ecuador de junio nos enteramos de que: ni los abuelos y abuelas podrán llevar a los niños a las piscinas, ni la gente de la tercera edad podrá seguir haciendo natación cerca de sus casas, ni los padres y madres disfrutarán en familia de un espacio que es exclusivamente suyo y así una larga lista de ciudadanos?

¡Este verano no! Lo más cerca que nos queda es Valleseco y no hay más que dar una vuelta por la zona y ver las condiciones. El proyecto, Sol y Sombra parece que se retrasa. Recuerdo que hace escasos dos meses se difundió la noticia de que a finales de mayo se presentaría la obra de la zona, para la remodelación y la ejecución de la primera fase de la nueva playa ¿Hay algún compromiso en fechas, del Puerto y el Ayuntamiento, en una deuda pendiente con los vecinos de más de dos décadas?

Seguimos más allá, con los niños, los cubitos, las palas y los rastrillos, el bolso, la sombrilla y demás? camino de Las Teresitas; pagarán, sin remedio, guaguas de ida y vuelta, que en nuestra isla representa uno de los transportes públicos más caros de España.

Llegados a nuestra playa de referencia; “nos moriremos de pena” porque su aspecto es ése, de pena; un auténtico insulto a la inteligencia de los ciudadanos de Santa Cruz ¿Que observamos?: ese adefesio de Mamotreto, esas zanjas, vallas rotas y demás; pero sobre todo y la estrella del despropósito la encontramos los sábados y los domingos con “la cola de coches del siglo”, a la entrada y a la salida, así como en la Avenida de Anaga, Ramblas y aledaños

¡Pues ya ven! uno de los dos lugares de ocio emblemáticos para el pueblo llano, el Parque Marítimo, si alguien no lo remedia, continuará con su deterioro; más adelante la ciudad en “estado de alarma social” se gastará, de nuestros impuestos, lo que estime oportuno en su reparación y Las Teresitas se convertirá este verano en “una playa japonesa” donde no vas a poder moverte. ¡Es verdad yo también lo he pensado!, ¡estoy de acuerdo!; sé que me repito y lo voy a seguir haciendo hasta que se vean soluciones. Mejor quedarse en casa.

Ellos ya sabemos que son socios de clubes privados y estos problemas ni se los plantean.

(*) Carmen Coello es secretaria de Formación de la Agrupación Local de Santa Cruz de Tenerife.

Carmen Dolores Coello *

Desde los años noventa en los que se construyó y se convirtió en emblema de la ciudad, El Parque Marítimo César Manrique, no ha parado de ser noticia por su nefasto funcionamiento. Un espacio natural ganado en la costa de Cabo-Llanos, ideado para ser el principal lugar de esparcimiento de las familias de la capital, se ha convertido en un centro de discordias; obras sin permisos, actividades sin autorización, hasta llegar al cierre.

¡Que no maten al mensajero!, las culpas las tienen en exclusiva el Ayuntamiento de Santa Cruz y la Autoridad Portuaria.