Puño cerrado y corazón abierto: Claudia Sheinbaum, primera mujer presidenta de México

“No llego sola, llegamos todas”: frases destacadas y solidarias del primer discurso de Claudia Sheinbaum tras su contundente victoria en las elecciones de México.

“Por primera vez en 200 años de la República me convertiré en la primera presidenta de México”. Así es como Claudia Sheinbaum Pardo festejó a la medianoche del pasado domingo con su primer discurso como ganadora de las elecciones presidenciales. Según el Instituto Nacional Electoral, basado en un muestreo estadístico de los votos, la candidata oficialista de la alianza Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde, obtuvo entre 58,3% y un 60,7% de los sufragios, aventajando de lejos al segundo lugar de Xóchitl Gálvez, que obtuvo entre 26,6% y 28,6%.

“Es el reconocimiento del pueblo de México a nuestra historia, a los resultados, a la convicción y a la voluntad. Pero sobre todo, es el reconocimiento del pueblo de México a nuestro proyecto de nación”, proclamó Sheinbaum a sus simpatizantes en toda su campaña

Rebelde de ayer, transformadora hoy

Allá por el México de 1987, grandes protestas y manifestaciones universitarias. “¿Quién va a colgar la bandera en la rectoría?”, se preguntaron los líderes estudiantiles de la Universidad Autónoma de México (UNAM) a la militancia en plena lucha contra el rector Jorge Carpizo, quien promovía el cobro de matrículas en la entidad pública. Era enero de 1987.

De la multitud salió una estudiante de Física de 24 años. “Yo”, dijo, entre los gritos de “¡huelga, huelga!”

La joven se subió al techo del emblemático edificio, puso el pendón e inauguró una nueva protesta contra el neoliberalismo que, por entonces, en medio de una crisis económica, acogotaba a México y empezaba a sentar cátedra en la universidad más grande de América Latina.

Unos casi 40 años después, esa vehemente estudiante acaba de ganar las elecciones para la presidencia de México. Se llama Claudia Sheinbaum Pardo. Muchos mexicanos la llaman “Claudia”, familiarmente, a secas. Tiene 61 años, dos hijos, una maestría y un doctorado. Fue alcaldesa de la CDMX(Ciudad Distrito de México). Y desde el 1° de octubre será la primera mujer Jefa de Estado en la historia de México.

“Siempre he sido así, muy aventada”, o sea muy echada p´alante que diríamos en Canarias, eso dijo sobre aquella protesta al periodista Arturo Cano, que en 2023 publicó una biografía. “Ya no tanto, ya tengo más responsabilidades”, añadió Sheinbaum.

Aguila Mexicana mata serpiente venenosa

La primera mujer en presidir el país de habla hispana más grande del mundo.

De acuerdo con el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), sistema utilizado en México para recopilar y publicar de manera rápida los resultados preliminares de las elecciones, con un total del 95,23% de las actas capturadas, Sheinbaum obtuvo 33.226.602 votos, equivalentes al 59,35% del total.

Pese a que los datos definitivos no estarán disponibles hasta las próximas horas, según el cálculo hecho con los datos de participación y los rangos de votos a los candidatos ofrecidos por el INE, Sheinbaum ha sido elegida por cerca de 35,49 millones de mexicanos, 5 millones más de los que obtuvo López Obrador hace seis años, que ya entonces había sido un máximo histórico.

El mandatario, López Obrado, que deja la presidencia con elevada popularidad, reconoció en su discurso de felicitación a su sucesora: “Claudia Sheinbaum resultó triunfadora en esta contienda con amplio margen, va a ser la primera presidenta de México en 200 años [...] pero también la presidenta, posiblemente con más votos obtenidos en toda la historia de nuestro país”, dijo en un video que grabó desde Palacio de Gobierno.

La candidata de Morena, Claudia Sheinbaum, obtiene el 59,5% de los votos y será la próxima presidenta. Hay que repetirlo desde la emoción que nos conmueve a los canarios de izquierda que recordamos a familiares, amigos o conocidos que tuvieron que emigrar a Hispnoamerica, especialmente a México, cuando la Guerra civil dio sangriento triunfo a Franco. Allí los republicanos crearon una nueva vida y con la cultura que llevaron echaron raices, como editoriales, etc., entre las que está el Fondo de Cultura Económico gracias a lo cual en Canarias pudimos leer a Kant, a Hegel, y libros traidos bajo cuerda que podíamos comprar en librerías como la Hispania (cerca de la Catedral, pasado el ahora inexistente puente de Piedra), donde los libreros no los ofrecían en voz baja a los clientes conocidos. Eran los tiempos de la Dictadura clerical-fascista de Franco. Por aquel México de entonces pasaron el Presidente Negrín, un intelectual de apellido Millares y otros tantos.

La virtual ganadora ofrece un discurso tras resultar favorita en las elecciones presidenciales de este domingo. Y es un discurso que yo siento como ganador sin ser mexicano de pasaporte, pero desde el corazón.

Los ataques y mentiras contra las izquierdas, contra AMLO o Claudia no han cesado. Ni son cosas nuevas. En 2021, un accidente en la línea 12 del metro de CDMX dejó 27 muertos. La alcaldesa lanzó una investigación que demostró deficiencias en la construcción, entre 2014 y 2015, cuando la ciudad ya era gobernada por el obradorismo. La construcción y las deficiencias venían de tiempos anteriores, de la corrupción institucionalizada. La mandataria electa, una vez más, fue el blanco de los ataques.

Ahora la Derecha, en la campaña, esos escándalos los ha resucitado y resurgieron, así como las falsas acusaciones —no probadas— de plagio en sus tesis académicas, los episodios de “abuso de la fuerza” en la represión de protestas en la ciudad —algunas, de feministas—, los casos de presunta corrupción durante el gobierno de AMLO y la idea de que ella es una “peona”, un “títere”, del que según los derechistas fue calificado de autoritario presidente

Abrazos a las multitudes

Claudia Sheinbaum fue una rebelde desde su juventud frente al machismo, frente a la corrupción y frente a las injusticias. Ahora seguirá rebelde en cuanto que no acepta los muros de la burocracia y los privilegios establecidos por los años en que mandaban los millonarios.

Antes estaba en la base o en puestos dirigentes pero ahora está en la presidencia de un país de 130 millones de habitantes en donde la pobreza alcanza a unn tercio de la población y tiene una vecindad peligrosa por muchos motivos con los Estados Unidos. Eso explica que gran parte del país sufra el crimen organizado.

El mandato de López Obrador con sus más y sus menos ha alcanzado un porcentajes de aprobación y acuerdo superior al 50 por ciento, ya que han aumentado salarios y tiene una economía sana. La mayoría de la población es optimista frente al futuro y por eso han votado por la candidata.

Durante la Campaña y el debate electoral, mientras los herederos de la Derecha acusaban de mentir a Claudia, ésta sacaba a relucir los porcentajes de corrupción y los contratos millonarios quehabía propiciado la candidata derechista.

La popularidad de AMLO, como conocen en México a López Obrador, respaldó a la ganadora Sheinbaum, que superó a su rival Xóchilt Gálvez por más de 30 puntos porcentuales y ha sido, repitamoslo, la candidata más votada de la historia, con más de 30 millones de votos. Y eso siendo mujer en un país azotado por un machismo estructural de siglos.

Pero Sheinbaum, además de ser una pieza clave del proyecto obradorista, de la llamada Cuarta Transformación, es una reconocida científica además de sus campañas políticas

Claudia Sheinbaum nació el 24 de junio de 1962 en Ciudad de México(CD DMX). Su papá, Carlos Sheinbaum, era un empresario y químico hijo de padres, judíos asquenazí, que  llegaron de Lituania a México en 1920. Su mamá, Annie Pardo, es una bióloga y doctora cuyos padres, judíos sefardíes llegaron de Bulgaria en 1940. (Recordemos que los sefardies eran de orígen español, expulsados por la Reina Isabel la Católica).

Como nos recuerda el periodista de la BBC, Daniel Pardo: Ambos, hijos de judíos perseguidos. Ambos, militantes izquierda en la UNAM. Ambos, pioneros en sus labores científicas.

Annie Pardo, de hecho, recibió en 2022 el Premio Nacional de Ciencia por sus aportes a la biología celular. La niña Claudia creció en Tlalpan, un barrio de clase media-alta del sur de la capital, entre canciones de protesta, reuniones con artistas internacionales y clases de ballet y bombo argentino.

Claudia cuenta a sus conocidos que desayunaba, almorzaba y cenaba hablando de política, y que iba con sus padres a la cárcel a visitar a sus amigos presos por la militancia en los tiempos en que gobernaba la derecha.

Claudia fue a un colegio laico, de expatriados, que promovía la autonomía de los estudiantes: el Manuel Bartolomé Cossío. Un nombre español y una Institución escolar heredera de éxilio republicano español. (Manuel Bartolomé Cossío: n. Haro en la Rioja española el 22 de febrero de 1857- + Collado Mediano, 2 de septiembre de 1935) fue un pedagogo krausista e historiador del arte español. Dentro de l Institución Libre de Enseñanza, fue ahijado y sucesor de Francisco Giner de los Ríos. Dejó un estudio monumental sobre la Obra del Greco. Fue Director del Museo Pedagógico Nacional y presidente de las Misiones Pedagógicas (en las que participaría años después durante el corto period de la 2a. Republica Española, Federico  Garcia Lorca), fue quizá «la figura más eminente de la pedagogía española en el periodo de 1882 a 1935», año de su muerte.)

La muchacha se desarrolló con una personalidad meticulosa, organizada, enérgica, y siempre busca comprobar sus ideas antes de sacar conclusiones y da órdenes sin eufemismos ni rodeos. Se despierta todos los días a las 4 am.

Sus amistades dicen de ella: “Es tímida, de apariencia muy seria, cuando se la conoce salen a relucir sus aspectos afectuosos, cálidos, y llega a ser chistosa y empática”,

“Soy hija del 68, del movimiento de protesta global del que mis padres participaron.”, ha dicho la actual Presidenta Claudia en anteriores ocasiones. Y así como en los años 60, también los años 80 fueron un importantes para México puesto que el modelo neoliberal importado de Norteamérica producía estragos en las clase medias y trabajadoras, aumentando la desigualdad, la pobreza del país y la corrupción del ya enquilosado Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido que tenía más de “institucionalizado burocráticamente” que de “revolucionario” y que gobernaba cómodamente desde 1917.

Sheinbaum junto a su Carrera científico-profesional siempre estuvo active y militante en política. Así conoció y se casó con Carlos Ímaz, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PDR). El matrimonio fue en 1987, pero ella continuó su Carrera e hizo una maestría y un doctorado en Ingeniería Energética y Ambiental y firmó varias tesis, entre ellas una sobre el uso eficiente de estufas de leña en comunidades rurales. En 1995, el matrimonio fue a California, donde él se doctoró en Educación y ella terminó el suyo propio. Por esos estudios y tiempos nordamericanos alcanzaron un habla bastante fluida en inglés, igual que sus hijos, que hoy ha llegado a ser uno cineasta y profesora de historia la otra.

El matrimonio se rompió y se separaron en 2016 . Unos siete años después Claudia se casó con Jesús María Tarriba, que había sido su novio de tiempos en la Universidad. Contactaron por Facebook,. Su marido es igual que ella investigador profesor de Física, también de la izquierda política está empleado como funcionario del Banco de México.

“Es una mujer muy intensa, muy interesante, muy empática”, ha dicho su marido sobre ella. Esto lo ha dicho antes de las elecciones, pero es de suponer que nunca habría dicho que es aburrida y apagada.

El llamado “humanismo mexicano” pone tanto a Sheinbaum como a AMLO, pese a sus diferencias, en el mismo movimiento. Tal “humanismo” frente al clericalismo soterrado y al militarismo propone una transformación del país tan importante como fueron la independencia, las reformas liberales del siglo XIX y la Revolución Mexicana. Por esa intención transformadora llaman al proceso politico-cultural que encabezan la Cuarta Transformación.

El plan de gobierno de Claudia Sheinbaum tiene unos “100 pasos para la transformación”, como son aumentar las becas universitarias y escolares, asegurar pensiones a mujeres dedicadas al cuidado, fortalecer sistemas médicos de diagnóstico y salud mental. Frente a la pobreza en especial quieren construir cientos de miles de viviendas e igualar  constitucionalmente la paridad salarial de género, anulando la discriminación machista.

Mucho griterío desde la Oposición derechista y calumnian a la todavía no sentada en la Presidencia cómo una subordinada a AMLO y si será realmente presidenta ella, la Sheinbaum: ponen en duda todo desde si tendrá “sello propio”, si será sumisa o continuará el pragmatismo hacia EE.UU., si conseguirá imponer las demandas de las mujeres y acabará con la asesina oleada feminicida del pasado y si logrará mantener controlados a los gobernadores, militares y políticos tradicionales.

“En los 80 tocaba colgar la bandera en la rectoría de la UNAM y lo hizo, y ahora lo que toca es construir universidades y no tengo duda de que lo hará, sin dejar de ser ella misma, siendo ella, siendo Claudia”. Es la respuesta que dan sus conocidos y partidarios a las acusaciones infundadas pero continuadas de las Derechas oligarquicas.

Y desde las voces de izquierda, masculinas o femeninas, sean desde Canarias, desde Asia o desde Europa, aún siendo hombres, somos muchos los que repetimos con Claudia Sheinbaum: ¡No llegaste sola, llegamos todas!

“No llego sola, llegamos todas”: frases destacadas y solidarias del primer discurso de Claudia Sheinbaum tras su contundente victoria en las elecciones de México.

“Por primera vez en 200 años de la República me convertiré en la primera presidenta de México”. Así es como Claudia Sheinbaum Pardo festejó a la medianoche del pasado domingo con su primer discurso como ganadora de las elecciones presidenciales. Según el Instituto Nacional Electoral, basado en un muestreo estadístico de los votos, la candidata oficialista de la alianza Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde, obtuvo entre 58,3% y un 60,7% de los sufragios, aventajando de lejos al segundo lugar de Xóchitl Gálvez, que obtuvo entre 26,6% y 28,6%.