Espacio de opinión de Canarias Ahora
Quisicosas
Ya saben mis ilustres lectores que una quisicosa es un enigma, una cosa extraña y de difícil solución. Canarias ahora está llena de quisicosas, y un enigma muy grande es cómo el juez Alba está en las islas Maldivas cuando tiene cinco acusaciones en su contra, y además todavía no ha puesto la sentencia del caso Faycán, y encima figura con una baja médica que también es un enigma, y que se la otorgó el doctor Sergio Hernández, que no es su médico de cabecera, y que está en otra quisicosa a punto de sentarse en el banquillo de la Audiencia Provincial de Las Palmas acusado de haber falsificado la historia clínica de su exmujer en pleno proceso de divorcio. Otra perla de las quisicosas, tales y cuáles.
Otrosí: Quisicosa extraña en algunos ángulos, pero en los equiláteros no, pues ya saben mis sufridos lectores que tal figura dispone de tres lados, es la vuelta de Soria a la política ahora, en la puta base que diría mi amigo Anastasio Travieso, para asistir como compromisario al fabuloso Congreso del Partido Popular. Cómo los lados del equilátero están compuestos por segmentos de distintas rectas conocidos cómo vértices, Soria en Madrid procurará apoyar el segmento y vértices de Pablo Casado, pero a su vez estar peloteando a los de Soraya Sáenz de Santamaría, incluso a los Dolores de Cospedal, no sea que la exministra de Defensa saque a la Legión y resucite tomando leche de la cabra en diferido.
Otrosí: Dentro de las extrañas cosas del Partido Popular nos encontramos con Juan José Cardona, que sigue obsesionado con la política y se ha atrincherado en el Puerto de la Luz con varios acorazados y destructores, y también se apuntó a la puta base de los “populares” y asistirá en calidad de compromisario de a pie al Congreso del PP en los madriles. Claro que a Soria y a Cardona los tiene vigilados de cerca Asier Antona, presidente del Partido Popular de Canarias, que no se fía un pelo de los dos compromisarios que tienen muchos compromisos y un historial abrupto y enigmático, no sea que ambos los dos, Soria y Cardona, le quieran hacer en un futuro próximo la pirula al palmero/vasco, que no olvida que Cardona, obsesionado siempre con la política, off course, intentó una alianza con Cristina Tavio y Enrique Hernández Bento para impedir que Antona fuese presidente del PP. Y el palmero/vasco no olvida ni se fía. A mí me da la impresión que los tiempos de Soria y Cardona ya han pasado a mejor vida, la privada.
Otrosí: Hablando del tiempo, decir que me ha extrañado como enorme quisicosa las contradicciones de Fernando Clavijo con las energías renovables y las del gas, que juega como siempre a dos bandas; firmó con Greenpeace para que Canarias en 2050 sea cien por cien renovable, pero apoya la entrada de la industria gasística y sus intereses en las islas. Antonio Morales anda desconcertado pero también enfadado con estos cambios de Clavijo, pero le recomiendo al presidente del Cabildo de Gran Canaria que se lea los sumarios de los casos de “Corredor” y el de “Grúa” de La Laguna para que vaya entendiendo el buenismo clavijano. Quisicosas.
Ya saben mis ilustres lectores que una quisicosa es un enigma, una cosa extraña y de difícil solución. Canarias ahora está llena de quisicosas, y un enigma muy grande es cómo el juez Alba está en las islas Maldivas cuando tiene cinco acusaciones en su contra, y además todavía no ha puesto la sentencia del caso Faycán, y encima figura con una baja médica que también es un enigma, y que se la otorgó el doctor Sergio Hernández, que no es su médico de cabecera, y que está en otra quisicosa a punto de sentarse en el banquillo de la Audiencia Provincial de Las Palmas acusado de haber falsificado la historia clínica de su exmujer en pleno proceso de divorcio. Otra perla de las quisicosas, tales y cuáles.
Otrosí: Quisicosa extraña en algunos ángulos, pero en los equiláteros no, pues ya saben mis sufridos lectores que tal figura dispone de tres lados, es la vuelta de Soria a la política ahora, en la puta base que diría mi amigo Anastasio Travieso, para asistir como compromisario al fabuloso Congreso del Partido Popular. Cómo los lados del equilátero están compuestos por segmentos de distintas rectas conocidos cómo vértices, Soria en Madrid procurará apoyar el segmento y vértices de Pablo Casado, pero a su vez estar peloteando a los de Soraya Sáenz de Santamaría, incluso a los Dolores de Cospedal, no sea que la exministra de Defensa saque a la Legión y resucite tomando leche de la cabra en diferido.