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Rafael Correa en España

Más temas a tratar con las autoridades españolas (además de los económicos), según las organizaciones de inmigrantes, tienen que ver con la homologación de títulos académicos y la posibilidad de votar en las elecciones municipales españolas. El interés de Correa por el fenómeno de la emigración disparada durante la segunda década de los años 90, en plena noche neoliberal, ha hecho que los ecuatorianos en el exterior dispongan de representación política directa como una región más del país en la Asamblea Constituyente, tras unas elecciones a celebrar el próximo 30 de septiembre. Elegirán a seis representantes de un organismo cuya importancia será decisiva y pondrá el proyecto gubernamental a prueba.Rafael Correa llegó a la presidencia de Ecuador, ganando ampliamente al magnate candidato de la derecha Alvaro Novoa, y asumió el cargo el pasado 15 de enero. La base de su campaña electoral fue la lucha contra la corrupción de los viejos partidos y contra el neoliberalismo. El discurso nacionalista y de centro izquierda contenía varias apuestas iniciales. Cambiar la Constitución mediante elecciones a una Asamblea Nacional Constituyente; trabajar para incorporar a Ecuador a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP); rechazar el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos; sacar a los gringos de la base militar de Manta en cuando finalice la concesión actual; avanzar hacia la integración latinoamericanaÂ…El miedo a las reformas políticas, y a las sociales y económicas que supuestamente vendrán tras la Constituyente, hizo que la derecha buscara refugio en el Congreso desacreditado y en los medios de comunicación privados, ampliamente respaldados por una de las instituciones más corruptas del país llamada banca. Como la Constituyente gozará de plenos poderes, es probable la decisión de disolver un Congreso escasamente representativo y la convocatoria de nuevas elecciones legislativas. La resistencia de la derecha política y económica a la elección de la Constituyente resultó tan lógica como feroz y estéril. Consiguieron aplazar la convocatoria para el 30 de septiembre, pero de ninguna manera impedir su celebración.Por su parte, Rafael Correa concede a la Constituyente una trascendencia vital. “La Asamblea -declaró recientemente- es la madre de todas las batallas. Perdemos esa y perdemos la guerra porque, al disponer de plenos poderes, los mismos de siempre nos aniquilan. Si ganan ellos, presentaré mi renuncia y la aceptarán”. Claro que, como todo debe decirse, Correa cree que ganará ampliamente porque al día de hoy cuenta con casi el 80% de apoyo entre la población ecuatoriana.

Rafael Morales

Más temas a tratar con las autoridades españolas (además de los económicos), según las organizaciones de inmigrantes, tienen que ver con la homologación de títulos académicos y la posibilidad de votar en las elecciones municipales españolas. El interés de Correa por el fenómeno de la emigración disparada durante la segunda década de los años 90, en plena noche neoliberal, ha hecho que los ecuatorianos en el exterior dispongan de representación política directa como una región más del país en la Asamblea Constituyente, tras unas elecciones a celebrar el próximo 30 de septiembre. Elegirán a seis representantes de un organismo cuya importancia será decisiva y pondrá el proyecto gubernamental a prueba.Rafael Correa llegó a la presidencia de Ecuador, ganando ampliamente al magnate candidato de la derecha Alvaro Novoa, y asumió el cargo el pasado 15 de enero. La base de su campaña electoral fue la lucha contra la corrupción de los viejos partidos y contra el neoliberalismo. El discurso nacionalista y de centro izquierda contenía varias apuestas iniciales. Cambiar la Constitución mediante elecciones a una Asamblea Nacional Constituyente; trabajar para incorporar a Ecuador a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP); rechazar el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos; sacar a los gringos de la base militar de Manta en cuando finalice la concesión actual; avanzar hacia la integración latinoamericanaÂ…El miedo a las reformas políticas, y a las sociales y económicas que supuestamente vendrán tras la Constituyente, hizo que la derecha buscara refugio en el Congreso desacreditado y en los medios de comunicación privados, ampliamente respaldados por una de las instituciones más corruptas del país llamada banca. Como la Constituyente gozará de plenos poderes, es probable la decisión de disolver un Congreso escasamente representativo y la convocatoria de nuevas elecciones legislativas. La resistencia de la derecha política y económica a la elección de la Constituyente resultó tan lógica como feroz y estéril. Consiguieron aplazar la convocatoria para el 30 de septiembre, pero de ninguna manera impedir su celebración.Por su parte, Rafael Correa concede a la Constituyente una trascendencia vital. “La Asamblea -declaró recientemente- es la madre de todas las batallas. Perdemos esa y perdemos la guerra porque, al disponer de plenos poderes, los mismos de siempre nos aniquilan. Si ganan ellos, presentaré mi renuncia y la aceptarán”. Claro que, como todo debe decirse, Correa cree que ganará ampliamente porque al día de hoy cuenta con casi el 80% de apoyo entre la población ecuatoriana.

Rafael Morales