Que no se repita nunca más

Durante la semana que ha terminado hemos podido celebrar el sesenta y cuatro aniversario de la firma de la rendición del ejército de la ultraderecha alemana y el comienzo de una nueva era política en Europa.

Esa maldita guerra, que se llevó por delante a millones de personas, de las cuales el colectivo judío fue el más diezmado, no puede volver a repetirse.

Durante estos años el pueblo europeo ha pasado por múltiples etapas políticas hasta llegar a la Europa De Los Pueblos.

No viene a cuento, ahora, hacer una reseña de las diferentes realidades políticas que han ido sucediéndose a lo largo de este tiempo transcurrido, pero sí es conveniente recordar que, en mil novecientos noventa y tres entró en vigor el Tratado de la Unión Europea, con un evidente carácter intergubernamental que ha favorecido un auténtico Derecho Comunitario.

Pese a los euroescépticos, la UE ha seguido su camino en un afán de evitar a toda costa las exclusiones sociales y el afianzamiento de un sentimiento comunitario, que beneficie a todos los habitantes del viejo continente.

Nuestro país, desde el uno de enero del ochenta y seis pertenece de pleno derecho a La Comunidad y la evolución ha ido en positivo; incluso en la actualidad, en época de crisis.

A todos nos queda ya lejos el momento de la entrada del la moneda única, que auguraba una especie de catástrofe nacional, pero no fue así. De hecho somos uno de los países más adaptados al euro.

Fijándonos en nuestra región, que en definitiva es lo más cercano y lo que más nos interesa; debemos aceptar que le está resultando muy duro sobrellevar la crisis, más que al resto del país; máxime cuando las ayudas europeas sufren recortes y las familias canarias se ven abocadas al paro y a las deudas.

Debemos difundir, por tanto, entre la población de nuestras islas un mensaje de “necesidad participativa”, a través de una explicación clara de la importancia que tiene la CEE en nuestras vidas y en nuestro futuro. Aspectos como la fiscalidad, las ayudas europeas a través del REF, deben traer a nuestros vecinos un pequeño soplo de aire fresco en una situación altamente complicada

Es muy difícil pero imprescindible, hacer comprender que existen dos visiones diferentes de entender La Comunidad Europea: una de derechas, que hasta hace unos días pretendía hacer la jornada laboral de sesenta horas entre otras lindezas siempre unida al empresariado, con un evidente e injusto retroceso social y una visión de izquierdas cuyo papel principal está basado en las políticas sociales, la integración, la igualdad y la defensa del más débil, del trabajador o trabajadora.

Una Comunidad Canaria de izquierdas será la piedra de toque que exija a la CEE unas nuevas políticas de empleo y de inserción social como pautas esenciales para remontar la crisis.

Intuyo que es una tarea ardua convencer a nuestros amigos, familiares y conciudadanos, que deben ir a votar el 7 de junio; pero está en nuestras manos conseguir que el canario sienta que son unas elecciones cercanas, que le pueden ayudar a desechar a aquellos que manejan arbitrariamente los dineros metiéndonos en este embolado y quitarles la posibilidad de seguir haciéndolo.

El lema sería Movilización para la participación; todos saldremos ganando. Y todo esto para que nunca, pero nunca, vuelva a pasar lo que pasó del cuarenta al cuarenta y cinco del siglo pasado. Carmen Coello

Durante la semana que ha terminado hemos podido celebrar el sesenta y cuatro aniversario de la firma de la rendición del ejército de la ultraderecha alemana y el comienzo de una nueva era política en Europa.

Esa maldita guerra, que se llevó por delante a millones de personas, de las cuales el colectivo judío fue el más diezmado, no puede volver a repetirse.