Espacio de opinión de Canarias Ahora
El rescate del mundo rural
Por todo ello, la conquista de la luna es ya algo que ya queda obsoleto en este comienzo de siglo XXI. Los nuevos adelantos, esa revolución tecnológica que tanto gasto de consumo ha venido y viene teniendo en el mundo, ante ese reto ambicioso por adelantarnos a nuestro propio tiempo de la vida, junto con los despilfarros económicos de los sistemas políticos, corrupciones y abusos de poderes, Europa, junto con otros países del planeta tierra, esta hipotecada sin saber cual será su futuro o la recta final de esta nueva etapa oscura caracterizada por una grave crisis económica y mutilada en el desempleo. Al igual que el resto de las autonomías española, Canarias no queda exenta de estas secuelas provocadas por las estrategias de un nuevo capitalismo que viene caminando de forma acelerada y voraz. Alemania sigue dictándonos las tareas de los recortes; insiste en asfixiarnos y amenazarnos con ejemplos con respecto a Grecia. Un nuevo e inminente rescate esta a punto de sucederse en el Gobierno español. Eso significa más recortes y más personas que perderán sus puestos de trabajos. Todo ello nos obliga a regresar a una parte del pasado, donde la tierra, el mundo rural, fue el “motor” de la economía de muchas familias, especialmente en los alimentos. Un pedazo de tierra bien trabajada, con sacrificio y sudor, permitió que muchas personas tuviesen la comida del día a día; sobrevivir a través de la agricultura y los animales. Quisieron adelantarse al tiempo de la vida; sustituyendo tierras cultivables por solares de cementos y hierros. La ganadería desapareció y con ello la mano de obra en el mundo rural. La tierra bien atendida es la que nos da de comer, pero desaparecida una vieja generación familiar, la nueva juventud no quiso saber nada del campo, posiblemente motivado por los nuevos sistemas o mecanismo gubernamentales, más preocupados en vivir con todo lujo, que de prevenir una catástrofe económica como la que tenemos actualmente en toda Europa y en gran parte del mundo. Es momento de tomar conciencia de la realidad que actualmente nos azota y sufrimos todos los canarios, especialmente en esa nueva generación, que sin tener culpa alguna no le enseñaron el valor y significado que tiene la tierra, siempre y cuando la trabaje y cuide debidamente. Por desgracia, ha tenido que venir una nueva etapa oscura para saber el valor que tiene el mundo rural.
Rafael Lutzardo
Por todo ello, la conquista de la luna es ya algo que ya queda obsoleto en este comienzo de siglo XXI. Los nuevos adelantos, esa revolución tecnológica que tanto gasto de consumo ha venido y viene teniendo en el mundo, ante ese reto ambicioso por adelantarnos a nuestro propio tiempo de la vida, junto con los despilfarros económicos de los sistemas políticos, corrupciones y abusos de poderes, Europa, junto con otros países del planeta tierra, esta hipotecada sin saber cual será su futuro o la recta final de esta nueva etapa oscura caracterizada por una grave crisis económica y mutilada en el desempleo. Al igual que el resto de las autonomías española, Canarias no queda exenta de estas secuelas provocadas por las estrategias de un nuevo capitalismo que viene caminando de forma acelerada y voraz. Alemania sigue dictándonos las tareas de los recortes; insiste en asfixiarnos y amenazarnos con ejemplos con respecto a Grecia. Un nuevo e inminente rescate esta a punto de sucederse en el Gobierno español. Eso significa más recortes y más personas que perderán sus puestos de trabajos. Todo ello nos obliga a regresar a una parte del pasado, donde la tierra, el mundo rural, fue el “motor” de la economía de muchas familias, especialmente en los alimentos. Un pedazo de tierra bien trabajada, con sacrificio y sudor, permitió que muchas personas tuviesen la comida del día a día; sobrevivir a través de la agricultura y los animales. Quisieron adelantarse al tiempo de la vida; sustituyendo tierras cultivables por solares de cementos y hierros. La ganadería desapareció y con ello la mano de obra en el mundo rural. La tierra bien atendida es la que nos da de comer, pero desaparecida una vieja generación familiar, la nueva juventud no quiso saber nada del campo, posiblemente motivado por los nuevos sistemas o mecanismo gubernamentales, más preocupados en vivir con todo lujo, que de prevenir una catástrofe económica como la que tenemos actualmente en toda Europa y en gran parte del mundo. Es momento de tomar conciencia de la realidad que actualmente nos azota y sufrimos todos los canarios, especialmente en esa nueva generación, que sin tener culpa alguna no le enseñaron el valor y significado que tiene la tierra, siempre y cuando la trabaje y cuide debidamente. Por desgracia, ha tenido que venir una nueva etapa oscura para saber el valor que tiene el mundo rural.
Rafael Lutzardo