Espacio de opinión de Canarias Ahora
El respeto y el respetable
Y es que, en efecto, tal y como le reconvenía hace poco un directivo de otro periódico tras ganarle a Soria el enésimo juicio que le ha interpuesto para impedirle informar, Sosa no aprende la lección. ¿Qué lección? ¿La de mirar para otro lado? ¿O la de los respetables lectores que le reclamaban a ese directivo “tener periodistas que investigasen en profundidad los ”bajos fondos“ de la política canaria” según se van cayendo del guindo y descienden las ventas? ¿Y le aconseja que aprenda la lección quien dice Sosa que le veta en debates, televisiones y actos públicos? El mismo directivo, por cierto, que acudió hasta Madrid para declarar contra mí en un juicio donde él y su banquero-editor pretendían ahorrarse la indemnización y el finiquito por la interrupción de mi actividad laboral en su periódico. Marcharse sin pagar, dicho en román paladino. No consiguieron su propósito, claro, pero lo curioso es que es el mismo banquero-editor que cobró 4 millones de euros como indemnización por despido de la Caja de Canarias, lo cual eleva la broma a la categoría de sarcasmo. Claro que en comparación con el tal Goirigolzarri, de cuya existencia hemos sabido hoy porque se va a llevar del BBVA 52 millones por despido, el banquero canario es una escrupulosa alma bendita. A su lado y en comparación con otros financieros como Angel Corcóstegui (BSCH), 108 millones; Alfonso Cortina (Repsol), 20 millones; Manuel Pizarro (Endesa), 12 millones; José Manuel Entrecanales (Endesa), 9,6 millones o el record mundial de Stan O, Neil (Merrill Lynch), 103 millones, el filántropo García nos ha salido más barato que Tebeto.
De Tebeto, por cierto, la revista Interviu publica esta semana una noticia ?la primera que eleva el escándalo a nivel nacional? donde aparece una fotografía con un irónico pie: “José Manuel Soria ¿sin recursos?”. Conociendo algo el caudal de su fortuna, intuyo que no se refiere a los económicos. En ella se describen a los cinco personajes principales de la trama tebetiana: José Manuel y Luis Soria López (hermanos), Antonio López (tío), Rafael Bittini (empresario) y Gómez Cáceres (juez), estos dos últimos compañeros de directiva del Club de Tenis Gran Canaria. El titular es muy explicito: “Pelotazo en Tebeto”. El match ball ridiculiza aún más la profecía de Paulino Rivero vaticinando que el Gobierno canario no iba a pagar, por basarse la sentencia en una valoración falsa (la del tío de Soria). ¡Vaya que sí va a pagar! ¡103 millones en cómodos plazos! ¿No podía abrir el juez-tenista una pieza separada para esclarecer cómo, por quién o por indicación de quién unos servicios jurídicos oficiales se dejan perder 103 millones del erario público en favor de un particular? Se ha afirmado incluso que alguien fue apartado de sus funciones. ¿No vio el juez que en este asunto la red estaba demasiado baja? Pero Soria afirma que no va a subir el IGIC, claro, para que no suban las “chuches” (golosinas) del niño de Rajoy. Si tras este proceso, ya que no dimite nadie, no interviene el Consejo General del Poder Judicial y se abre una vía penal para esclarecerlo... habrá que distribuir el artículo de Sosa en todas las escuelas jurídicas de España.
Federico Utrera
Y es que, en efecto, tal y como le reconvenía hace poco un directivo de otro periódico tras ganarle a Soria el enésimo juicio que le ha interpuesto para impedirle informar, Sosa no aprende la lección. ¿Qué lección? ¿La de mirar para otro lado? ¿O la de los respetables lectores que le reclamaban a ese directivo “tener periodistas que investigasen en profundidad los ”bajos fondos“ de la política canaria” según se van cayendo del guindo y descienden las ventas? ¿Y le aconseja que aprenda la lección quien dice Sosa que le veta en debates, televisiones y actos públicos? El mismo directivo, por cierto, que acudió hasta Madrid para declarar contra mí en un juicio donde él y su banquero-editor pretendían ahorrarse la indemnización y el finiquito por la interrupción de mi actividad laboral en su periódico. Marcharse sin pagar, dicho en román paladino. No consiguieron su propósito, claro, pero lo curioso es que es el mismo banquero-editor que cobró 4 millones de euros como indemnización por despido de la Caja de Canarias, lo cual eleva la broma a la categoría de sarcasmo. Claro que en comparación con el tal Goirigolzarri, de cuya existencia hemos sabido hoy porque se va a llevar del BBVA 52 millones por despido, el banquero canario es una escrupulosa alma bendita. A su lado y en comparación con otros financieros como Angel Corcóstegui (BSCH), 108 millones; Alfonso Cortina (Repsol), 20 millones; Manuel Pizarro (Endesa), 12 millones; José Manuel Entrecanales (Endesa), 9,6 millones o el record mundial de Stan O, Neil (Merrill Lynch), 103 millones, el filántropo García nos ha salido más barato que Tebeto.
De Tebeto, por cierto, la revista Interviu publica esta semana una noticia ?la primera que eleva el escándalo a nivel nacional? donde aparece una fotografía con un irónico pie: “José Manuel Soria ¿sin recursos?”. Conociendo algo el caudal de su fortuna, intuyo que no se refiere a los económicos. En ella se describen a los cinco personajes principales de la trama tebetiana: José Manuel y Luis Soria López (hermanos), Antonio López (tío), Rafael Bittini (empresario) y Gómez Cáceres (juez), estos dos últimos compañeros de directiva del Club de Tenis Gran Canaria. El titular es muy explicito: “Pelotazo en Tebeto”. El match ball ridiculiza aún más la profecía de Paulino Rivero vaticinando que el Gobierno canario no iba a pagar, por basarse la sentencia en una valoración falsa (la del tío de Soria). ¡Vaya que sí va a pagar! ¡103 millones en cómodos plazos! ¿No podía abrir el juez-tenista una pieza separada para esclarecer cómo, por quién o por indicación de quién unos servicios jurídicos oficiales se dejan perder 103 millones del erario público en favor de un particular? Se ha afirmado incluso que alguien fue apartado de sus funciones. ¿No vio el juez que en este asunto la red estaba demasiado baja? Pero Soria afirma que no va a subir el IGIC, claro, para que no suban las “chuches” (golosinas) del niño de Rajoy. Si tras este proceso, ya que no dimite nadie, no interviene el Consejo General del Poder Judicial y se abre una vía penal para esclarecerlo... habrá que distribuir el artículo de Sosa en todas las escuelas jurídicas de España.