Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Gobierno y PP reducen a un acuerdo mínimo en vivienda la Conferencia de Presidentes
Incertidumbre en los Altos del Golán mientras las tropas israelíes se adentran en Siria
Opinión - ¡Con los jueces hemos topado! Por Esther Palomera

Román y los tránsfugas

Llamar tránsfuga a quien tuvo la delicadeza de cumplir a rajatabla la disciplina de voto desde su escaño y advertir, desde los tiempos de Mauricio, que o bien CC permanecía fiel a su ideología nacionalista y progresista o se produciría una escisión ?el tiempo le ha dado la razón- no deja de ser un sarcasmo de aquellos que ?legítimamente- apuestan por el modelo UPN, sucursalismo navarro del PP con siglas y autonomía diferenciada. Pero es que hasta la UPN toma sus propias decisiones (apoya la política antiterrorista del Gobierno, está en contra de la guerra de Irak, vierte críticas contra la estrategia de mano dura de Aznar, etcétera) mientras que aquí ha sido el PP quien ha succionado a Coalición Canaria, que sabe bien cómo el día en que Soria simplemente se cruce de brazos se producirá la caída del imperio. De ahí el escoramiento a la diestra de Paulino Rivero en todos los asuntos de conciencia autonómica (educación, televisión, sanidad, etcétera). No tiene otra salida que pedir el ingreso de CC en las filas de Génova 13 como filial, tal y como hicieron sus compañeros navarros, a quienes conoce bien por su larga estancia en la Carrera de San Jerónimo. En Madrid se vaticina que esto se producirá tras las elecciones generales de marzo próximo y visto lo visto, tampoco sería tan mal final para los áticos y sus satélites, pues obligarían a los populares a disolverse para conformar un nuevo espacio de centro-derecha llamado Coalición Popular (en Génova 13 recuerdan que el nombre ya está registrado por el notario Félix Pastor Ridruejo, no hay ningún problema en cedérselo a ATI si se lo piden Fraga o Aznar).

El Tribunal Constitucional ha dejado claro que los escaños son de los diputados elegidos, nunca de los partidos. Ni es transfuguismo que el grupo CC-NC (pues así se llamaba, como antes era el de PNV-EA) se desgaje, ni tampoco es tránsfuga Paulino Rivero al acomodarse a los tiempos y modos conservadores. Es el electorado quien decide quién ha abdicado ?ahora que está de moda el verbo- de sus posiciones y programas y quien no. Nadie en su sano juicio llamaba “tránsfuga” a Carlos Garaicoechea o a Begoña Lasagabaster y menos aún a Ardanza, pero aquí no sólo se ensañan con la palabreja, sino que además le cambian el nombre a su partido, llamándolo en la península Nueva Canaria, sin ni siquiera añadirle por cortesía el Gran. Y además en singular, para regocijo de Don Pepito. Hasta que el secretario de organización de Nueva Canarias no escriba una carta de réplica a El País, -con el efecto multiplicador que posee- la errata persistirá una y otra vez y muchos lectores creerán que Román Rodríguez no fue el presidente de todos los canarios, sino sólo de la isla Canaria, que diría el editor soberanista. ¿O acaso Rivero sólo manda en Tenerife y ATI? Pues, aunque lo parezca, no es del todo verdad. Federico Utrera

Llamar tránsfuga a quien tuvo la delicadeza de cumplir a rajatabla la disciplina de voto desde su escaño y advertir, desde los tiempos de Mauricio, que o bien CC permanecía fiel a su ideología nacionalista y progresista o se produciría una escisión ?el tiempo le ha dado la razón- no deja de ser un sarcasmo de aquellos que ?legítimamente- apuestan por el modelo UPN, sucursalismo navarro del PP con siglas y autonomía diferenciada. Pero es que hasta la UPN toma sus propias decisiones (apoya la política antiterrorista del Gobierno, está en contra de la guerra de Irak, vierte críticas contra la estrategia de mano dura de Aznar, etcétera) mientras que aquí ha sido el PP quien ha succionado a Coalición Canaria, que sabe bien cómo el día en que Soria simplemente se cruce de brazos se producirá la caída del imperio. De ahí el escoramiento a la diestra de Paulino Rivero en todos los asuntos de conciencia autonómica (educación, televisión, sanidad, etcétera). No tiene otra salida que pedir el ingreso de CC en las filas de Génova 13 como filial, tal y como hicieron sus compañeros navarros, a quienes conoce bien por su larga estancia en la Carrera de San Jerónimo. En Madrid se vaticina que esto se producirá tras las elecciones generales de marzo próximo y visto lo visto, tampoco sería tan mal final para los áticos y sus satélites, pues obligarían a los populares a disolverse para conformar un nuevo espacio de centro-derecha llamado Coalición Popular (en Génova 13 recuerdan que el nombre ya está registrado por el notario Félix Pastor Ridruejo, no hay ningún problema en cedérselo a ATI si se lo piden Fraga o Aznar).

El Tribunal Constitucional ha dejado claro que los escaños son de los diputados elegidos, nunca de los partidos. Ni es transfuguismo que el grupo CC-NC (pues así se llamaba, como antes era el de PNV-EA) se desgaje, ni tampoco es tránsfuga Paulino Rivero al acomodarse a los tiempos y modos conservadores. Es el electorado quien decide quién ha abdicado ?ahora que está de moda el verbo- de sus posiciones y programas y quien no. Nadie en su sano juicio llamaba “tránsfuga” a Carlos Garaicoechea o a Begoña Lasagabaster y menos aún a Ardanza, pero aquí no sólo se ensañan con la palabreja, sino que además le cambian el nombre a su partido, llamándolo en la península Nueva Canaria, sin ni siquiera añadirle por cortesía el Gran. Y además en singular, para regocijo de Don Pepito. Hasta que el secretario de organización de Nueva Canarias no escriba una carta de réplica a El País, -con el efecto multiplicador que posee- la errata persistirá una y otra vez y muchos lectores creerán que Román Rodríguez no fue el presidente de todos los canarios, sino sólo de la isla Canaria, que diría el editor soberanista. ¿O acaso Rivero sólo manda en Tenerife y ATI? Pues, aunque lo parezca, no es del todo verdad. Federico Utrera