Espacio de opinión de Canarias Ahora
¿Seguro que ganamos?
Los fachas, que se jactan de defender España a su peculiar modo, como si fuera su predio particular, están sin embargo cabreados porque a la selección la llaman la Roja. Los patriotas de la derecha está contentos por un lado pero molestos porque se haya conseguido la copa con Zapatero como presidente del Gobierno. Hay sentimientos encontrados.
Por una vez la selección ha sido vindicada por todos un poco, por la derecha y por la izquierda, por Cataluña y por Canarias. No como en la transición, en la que los ultramontanos monopolizaban sectariamente el uso de una bandera colectiva.
De todas formas, todo es muy exagerado. Es un poco absurdo que un juego de pelota pueda cambiar la vida a nadie, excepto a los que juegan y cobran. Cada uno de los 23 futbolistas de la selección española se embolsará 600.000 euros, cien millones de las antiguas pesetas, pero nosotros seguiremos igual de pobres e igual de ilusos.
Tratamos de enseñar a nuestros hijos que los valores de la vida están en la formación, el esfuerzo intelectual y el conocimiento, y por otro lado alabamos y colocamos en el altar a unos chicos que han dejado sus estudios y que tienen como mayor mérito darle buenas patadas y algún cabezazo a un balón. Somos así de contradictorios y de idiotas. Y así nos va.
Hoy disfrutaremos, pero mañana vendrán de nuevo los problemas de cada día. Nunca el fútbol ha conseguido esquivar las dificultades económicas de las familias. En este caso ha sido como una droga legal que nos ha permitido evadirnos durante unas horas, unos días, unas semanas, apenas un mes.
El circo, desgraciadamente, no nos va a regalar el pan. El fútbol sólo ha servido para que los que ya tenían mucho tengan ahora más. A los demás no nos salva ni la prórroga con Holanda ni el pulpo a la vinagreta.
Los fachas, que se jactan de defender España a su peculiar modo, como si fuera su predio particular, están sin embargo cabreados porque a la selección la llaman la Roja. Los patriotas de la derecha está contentos por un lado pero molestos porque se haya conseguido la copa con Zapatero como presidente del Gobierno. Hay sentimientos encontrados.
Por una vez la selección ha sido vindicada por todos un poco, por la derecha y por la izquierda, por Cataluña y por Canarias. No como en la transición, en la que los ultramontanos monopolizaban sectariamente el uso de una bandera colectiva.