Espacio de opinión de Canarias Ahora
El semen de los cerdos
Al principio no había máquinas para extraer el semen, y los trabajadores tenían que hacerlo de forma manual. La cosa comenzó a funcionar bien. Pero llegó la peste porcina y los cerdos de Semen Cardona se vieron afectados. Los granjeros empezaron a rechazar el semen de la cooperativa que había montado Angels Rial. Sus compañeros abandonaron el barco y Angels se quedó sola. Pero la empresaria catalana no se rindió. El camino fue difícil: Angels no era veterinaria y además era una mujer en medio de una profesión de hombres. Cuando la peste porcina pasó a ser un asunto del pasado Angels comenzó a regalar el semen que producía su empresa para ganar clientes. Empezaron a verse los resultados. Todas las cerdas se quedaban embarazadas, tenían muchos cerditos y la fama de Semen Cardona se extendió por toda la Península Ibérica.
Han pasado dos décadas desde que Angels Rial montó la primera cooperativa. Semen cardona exporta su producto a toda Europa, Latinoamérica y Asia. La empresa facturó el año pasado 4 millones de euros. La compañía tiene 550 cerdos que producen seis tipos de semen diferentes. Para la extracción del líquido elemento se utilizan máquinas que emulan una vagina artificial. Pero los cochinos más viejos son más exigentes y se niegan a eyacular con las máquinas. Cada trabajador de Semen Cardona puede lograr la eyaculación de 25 ó 30 cerdos en una jornada laboral.
No sé cuánto cobrará un empleado de Semen Cardona por realizar un trabajo manual a un animal, pero estoy seguro de que en este archipiélago ultraperiférico hay mucha gente que se dedica a darle placer a algunos cochinos por menos dinero. Tampoco sé por qué hoy me he dedicado a hablar de la extracción de semen porcino. Quizá sea porque sólo quedan tres días para que oficialmente comience la campaña electoral, y como algunos piensan en el diez de marzo como el día en el que podría cumplirse el refrán que dice “a todo cerdo le llega su San Martín”, me apetecía avisar a quienes están callados dentro de algunos partidos políticos para hablar después del 9 de marzo. Podría ocurrir que el 10 de marzo no aparezca San Martín, y entonces en vez de programar la venta de chorizos con los restos del cerdo que aguantan, piropean públicamente y odian en la intimidad, a lo mejor se deben mentalizar y llamar a Semen Cardona, porque quizás les toque seguir masturbando al cochino que pensaban descuartizar. Y aquí queremos seguir sentados en las butacas desde donde observamos el teatro de la política (y del periodismo), dispuestos a seguir disfrutando del espectáculo masturbatorio.
Juan GarcÃa Luján
Al principio no había máquinas para extraer el semen, y los trabajadores tenían que hacerlo de forma manual. La cosa comenzó a funcionar bien. Pero llegó la peste porcina y los cerdos de Semen Cardona se vieron afectados. Los granjeros empezaron a rechazar el semen de la cooperativa que había montado Angels Rial. Sus compañeros abandonaron el barco y Angels se quedó sola. Pero la empresaria catalana no se rindió. El camino fue difícil: Angels no era veterinaria y además era una mujer en medio de una profesión de hombres. Cuando la peste porcina pasó a ser un asunto del pasado Angels comenzó a regalar el semen que producía su empresa para ganar clientes. Empezaron a verse los resultados. Todas las cerdas se quedaban embarazadas, tenían muchos cerditos y la fama de Semen Cardona se extendió por toda la Península Ibérica.
Han pasado dos décadas desde que Angels Rial montó la primera cooperativa. Semen cardona exporta su producto a toda Europa, Latinoamérica y Asia. La empresa facturó el año pasado 4 millones de euros. La compañía tiene 550 cerdos que producen seis tipos de semen diferentes. Para la extracción del líquido elemento se utilizan máquinas que emulan una vagina artificial. Pero los cochinos más viejos son más exigentes y se niegan a eyacular con las máquinas. Cada trabajador de Semen Cardona puede lograr la eyaculación de 25 ó 30 cerdos en una jornada laboral.