Espacio de opinión de Canarias Ahora
Sobrevivir en Madrid con 18 euros al día por Esther González
Es vox populi la desastrosa situación del servicio de radioterapia del Hospital de Gran Canaria Doctor Negrín. Sólo dos aceleradores lineales, en comparación a los seis de los que, por ejemplo, dispone la isla de Tenerife. Esto tiene como consecuencia interminables listas de espera, que obligan a los pacientes a trasladarse a otras ciudades, ya que, como es bien sabido, un enfermo de cáncer no puede permitirse el lujo de malgastar el tiempo.
Para más inri a los enfermos de Gran Canaria no se les permite desplazarse a Tenerife a recibir dicho tratamiento, son trasladados a Madrid.
Por supuesto, estas personas reciben ayudas para sufragar los gastos que les supone dicho traslado. Nada más y nada menos que un billete de avión ida y vuelta y la friolera de 18 euros diarios, monumental cantidad con la que pagar un alquiler, dietas, desplazamientos, etcétera. Huelga decir que dicha cantidad es a rembolsar. Es decir que tenemos que pagar todo de nuestro bolsillo y encima a la vuelta empezar con papeleos para que nos devuelvan esa mísera limosna.
Podría entrar a analizar la situación de, por ejemplo, los mileuristas que nombraba al principio, o de muchos cuya situación económica no les permita afrontar los gastos que un traslado de 5 semanas a Madrid supone. Siempre podrían pedir un crédito y empezar a pagar cuando el SCS rembolse el dinero?lástima que no paguen los intereses del banco.
Personalmente encuentro más frustrante otro punto de vista.
Las sesiones de radioterapia en Madrid se llevan a cabo en centros privados. Evidentemente, la sanidad pública ha de sufragar dichos tratamientos. Es bastante chocante, que no haya dinero para comprar más aceleradores lineales para la isla, pero sin embargo sí lo hay para pagar los tratamientos en centros privados. ¿Qué ocurre? ¿Acaso lo que quieren es enriquecer a dichos centros? O simplemente así tienen la excusa perfecta para quitarse pacientes de encima.
Actualmente, el gobierno autónomo a través de la Consejería de Economía y Hacienda, proclama a bombo y platillo la “práctica eliminación” del impuesto sobre sucesiones, lo que tendrá como consecuencia que las clases con mayor poder adquisitivo no se vean obligadas a pagar tal impuesto, ya que la población con ingresos más bajos, con una vivienda y poco más, ya estaba exenta de pagarlo.
Por otro lado tenemos las ayudas fiscales a las empresas, cuyo mayor exponente es la RIC. Para los empresarios esto ha sido como ganar una lotería, ya que gracias a dicha reserva de inversiones han visto como su patrimonio se duplicaba, triplicaba, cuadriplicaba?año tras año.
Esto son sólo dos ejemplos de cómo cantidades que deberían ir a la Hacienda Pública, van, o se quedan, en economías privadas, con el consecuente perjuicio para la sociedad. Si el dinero que han dejado de pagar las empresas por acogerse a la RIC, se hubiese reconducido a la sanidad pública, creo que no exagero al decir que a estas alturas tendríamos un acelerador lineal por enfermo en la isla, o incluso más.
El artículo 43 de la Constitución Española dice “Se reconoce el derecho a la protección de la salud”. Obviamente en 1978 el Servicio Canario de Salud no existía, ya que si no, los padres de la constitución se habrían visto obligados a añadir “siempre que puedas pagarla”.
Esther González
Es vox populi la desastrosa situación del servicio de radioterapia del Hospital de Gran Canaria Doctor Negrín. Sólo dos aceleradores lineales, en comparación a los seis de los que, por ejemplo, dispone la isla de Tenerife. Esto tiene como consecuencia interminables listas de espera, que obligan a los pacientes a trasladarse a otras ciudades, ya que, como es bien sabido, un enfermo de cáncer no puede permitirse el lujo de malgastar el tiempo.
Para más inri a los enfermos de Gran Canaria no se les permite desplazarse a Tenerife a recibir dicho tratamiento, son trasladados a Madrid.