Espacio de opinión de Canarias Ahora
¿Socio-sanitario? por Javier Díaz Moreno
Hay un colectivo de ciudadanos, en el cual es difícil diferenciar donde termina un problema de salud y donde comienza un problema social. Un ambiente hostil e insalubre acabarán conduciendo a su habitante de forma irremediable a un problema de salud, si no se corrigen estas circunstancias. Un estado de salud deficitaria que produzca una dependencia temporal o permanente puede llevar a su protagonista a una perdida de su espacio social y personal, si el entorno no es el adecuado.Esta separación, de lo social por un lado y lo sanitario por otro, conduce a un grave error, y no es otro que la permanencia de un colectivo de ciudadanos en un espacio virtual, quedando como una pelota de tenis que va de un campo a otro.La realidad de la coexistencia de situaciones de enfermedad y de dependencia requiere una respuesta precisa y única.No hay duda de que los servicios sociales debe concentrarse en la lucha contra la exclusión, la pobreza y la dependencia, así mismo los servicios sanitarios deben prevenir y curar la enfermedad. Pero, como hemos señalado, hay colectivos que se encuentran en ese espacio fronterizo entre la atención sanitaria y la social donde conviven dependencia y enfermedad, donde la intervención de uno solo de los sistemas, no es suficiente para dar respuesta a la problemática que plantean. Es un cajón de sastre, donde estos colectivos caen y de donde es difícil salir ya que las administraciones sanitaria y social están separadas, planifican, presupuestan y ejecutan por separado, aparecen como compartimentos estancos y con prácticamente nula comunicación.Es en esta división estanca donde radica la problemática para la planificación y para dar respuesta adecuada a esta demanda que va en aumento por diferentes motivos (envejecimiento poblacional, cambio en los modelos familiares, etc), pero esto es motivo de otra reflexión.Esta separación que conlleva principalmente a una insuficiente respuesta, trae consigo otras consecuencias, por ejemplo que en los hospitales de agudos se prolonguen las estancias de pacientes con patologías crónicas, que requieren de cuidados sanitarios continuados y que se prestan mejor en centros de larga estancia (que hay muy pocos), como de pacientes que habiendo resuelto su patología aguda, no pueden ser dados de alta, debido a una situación de dependencia previa o resultante de su ingreso y carecer de respuesta, por la falta de recursos familiares y/o sociales en su domicilio, o la falta de respuesta por parte de la administración social al internamiento de este tipo de pacientes.Además de la insuficiente atención que se está prestando a este colectivo, la falta de una respuesta adecuada, paradójicamente tiene el efecto perverso de volverse contra los propios sistemas, ya que se convierten en hiperfrecuentadores e hiperdemandantes de los servicios sanitarios y sociales lo que inevitablemente acaba generando un gasto innecesario para ambos sistemas.Ante esta situación de falta de respuesta y mala atención que ambas administraciones dan actualmente de forma independiente, aunque en el mejor de los casos se actúe complementariamente, el Centro Canario-CCN apuesta por una modalidad de atención para este colectivo como algo diferente a la atención complementaria entre el sistema sanitario y el sistema social. Se debe crear una estructura con identidad propia, con capacidad de gestión independiente, que permita una planificación correcta con sistema único de acceso y cartera de servicios perfectamente diferenciados.Esta estructura deberá de estar dentro de una única Consejería, donde se planificase, se presupuestase y ejecutase. Desde donde la política sociosanitaria emanase de forma única y univoca.Planteamos unir Sanidad y Asuntos Sociales en una misma consejería, desde donde se diese una respuesta adecuada a este colectivo y además se controlase y vigilase para su buen cumplimiento las competencias delegadas.* Javier Díaz Moreno (licenciado en Medicina y Derecho) Presidente Insular del Centro Canario CCN Candidato al Cabildo Insular de Gran Canaria Javier Díaz Moreno*
Hay un colectivo de ciudadanos, en el cual es difícil diferenciar donde termina un problema de salud y donde comienza un problema social. Un ambiente hostil e insalubre acabarán conduciendo a su habitante de forma irremediable a un problema de salud, si no se corrigen estas circunstancias. Un estado de salud deficitaria que produzca una dependencia temporal o permanente puede llevar a su protagonista a una perdida de su espacio social y personal, si el entorno no es el adecuado.Esta separación, de lo social por un lado y lo sanitario por otro, conduce a un grave error, y no es otro que la permanencia de un colectivo de ciudadanos en un espacio virtual, quedando como una pelota de tenis que va de un campo a otro.La realidad de la coexistencia de situaciones de enfermedad y de dependencia requiere una respuesta precisa y única.No hay duda de que los servicios sociales debe concentrarse en la lucha contra la exclusión, la pobreza y la dependencia, así mismo los servicios sanitarios deben prevenir y curar la enfermedad. Pero, como hemos señalado, hay colectivos que se encuentran en ese espacio fronterizo entre la atención sanitaria y la social donde conviven dependencia y enfermedad, donde la intervención de uno solo de los sistemas, no es suficiente para dar respuesta a la problemática que plantean. Es un cajón de sastre, donde estos colectivos caen y de donde es difícil salir ya que las administraciones sanitaria y social están separadas, planifican, presupuestan y ejecutan por separado, aparecen como compartimentos estancos y con prácticamente nula comunicación.Es en esta división estanca donde radica la problemática para la planificación y para dar respuesta adecuada a esta demanda que va en aumento por diferentes motivos (envejecimiento poblacional, cambio en los modelos familiares, etc), pero esto es motivo de otra reflexión.Esta separación que conlleva principalmente a una insuficiente respuesta, trae consigo otras consecuencias, por ejemplo que en los hospitales de agudos se prolonguen las estancias de pacientes con patologías crónicas, que requieren de cuidados sanitarios continuados y que se prestan mejor en centros de larga estancia (que hay muy pocos), como de pacientes que habiendo resuelto su patología aguda, no pueden ser dados de alta, debido a una situación de dependencia previa o resultante de su ingreso y carecer de respuesta, por la falta de recursos familiares y/o sociales en su domicilio, o la falta de respuesta por parte de la administración social al internamiento de este tipo de pacientes.Además de la insuficiente atención que se está prestando a este colectivo, la falta de una respuesta adecuada, paradójicamente tiene el efecto perverso de volverse contra los propios sistemas, ya que se convierten en hiperfrecuentadores e hiperdemandantes de los servicios sanitarios y sociales lo que inevitablemente acaba generando un gasto innecesario para ambos sistemas.Ante esta situación de falta de respuesta y mala atención que ambas administraciones dan actualmente de forma independiente, aunque en el mejor de los casos se actúe complementariamente, el Centro Canario-CCN apuesta por una modalidad de atención para este colectivo como algo diferente a la atención complementaria entre el sistema sanitario y el sistema social. Se debe crear una estructura con identidad propia, con capacidad de gestión independiente, que permita una planificación correcta con sistema único de acceso y cartera de servicios perfectamente diferenciados.Esta estructura deberá de estar dentro de una única Consejería, donde se planificase, se presupuestase y ejecutase. Desde donde la política sociosanitaria emanase de forma única y univoca.Planteamos unir Sanidad y Asuntos Sociales en una misma consejería, desde donde se diese una respuesta adecuada a este colectivo y además se controlase y vigilase para su buen cumplimiento las competencias delegadas.* Javier Díaz Moreno (licenciado en Medicina y Derecho) Presidente Insular del Centro Canario CCN Candidato al Cabildo Insular de Gran Canaria Javier Díaz Moreno*